domingo, 18 de junio de 2017

LIBROS DE NUESTROS MAYORES


"Arrebuscando" entre la baldas de la librería me (re)encuentro con estos libricos que me han acompañado hasta aquí desde que era un mico, pero que muy mico. A decir verdad, son los libros que había en casa de mis padres cuando vivíamos en la Avenida y ésta todavía era del Generalísimo. Estaban en casa pero no pertenecían a mis padres, sino a mis tíos, finales de los sesenta y principios de los setenta, en plan "mejor lo guardáis vosotros por si..." El caso es que estos son los primeros libros para adultos que ojeé de canijo; "así ha salido el niño". Pero no hay cuidado, en seguida llegó también uno de mis tíos con Baroja, Delibes, Sender y así...

Por lo demás, basta echar un vistazo a los títulos de estas cosas que leía por los sesenta la juventud alegre y combativa de entonces, para darse cuenta cuánto hay de verdad en eso de que el tiempo es una apisonadora que... todo, todito, todo.

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