La reacción airada y genuinamente intolerante de los diputados de VOX hoy en el Congreso, primero protestando por la intervención en gallego del parlamentario socialista Besteiro, y luego abandonando el pleno como protesta, es a mi entender la expresión más sincera, auténtica, del pensamiento mayoritario de los monolingües castellanoparlantes hacia las lenguas, cooficiales o no, que se hablan en España además del castellano o español, que tanto monta, monta tanto.
lunes, 25 de septiembre de 2023
UNA PICA EN FLANDES
ARTHUR Y YO
Sueño que tengo una pelotera de la hostia con mi señora y me vuelvo a casa de mi madre. Una vez allí lo habitual en un separado que de repente se ve de nuevo a merced de la matraca de su vieja, que si a quién se le ocurre separarse, que dónde vas a encontrar a otra que te aguante, que si nada de traerse pilinguis a casa. Y no sólo eso, porque si por lo general soy una persona alegre y jovial que está todo el día de bromas e incluso canturreando -qué suerte que los que me conocen de verdad no intervienen nunca en este muro...-, ha sido volver a casa de madre y avinagrárseme el carácter, vamos, como cuando pasa dos o tres días seguidos con ella a solas. Tal es así que de repente me veo diciendo cosas como:
lunes, 18 de septiembre de 2023
IVAN LENIVISKY NERVOKOK
- Iritsi berri zaigu Donostiako Zinemaldira Ivan Lenivisky Nervokov zinemagile eta disidente errusiarraren azken pelikula. Vladimir Putini buruzko satira bat.
TORRENTE EN OLARIZU
La pesadilla de esta semana fue durante la noche del lunes al martes tras el
temporal de la noche anterior y recordarme mi madre, como todos los años, que
el lunes a la tarde era la romería de Olarizu, ya me dirás tú para qué a casi
trescientos cincuenta kilómetros de distancia desde donde me encuentro.
Pesadilla que, como suele ser habitual en mí, procuro plasmar por escrito al
día siguiente todo lo fidedignamente que puedo.
Pues bien, resulta que en mi sueño había
arrastrado a mi familia hasta la campa de Olarizu en Vitoria con el propósito
de echar la tarde subiendo hasta la cruz y así de paso que me sudaran un poco
los cachorros, que no todo va a ser play y móvil. Entonces descubro que es el
lunes de septiembre cuando se celebra la llamada Romería de Olarizu, una
romería a la que recuerdo haber ido de canijo en más de una ocasión dado que
los primos a los que visitaba todas las semanas vivían en el barrio de Adurza,
vamos, a tiro de piedra de la campa.
Claro que ahora tengo un porrón de años,
una familia y no soporto las multitudes, es decir, más de cinco personas a mi
alrededor. Con lo que me doy de bruces con una turba humana -tengo para mí, o
será la cosa esa de la memoria traicionera y así, que la romería de ahora está
masificada en comparación con las de cuando era crío- y toda la parafernalia al
uso de las romerías del país con sus bandas de alegres y estridentes
txistularis o dulzaineros, y, de un tiempo a esta parte, también jóvenes ciclados
con auto-tunes portátiles varios o vete a saber qué otra especie de estas que
dedican su tiempo y esfuerzo a llenarte los oídos de chatarra musical en la
convicción de que propagarla es su principal cometido en este mundo. Eso junto
con las txoznas y su hedor a fritanga
de todo tipo, el de la grasa de la txistorra para los talos a la cabeza de
todos. Sin olvidar, por supuesto, más contaminación acústica junto a la barra
de las txoznas desde sus altavoces
para lo de evitar a toda costa que la gente no tenga que hablar a gritos y
pueda decirse algo interesante, que igual habría que empezar a plantearse que
si en Euskadi no se folla es porque no hay manera de que te oiga la persona que
tienes delante cuando uno, o una -no la vayamos a tener por culpa del
neutro...- le propone un conocimiento carnal más exhaustivo que unos meros y
pacatos besos a modo de saludo. Y luego toda la peña "apetuguñada"
ahí, que es como le dicen en Asturias a apretujarse unos con otros al estilo de
los barracones de los campos de exterminio y por estilo, que ahora no se me
ocurre otra cosa. En cualquier caso, si yo ya me agobio en la playa cuando hay
gente a cien metros de mi toalla.
- ¡Aita! ¿Para qué es ese palo en medio de la campa?
-pregunta cualquiera de mis dos cachorros.
- Es una cucaña, la ponen para que el primero que
consiga subir hasta arriba se lleve un premio.
- ¿Qué premio?
- Un jamón, un queso de Idiazabal, una botella de
cosechero o de sidra, una medalla al mérito civil. Yo qué sé, ya me estoy
agobiando. Venga, salgamos de aquí.
- ¿Hacia dónde?
- Hacia la montaña, cuando uno quiere huir de algo
siempre tiene que tirarse al monte. Sí, soy un asqueroso y no aguanto a tanta
gente junta.
- ¡Pero si la gente que está subiendo hasta la cruz
forma una verdadera marea humana.
- Subiremos por un camino alternativo que conozco de cuando
era crío.
Así que emprendemos el ascenso hacia la
cumbre del Kutzemendi (Monte de la cruz en dialecto occidental), que es como se
conoce desde el siglo XV (y también como Kurutzemendi, Lukurumendi -cuya
curiosa traducción no es otra que "Monte de la usura"...-, o ya más
recientemente, Santakruzgana), que es como se llama por mucho que todo quisque
se empeñe en decirle el Alto de Olarizu, siendo Olarizu sólo la zona de la
campa donde se ubicaba la antigua aldea de Olarizu y de la que la casa de la
dehesa de hoy en día sería lo más parecido a un vestigio si no fuera muchísimo
más posterior.
En fin, topopedanterías aparte, que empezamos a subir hacia la cruz por
uno de los lados del monte donde apenas se ve gente. En realidad lo hacemos por
la parte de Mendiola -el pueblo de los campeones que hace un par de años
querían derribar la cruz para, sobre todo, tocarnos los cojones a los de la
capital con la murga de que se trataba de un vestigio franquista y bla, bla,
bla, pero no, no lo era- tras dar un rodeo con el que mi señora y vástagos
empiezan ya a refunfuñar a mis espaldas. Y digo a mis espaldas porque siempre
que nos da por ir al monte suelo ser yo el que camina varios metros por
delante, a veces llego al kilómetro, ante la poca disposición o ganas que le
echan los que me acompañan.
- ¿DE VERDAD TENEMOS QUE SUBIR HASTA ESA CRUZ? -creo
escuchar el grito de alguno de los bultos que apenas consigo distinguir en la
lejanía.
- ¿No dijimos que íbamos a hacer algo de ejercicio por
las tardes?
- ¿Y TIENE QUE SER CON ESTOS NUBARRONES ENCIMA?
- ¿Qué nubarrones?
Pues oye, es preguntar y caer el diluvio universal
sobre nuestras cabezas.
- ¡VENGA, NO OS QUEDÉIS AHORA ATRÁS? -grito en la
convicción de que si hacemos un último esfuerzo podemos llegar hasta la cima y
refugiarnos bajo la cruz.
- ¡UNA MIERDA VAMOS A SEGUIR SUBIENDO! NOS QUEDAMOS
DEBAJO DE ESTE ÁRBOL HASTA QUE AMAINE -escucho la que es una orden sin el menor
atisbo de duda por parte de la madre de mis hijos.
- ¡NI SE OS OCURRA QUEDAROS AHÍ PARADOS CON LA QUE
ESTÁ CA...!
No me da tiempo a terminar la frase
cuando veo que una lengua de agua que desciende desde la cumbre me arrastra con
ella. En el arrastre veo a mi familia a cubierto bajo un arce a un lado del
camino y, lo que es peor, cómo de repente, al llegar el torrente a un desnivel,
me veo dando un salto que me envía por los aires hasta el extremo de la cucaña
en mitad de una campa convertida ahora en un inmenso barrizal.
- ¿Qué, qué hostias soñabas que me has vuelto a
despertar con un grito?
- Perdone usted, como la señora duerme siempre como un
tronco y casi nunca tiene pesadillas.
- Duermo todas las noches con una al lado.
- Lo que tú digas.
- ¿Adónde vas ahora?
- Al baño a mirar si tengo algo en el culo; me duele
una barbaridad.
martes, 12 de septiembre de 2023
ESKUMAKO SORORITATEA
BEN AFFLECK Y YO
Joder qué noche. He soñado que era Ben Affleck y Jenny me acababa de recordar que, como hoy era 4 de Julio, tenía que volver a ir con ella a casa de sus padres para celebrar todos juntos un día tan señalado en el calendario. Entonces recordaba la vez anterior en casa de los López y, que no podía evitarlo, me emparanoiaba porque entre sus padres, hermanos, cuñados, sobrinos, los hijos con su anterior pareja, algún que otro vecino que se colaba en la casa y demás fauna, lo de aquel día me pareció más petado que una sala de urgencias del hospital un sábado a la noche, puede que incluso más animado. Eso por no hablar del galimatías que se monta en casa de los viejos de Jenny alrededor de la mesa con esa manía puertorriqueña de hablar todos a la vez y encima mezclando constantemente el arrastrado inglés neoyorkino y ese castellano quebrado, purito spanglish, que utilizan sobre todo los padres ella por la cosa esa generacional, lo cual hacía que, pese a lo avanzado de mi español después del tiempo que pasé en México y mi simpatía por todo lo latino, me provocase eso que llaman "stress lingüístico" y que viene a ser cuando se te embota la cabeza de palabras de ambos idiomas porque no sabes exactamente cuál tienes que manejar en cada momento o en cuál se están dirigiendo a ti, que es lo que me estaba pasando cuando Leslie, la hermana pequeña de Jenny, me pasó un plato con mi ración de pavo y al mismo tiempo papá López seguía intentando sonsacarme mi opinión acerca de la política migratoria de Trump a pesar de que ya le había dicho vienes y vienes veces antes, puto viejo chocho, que estoy en contra porque todo lo que sea machacar a la comunidad latina, legal o no, en los "Iunaiesteis" me parece empobrecer al país. Sin olvidar a la madre de Jenny, todo el rato dirigiéndose a mí como Marc, por Marc Anthony, el anterior marido de su hija, que no churri, porque de esos bien que ha tenido a mansalva y no se le ha ocurrido invitarlos a casa de su clan un 4 de Julio. Y yo, que como soy tonto, pero tonto con ganas, no se me ocurre otra cosa para caerle en gracia a la vieja que contestarle en castellano a la señora López.
viernes, 1 de septiembre de 2023
ZER DELA ETA ZAKILA LUZATZEKO TRAMANKULUEN AURKA NAGO...
PLINTON CON VOLTERETA Y FASCISTA AL LADO
INVIERNO A LA VISTA
T anto ejercicio en casa y caminata vespertina me está dejando baldado. Anoche volví a quedarme dormido hacia las once de la noch...
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La verdad es que no le veo gracia alguna a partirle la cara a nadie con un objeto contundente, ni siquiera por el detalle de que haya sido c...
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Dentro del saco sin fondo que contiene todos los mitos, tradiciones y puros atavismos que, según entendidos, conforman la identidad vasca, p...