Esperando a que la camarera me sirva mi cafeto de todos los días antes de que el mayor empiece la universidad. Mi oído indiscreto haciendo una de las suyas.
-Ya me he "enterrado" de lo de tu marido. Ya era hora de que le hicieran contrato.
-"Crraro" que sí. Llevaba "trres" años "trrabajando" por puto" morrro".
-Supongo que "estarrá" contento.
-No sé, llevo todo fin de semana sin "habrrrarle", ya sabes, hombrrres son gilipollas; pero sí, supongo que sí, contento.
Y yo que casi se me escapa una sonrisa al descubrir que no es sólo conmigo y otros clientes, que su pareja también se lleva lo suyo, que lo de la rusa viene de serie. Pero con qué poco y con qué pijadas se me alegra el día, oye.
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