Hiriko bodegoi zaharretariko bat oraintsu ireki berria aurreko jabeek itxi eta gero. Herriko eta betiko sukaldea: ajoarrieroak, txipiroiak saltsa beltzetan, bakailao tortila goxo-goxoak, Burgoseko odolosteak, zezen buztana Arabako Errioxaz, tripakiak, antxoak oilotan eta orohar sasoian sasoikoak urteko arabar ardo hiru aukera ezin hobeagorekin lagunduta. Halako tabernak nagusi ziren gure hirian ez hain aspaldi, Alde Zaharrean zein auzo gehienetan barreiatuak, azalezko inolako glamourri gabe, casas de comida peto-petoak, hots, jatetxe itxurosoen handinahirik gabe, historikoki Arabar Errioxako zein inguruetako nekazal familietako zenbait kidek zabaltzen zituzten euren etxeko ardoa hiriburuan saltze aldera; gaonatarrak, luzuriagatarrak...Gaur egun bart goxatu genuen Bodeguilla Álava, Bodegón Gaona eta auskalo zein gehiago zabalik geratzen dira doi-doi (luzuriagatarren Casa Felipe itxi berria delakoan nago eta). Esan liteke aspaldiko bodegoiak hurrenez hurren ixten joan direla haren iragana edo jatorrizko ezaugarriak beti behar bezala aintzat hartzen jakin ez eta hainbat gauzatan beti kanpora begira egon den hiri batean.
lunes, 22 de febrero de 2016
HORTZ BATEN ISTORIOA
Bart, gauerdian, egundoko mina ahoan, ezpainak puztuta eta erauzitako hortzaren hutsunea erabat mindu eta beltzitua. Gaur goizean jeiki orduko nire dentistari hots egin diot larri-larri galdezka, ez dut batere atsegin inor zapatu batean nire gauzekin aztoratzea; baina aspaldi honetan sano hipikondriako ibiltzen naiz osasunarekin zerikusirik duen ororekin. Hortaz, berbetan jardun dugu luzaz, whassapen bidezko argazkiak tartean, hots,zer.nolako zora/lagungarriak diren garai digitalok. Dena ondo, normal, astelehenean artatuko nau Oviedora itzulitakoan. Artean etengabeko ondoeza aho erdian, ibuprofenoaren mende bizi naiz. Eta gaur gauean auskalo zer ahoratu behar lagunekin apaltzerakoan.Hauek dira nire larunbat honetako gogoeta zein kezka hutsalak. Badakit hor kanpoan denetarik dagoela, hildako gizabanako goresgarriak, izugarri sufritzen ari diren errefuxiatuak, erreskadan erailtzen ari diren emakumezkoak, Espainiako gobernua eskuratzeko etengabeko tirabira zein azpikerietan jotake ari diren mota guztietako politikari maltzur eta boteregoseak eta abar eta abar. Halere, nire mundu osoa erauzitako hortzaren hutsunean bildu da, ez besterik...
HISTORIA DE UN DIENTE
Creció como uno más, sin apenas distinguirse de sus compañeros. Pero, con el tiempo empezó ya a salirse de la fila, a no querer confundirse con el resto, en cuanto te fijabas un poco veías que no era como los demás, que siempre estaba movido, que iba a su aire, lo suyo era dar el cante como fuera. Y si a eso le añadimos que no llevó una especialmente ordenada, que era muy de morder lo que no tenía que morder, que prefería las compañías extrañas, que mordía lo primero que pillaba a diferencia del resto de sus compañeros, siempre tan recatados, tan de marcar el paso al ritmo que les imponían; pues, cómo extrañarse luego de que tarde o temprano que e infectara de un virus que poco a poco le obligó a alejarse cada vez más de los suyos, como que casi estuvo a punto de desprenderse por sí mismo. Pero no, con todo ahí estaba, sujeto al resto, si bien ya tan desplazado e infectado que no hacía sino causar todo tipo de problemas, verdaderos y literales quebraderos de cabeza. Daba mala imagen, era problemático y además no tenía propósito de enmienda. Así pues, no quedó otra que extirparlo para siempre, arrancarlo de la compañía de aquellos con los que ya no se entendía de ninguna manera. La extracción del diente no implicó otra complicación que una hemorragia en el hueco que éste dejaba, la cual fue enseguida cortada mediante la aplicación de puntos y un coágulo artificial. Lo peor viene ahora que él ya no está, su vació deja una herida que duele, duele mucho; pero bueno, nada que no cure el tiempo y que no mitiguen el ibuprofeno o el paracetamol. De hecho, su hueco pronto será cubierto por otro diente artificial, alguien especialmente ideado para que no se salga de la fila, no dé el cante, alguien comme il faut. Porque la insurgencia dental está muy bien, o al menos tiene su punto. Sobre todo cuando le enseñas el diente salido y amarillo a tu hijo pequeño o a la vecina de enfrente y pegan un grito porque creen que eres un vampiro. Pero luego a la larga, ya te digo, entre la halitosis, las jaquecas y que tu mujer dice que te bese tu madre, pues no compensa, no. Y es una pena.
EL IMPERIO DEL FOGÓN
-Hemos conseguido que la gente lea libros de cocina en lugar de literatura, que la gente vea programas o concursos de cocina en lugar de programas de actualidad o series de calidad, que los cocineros sean personajes de cine, que la gente saque fotos a los platos de los restaurantes en lugar de a la realidad, que los cocineros de relumbrón copen las portadas de los suplementos dominicales en lugar de los artistas, científicos o intelectuales, que esos mismos cocineros den clases magistrales en las universidades en lugar de los académicos; pero, nos falta la música, todavía no hemos conseguido conquistar ese terreno, la gente sigue escuchando la música tal como la conocemos, incluso siguen respetando y admirando el trabajo de los músicos.
-No se preocupe, Emperador, ya se me ha ocurrido una idea...
EDGAR NEVILLE
El Ministerio del Tiempo con sus puertas que acceden al pasado como legado cabalístico o así de un judío de la época de los Reyes Católicos, no puede si no hacernos recordar una de las rarezas más interesantes de la Historia del cine español. Me refiero a la película La torre de los siete jorobados, una película española de 1944, dirigida por Edgar Neville, adaptación cinematográfica de la novela homónima de Emilio Carrere. El argumento se basa el el descubrimiento de que en el subsuelo de Madrid hay una ciudadela subterránea donde se escondieron los judíos que no quisieron abandonar España cuando se decretó su expulsión. Ahora, este refugio está habitado por una banda de jorobados capitaneados por el doctor Sabatino. Año 1944, en pleno franquismo, un aristócrata de origen ingles, Edgar Neville filma alrededor de treinta películas, cada cual más rara u original. De Neville la wiki se despacha tal que así: "Hombre exquisito, de múltiples talentos y aficiones, aprovechó todo cuanto pudo ofrecerle su época. Debido a su adscripción al bando nacional y a que su actividad fue desarrollada en la industria del entretenimiento, y cultivando sobre todo el humor, no fue incluido por lo general entre la nómina de intelectuales de la Generación del 27, como les ocurriría también a sus amigos escritores falangistas, como Miguel Mihura, Tono, Enrique Jardiel Poncela, Álvaro de la Iglesia. Desde sus posiciones de privilegio criticaban sin aspereza las costumbres de la misma burguesía de entonces, como la cursilería y el absurdo. Junto con Tono, Antonio Mingote y Mihura escribe en la revista de humor La Codorniz, sucesora del semanario La Ametralladora, que Mihura publicó en San Sebastián. Destacó sobre todo como director de cine. La vida en un hilo tuvo un gran éxito de público. Se gestó primero como película y más tarde fue convertida en comedia musical por su hijo Santiago. Es una reflexión risueña sobre los mecanismos del azar, a la vez que un alegato contra la burguesía entendida como enfermedad del alma, contra la cursilería y contra la estrechez de miras disfrazada de sentido común." El documental que adjunto, una joyica para cinéfilos, también habla de que el único "ismo" al que estuvo adscrito Neville toda su vida fue el del individualismo. Ahora, todo lo que pudo hacer o tener de bueno o valioso Neville tras una obra tan fecunda y original, ha ido a parar directamente al estercolero de la Historia. Hay cosas que no se perdonan, y un aristócrata español adscrito al bando nacional no parece merecer mayor atención por muy poliédrico e interesante que nos resulten el personaje y su obra.
TODO POR UN CHARCO
Ayer me llaman del colegio de mis hijos a eso de las doce y media pasadas, que a ver si podía acudir a cambiar de ropa al pequeño porque se había caído en un charco y se había empapado hasta arriba, que lo tenían junto al radiador secándose, pero claro... Pues nada, una vez más a la carrera antes de que el neno coja una pulmonía. Primero recoger la ropa, ¿dónde coño está la ropa limpia del canijo cuando se la necesita, y sobre todo, será posible que todavía no sepa distinguir los calzoncillos del pequeño de los del mayor? Bueno sí, sí los distingo, por el frenazo...¿Y las llaves del coche, será posible que justo cuando más prisa tengo no estén donde tienen que estar, dónde cojones habré dejado las putas llaves? No perdamos los nervios, trata de arrancarlo, Txema, digo, de encontrarlas; si estoy dentro de casa es que he utilizado las llaves y no han podido ir muy lejos, que ya se sabe que a los objetos cuando no los miras les salen patas y van donde les da la gana con tal de tocarte las pelotas un rato si te ven apurado. ¿Y el ascensor para bajar al garaje? Pues ocupado, venga a subir y a bajar gente, justo ahora, a esta hora de la mañana en la que de ordinario no suele haber nadie en el edificio. Así que al final bajo las escaleras de tres en tres. Y ya en en garaje lo de siempre, haciendo maniobras bajo la lluvia para esquivar los coches aparcados en doble o triple fila alrededor del chigre de al lado; como que me están entrando ganas de ponerle una bomba a modo de despedida, qué hostias. Y nada, la Ley de Murphy es implacable con el manojo de nervios que es un servidor. Ancianas cruzando el paso de cebra a velocidad de caracol, jubilatas cruzando la carretera por sorpresa y mirando para su ombligo, atasco en la callejuela por la que me desvió para ir hacia el cole porque, qué si no a media mañana, ahí están los correspondientes camiones de reparto bloqueando el paso. Y ya cuando llego al colegio, aparco, salgo a la carrera, y justo al llegar a la puerta me acuerdo de que no he puesto el papelito de la OTA. No me queda otra que ponerlo porque aquí te llevan el coche sin pensárselo dos veces. Y una vez más delante de la maquina infernal que te pide la matrícula. ¿Cómo voy a saber yo el número de matrícula del coche, yo sólo me sé el del DNI y por si las moscas, joder! Por suerte no tardo más de diez minutos en sacar el papel de la OTA tras el test de rigor para saber si soy digno de aparcar en esta ciudad. Vuelvo a correr hacia el colegio, regreso de nuevo al coche también al trote y jurando en hebreo porque se me ha olvidado el hatillo con la ropa del niño. Y en eso que veo que la puerta que da al pasillo donde está la clase del canijo está abierta. Pues allá voy. Llego, llamo, sacó a Mk, lo cambio en el baño. Como la puerta está abierta pasa un grupo de infantes que ven al mío empelotado y se empiezan a descojonar de él. Mk se me pone hecho una hidra, se me escurre entre las manos y empieza a soltarme todo tipo de improperios. Al final lo agarro a la fuerza; por un momento he recordado la captura del jabato que hacían en las fiestas de los pueblos. Lo devuelvo a su clase de una patada. Y en eso que cierro la puerta de la clase me aparece el conserje todo indignado, que a ver qué es eso de andar por los pasillos del colegio como Pedro por su casa, que la norma dice que debo ir primero a conserjería y que ya se encarga él luego de conducirme hasta la clase. Le digo que lo siento, que se trataba de una urgencia y que ni se me había pasado por la cabeza la norma de marras. Me vuelve a insistir con el tema. Le digo que ya se lo he explicado, que ya me voy. El tipo erre que erre. Al final le tengo que levantar la voz: ¿pero qué hostias es eso de regañar a un adulto, acaso no me he disculpado, explicado? Caen, cómo no, unos juramentos de rigor; nada me saca más de quicio que esta gente que por lo que sea se cree imbuida de autoridad para abroncar al prójimo por cualquier pijada. Me largo, y el tipo continua con su retahíla a mis espaldas. Me paro, me doy media vuelta, lo miro con una de esas miradas que vienen a decir "¿todavía no te has dado cuenta de que le estás tocando los cojones a un tipo que te saca varias cabezas? ¿No te han enseñado en casa que hay que ser prudentes porque nunca se sabe si el tipo que tienes delante puede ser de la especie del personaje que hacía Javier Bardem en No Es País Para Viejos? En fin, salgo del cole, y como no me da tiempo para volver frente a la pantalla de mi ordenador, entro a tomarme un vino en un bareto hasta que sea la hora de ir a recoger a los críos. ¿Y qué me encuentro dentro para rematar la faena? Pues el careto eternamente estreñido de la Carme Chacón en la pantalla del televisor diciendo no sé qué de Podemos y la corrupción del PP? Sí, ella, la Chacón. Si es que cuando se tuerce todo, se tuerce.
lunes, 15 de febrero de 2016
AQUEL MES DE FEBRERO DE 1981
Hace unos días se celebró el Día contra la Tortura en Euskal Herria como homenaje a Joxe Arregi, muerto el 13 de febrero de 1981 en la Dirección General de Seguridad de la Policía tras ser sometido durante varios días a todo tipo de torturas tal y como demostró el informe forense. La noticia conmovió toda la sociedad vasca de tal manera que los sindicatos y partidos políticos convocaron una huelga general y una manifestación de repulsa por la muerte de Joxe Arregi. Yo me recuerdo aquel día como un niño jugando en el patio de mi colegio mientras esperábamos para entrar a clase. Tardábamos en hacerlo y lo curioso es que entonces no nos extrañaba, ya sabíamos que algo gordo había pasado, porque en aquellos años siempre pasaba algo. Las madres, entonces eran todas madres las que llevaban los hijos al colegio, rumoreaban algo de un etarra muerto en comisaría. He ahí el motivo por el que se había reunido el claustro de profesores que al rato anunciaba que aquel día no habría clase porque se sumaban a la convocatoria de huelga general. Otro día de fiesta, sí, otro día jugando en casa con el Exin Castillos nuevo o el Scalextric recién ampliado porque apenas había pasado mes y medio desde Reyes. Otro día sin clase como la semana pasada durante la otra huelga general por el asesinato en manos de ETA m de Ryan, aquel ingeniero de la central nuclear de Lemoniz, sí, la de las famosas pegatinas, el cual había sido secuestrado para pedir el cierre de ésta y apareció muerto ante la negativa de las autoridades a plegarse a las demandas de los terroristas. Otro día para invitar a casa al que entonces era mi amigo del alma. Estaba convencido de que lo habíamos pasado muy bien aquel día, que le había gustado mi Exin Castillos y qué decir del Scalextric, iban unos cuantos años pidiéndole a los reyes nuevas piezas para el circuito y nuevos y más modernos coches. Además, y a diferencia de la semana pasada cuando los profesores se habían demorado casi media mañana en su decisión de sumarse a la huelga general por la muerte del ingeniero de Lemoniz, que recordaba haber oído comentar a las madres que hacían corrillo con la mía que algunos de los profesores se habían negado en rotundo sumarse a la protesta con la luego ya famosa matraca del contencioso. Profesores cuyos nombres en seguida nos venían a la cabeza porque ya entonces sabíamos quiénes eran de entre todos los más afines a los postulados de ETA m curiosamente los que mejor nos caían porque los considerábamos los menos huesos, los más cercanos y modernos, los más colegas en comparación con el resto de la plantilla.
-¿Vienes a casa a jugar con el Exin y el Scalextric como la semana pasada?
- ¿No, no puedo?
-¿Por qué no puedes?
-Estamos de huelga general, han matado a uno de los nuestros.
Y así eran las cosas en aquel entonces, así de crudas incluso entre chavales de once años. Porque aquel mes de febrero de 1981 fue terrible, Adolfo Suarez había dimitido a finales de enero, ETA m secuestró a principios de febrero al ingeniero Ryan, los reyes visitaron el País Vasco por primera vez y se armó la que se armó en el palacio de Juntas de Gernika, el ingeniero apareció muerto, huelga general y manifestaciones, a la semana siguiente le tocó a Joxe Arregi, otra huelga general y más manifestaciones, Euskadiko Ezkerra pidió el alto el fuego a su rama armada, ETA pm, el día 23 Tejero dio su golpe de estado, tras el fracaso más manifestaciones, invisten a Calvo Sotelo como presidente, ETA pm declara una tregua indefinida y libera a los cónsules que tenía secuestrados. Un mes como para no olvidar, a mí no se ha olvidado.
JARRICAS
Te pones a "mundanzar", te pones, y en eso que vas revolviendo entre las estanterías, que miras en rincones donde no habías mirado desde el primer día que depositaste ahí cosas de la anterior mudanza, y... ¡Hostia! ¿Pero qué hacen aquí estás jarricas que me traje de...que me recuerda a...? ¿Aquella noche en la cervecería de Praga? Mesas de madera infinitas, jarras de cerveza tostada a discreción y pollo asado, platicando en británico con una rubia checa a mi lado y el maromo enfrente con una cara que ni les hubieran invadido de nuevo los alemanes. Y total para luego acabar la noche cantando por Celentano con unos italianos de la Romaña, creo recordar. Como que a eso de los cantos regionales se me quedó grabada para los restos la de "Romagna mia, Romagna in fiore, tu sei la stella, tu sei l'amore..." O no, acaso una de las jarras, las dos lo dudo, es un souvenir de hace unos años con mi señora en Berlín. Uno de esos viajes tras años de convivencia en los que de repente te encuentras a solas con tu pareja, sin críos, padres, suegros y demás morralla, es un decir, perdón, lo sé, me pierde la vehemencia expresiva..., y tú casi estás por soltarle "Oye, ¿tú eres la que se ocupa también de mis hijos, no?" Pero no lo haces, o sí, me temo que sí, en mi caso sí, y aunque hay morros, siempre hay morros, pues bueno, tampoco pasa nada, si ya sabe que eres un tocapelotas de ordago, de hecho puede que sea de lo único que se acuerde de ti, eso y que te tiras pedos en la cama. De modo que a reencontrarse como pareja, esto es, mucho paseo de la mano, miradicas en plan "¿el colchón del hotel era de agua, no?", y así hasta la puerta de Brandenburgo y la muy literaria y anodina Alexanderplatz, mucho Oranienstrasse arriba y abajo, mucho Tacheles (para entendernos, un gaztetxe a lo grande) y "hackechen Höfe" o patio interior berlinés, todo alternativo, chic, molón, lo que tú quieras, meine lieblinge; pero, venga, que ya es hora de meterse algo entre pecho y espalda. Toda la semana a codillo y salchichas con su correspondiente e inevitable chucrut, mucha weisswurst (salchicha blanca con mostaza de miel) y cerveza, mucha cerveza, prost!, ya verás qué bien entran después de la caminata un par de jarras de Berliner Pilsner, y quien dice un par... O no, a ver si esas jarras van a ser, una casi estoy seguro, un regalo de cumpleaños de la cuadrilla. Creo recordar tremenda... y si abro la tapa y... joder, sí, qué peste, debe haber ahí bacterias de aquella noche en... ¿la Kutxi?, hace ya... ¿veinte años? A saber, el caso es que entre una cosa y otra me han entrado ganas de dejar lo que tengo entre manos, bajar a la cocina y... ni una puta cerveza en la nevera. Mierda de vida, de domingo dominguero, de mudanza, de todo.
UNO DE LOS NUESTROS
Es una simple cuestión de decencia, no tiene nada que ver con ser de izquierdas o derechas, se entiende (y lamentablemente me temo que en España los que no lo entienden, no quieren hacerlo, son demasiados, cosa del guerracivilismo epidérmico del español y de ver las cosas en blanco y negro) que tiene que haber partidos que representen la derecha sociológica en cualquiera de sus formas que existen siquiera en nuestro entorno geográfico y cultural, aquel donde por cierto más libertad y progreso se ha alcanzado de todo el mundo y su Historia por muchos matices o pegas que se puedan pegar a dicho aserto. Y ahí reside precisamente el motivo del drama que padecemos, que el partido que hasta ahora ha representado a la derecha en España no es el Partido Conservador Británico, la democracia cristiana de Merkel o los republicanos franceses, sino una banda de sinvergüenzas sin precedentes que aprovechando esa representación de la mentalidad conservadora, tradicionalista, liberal incluso con lo que esto tiene de contrasentido dentro de un partido que, para qué engañarnos, no es sino el cubo de la ropa sucia al que ha ido ha parar el franquismo sociológico. Porque la derecha española es eso a grosso modo, nacional-catolicismo en vena y más en concreto una visión de la vida, de la sociedad, de España, esencialmente estamental. Y si el franquismo fue un régimen autoritario, ultranacionalista y corrupto, pues oye, de aquellos barros...
Por eso no hay por dónde coger al PP y la inmensa mayoría de sus dirigentes. Están podridos de arriba abajo, desde el que mandaba mensajes de ánimo al tercero de sus tesoreros acusados por corrupción hasta ese Javier Maroto, portavoz de no sé qué hostias, que tiene la desfachatez, todo él es desfachatez a decir verdad, de presentarse delante de los medios todo indignado y proclamando a los cuatro vientos que no le temblará el pulso contra los corruptos de su partido, que ya está bien, hombre, que en su partido la mayoría son personas decentes. Y lo dice el pavo que siendo alcalde de Vitoria firmó un contrato vergonzoso a un conocido empresario local por el que además ha sido YA condenado a pagar una multa de más de 400.000€. Pues eso, acusado de corrupción y ya condenado, y ahí está, dando lecciones con la misma credibilidad que su jefe cuando dicen que hasta aquí hemos llegado, que no pasará ni uno -dando a entender, claro está, que hasta entonces las habían pasado todas...- y al día siguiente blinda a Rita Barberá, al fin y al cabo una de los nuestros, y ya sabemos lo que significa eso en términos mafiosos.
Y entretanto la persona que denunció ante la justicia lo de la Gürtel arruinada y en la puta calle porque la mafia en cuestión no perdona, ninguna lo hace, y ésta no iba a ser menos, las asociaciones de criminales es lo que tienen.
MENESTRA
Me acuerdo de mi padre todos los días y por diferentes motivos conscientes e inconscientes que no vienen al caso. De entre estos últimos hay uno que destaca de entre todos, al que no me puedo substraer y que no es otro que la comida. No es para menos, en los últimos años era de lo que más hablaba con mi padre cuando me sentaba a su lado, ya fuera con la excusa del programa de David de Jorge o de cualquier otro cocinero en la pantalla del televisor, o con el fin de decidir la jamada del día. Hablábamos de las recetas del cocinero de turno y muy en especial de su abuela materna, a la que recordaba con gran cariño y sobre todo como una gran cocinera. A decir verdad, mi padre se relamía de gusto cuando rememoraba los guisos y postres de su abuela materna. El tema de la cocina nos daba para mucho, no sólo para rellenar el tiempo, sino también para derivarlo a cualquier otro aspecto de la vida, era nuestra manera de comunicarnos. Por eso, y muy en especial porque hay platos que circunscribo casi que en exclusiva a mi casa y más a concreto a mi padre, no puedo evitar, siquiera haciendo un gran esfuerzo para que lo sea ya sólo por dentro, cuanto menos en público, el pudor otra de las enseñanzas, que no tara, recibidas en casa, emocionarme cuando en un día como ayer, que por eso de las prisas nos vemos en la obligación de comer de menú en la calle, van y me sacan un plato de menestra, por supuesto que de las congeladas -dime tú si no aquí en Asturias dónde vas a pillar...- y aun y todo con su rico caldito y unos trozos de bonito que ni pintados para enriquecer la insipidez de las menestras de sobre. Si ya luego la acompaño con un Solabal de Ábalos, y eso que en Oviedo también cuesta encontrar un rioja que se salga del ABC de rigor, pues ya casi que en la gloria, la huerta en el plato como remedo, acaso sólo una evocación lejana, de una verdadera menestra de temporada y la Sonsierra en la copa con ese mazazo gustativo del primer trago, una untuosidad muy de la zona y la cosa de los frutos del bosque con algo de vainilla que dicen. Pues eso, si mi padre supiera que hoy he preparado unas alubias con mejillones, seguro que, hombre tradicional como era y por lo tanto siempre en guardia ante todo lo que no está acostumbrado, primero torcería el gesto, y ya luego, tras los melindres al uso antes de decidirse a probar una cucharada, diría que tampoco están tan mal las alubias, si eso demasiado sabor a mejillón, donde estén unos sacramentos...
EN EL DENTISTA
Bueno, las cosas de palacio van despacio, qui va piano va sano e va lontano, y así en general en la consulta de mi dentista. La extracción del primer diente con su correspondiente carnicería ya para la semana que viene. Hoy apenas ha corrido la sangre, de hecho apenas he usado el hebreo para mi desahogo. Tocaba revisión del cepillado de las dos últimas dos semanas, a ver qué tal lo llevaba después de la última limpieza. Un cepillado casi perfecto, se nota que me lo tomo en serio, como que me tiro casi quince minutos en el baño cepillo en ristre. Y si no ya para la próxima después de la charleta con mi dentista, en plan fregonas y así, así de sexista, sí, acerca de cómo usar eficazmente los diferentes cepillos, el hilo dental, palillos y similares. De modo que, ya se siente, una decepción para los amantes de los relatos truculentos. Y en especial para mi hijo pequeño, que entre que mi señora tenía una reunión, el mayor clase de esto y lo otro, que no parecía muy conforme con esperarme en la terraza hasta mi vuelta, me lo he tenido que llevar a la consulta con la promesa de que allí me iban a someter a un suplicio insoportable con mucha sangre y lágrimas. "¡Pero si no te han hecho nada, si no has llorado!" Pues no, enano cabroncete, no, hoy no tocaba, si tanto te apetece me acompañas de nuevo la semana que viene. Eso y que el deber de cualquier padre es decepcionar a sus hijos en cualquier aspecto de la vida.
martes, 9 de febrero de 2016
INKISIZIOZALEOK
Eta ezjakintasuna edonora hedatzen denean izuak, konplexuak eta sasi-egiak nagusitzen dira. Orduan badakigu On Bildur itzuli egin dela gurera, noizbaiten alde egin zuelakoan baldin bageunden noski. Orduan ere nabarmen da gainerakoen adierazpen askatasuna gorrotatzen dutenak, haiek ez bezala pentsatzen ez dutenen iritzi oro iraintzat hartzen dutenak, garaitu egin direla halabeharrez. Gurean, onar dezagun behingoan, Inkizizioa faltan botatzen duten libertizidak, gainerakoek iritziak kosta ahala kosta isildu nahi duten intoleranteak parrastaka daudela:
TODO ESTABA PERMITIDO...
El Carnaval es/era el tiempo de la carne, es decir, el del desahogo, el desenfreno incluso, en medio de un calendario, una vida, condicionada hasta en el último detalle por lo religioso. Y es/ era a través de esa casi única válvula de escape que el ciudadano del común aprovechaba para dar rienda suelta a sus ganas de hacer lo que no le estaba permitido el resto del año, para flirtear con lo prohibido, con el tabú, la blasfemia más o menos disimulada. Se suele/solía hacer mediante la sátira, la broma gruesa incluso, el exceso. Y claro, quiénes si no iban a ser objeto de burla o escarnio durante esos días de descontrol permitido: el poder establecido, los llamados poderes fácticos, los mandamases civiles, religiosos y militares. Y en el mundo rural la Iglesia la primera de todas, mucho más que el alcalde o el correspondiente cuerpo armado. De ese modo, las protestas de unos feligreses pamploneses por la parodia de una procesión de Semana Santa durante el Carnaval, me ha recordado el personaje tradicional del Obispillo de Salvatierra-Agurain en Álava, el cual, lo miren por donde lo miren ciertos curas y meapilas varios metidos a antropólogos que pretenden hacernos creer todo lo contrario, cumple esa función satírica contra el poder entonces omnimodo del clero en el día a día del hombre del campo (personaje que se repite del mismo o parecido modo no sólo en otros puntos de la geografía alavesa, que es la que me viene primero a la cabeza por lógica proximidad, creo recordar que también en pueblos de la montaña y rioja alavesas, ¿Apellaniz., Contrasta, Samaniego?, no tengo el google a mano para confirmarlo, sino tambièn en el resto de España y, en general, en eso que llamamos rimbombantemente la Cristiandad de un extremo al otro del globo terráqueo). De ese modo, me pregunto si sería mucho pedir a los devotos del escándalo a cualquier precio, a los sufridos cristianos en esta sociedad impía, descreída y según ellos cristofoba, que respetaran por lo menos sus propias tradiciones ancestrales, en concreto la que tiene al Carnaval como el único periodo permitido del año para que ese vulgo zafio e ignorante que somos el resto exprese sus más bajos (re)sentimientos e instintos contra su Santa Madre Iglesia ni más ni menos que como acostumbraban a hacerlo nuestros antepasados (razón, por cierto, por la que en cuanto tuvieron la menor ocasión, como con Franco, en seguida se apresuraron a prohibir los carnavales...). Ya luego con la Cuaresma a lo de siempre, a escandalizarse por cualquier pijada, a sentirse ofendidos por la libertad del prójimo, y ya puestos, por qué no reclamar a los cuatro vientos y sin tapujos el restablecimiento del Tribunal de la Santa Inquisición; si bien mucho me da que lo van a tener jodido en el Change ese de los huevos...
Granada 5/2/2016. Redacción. SOLO NOVELA NEGRA
Nuestro colaborador > TXEMA ARINAS da cumplida y merecida respuesta a la afirmación realizada por el escritor Alberto Olmos a su articulo publicado en EL CONFIDENCIAL.
Parece ser que el escritor Alberto Olmos ha levantado cierta polvareda con su artículo en El Confidencial, La novela negra nos enterrará a todos. Afirma Olmos que la novela negra es lo más parecido a la peste negra porque es tal su predicamento entre editoriales, librerías y lectores que su éxito amenaza precisamente con acabar de una vez para siempre con la Literatura en mayúsculas. Esa y otras enormidades como la de que se trata de un género esencialmente conservador, reaccionario incluso:O, dicho con mayor malicia, la novela negra es la novela de ese obrero que vota a la derecha.El viaje por los bajos fondos que ofrecen estos libros es un viaje por todo lo que sobra para que nuestro sistema capitalista sea perfecto. De ahí que sobren los delincuentes y los mafiosos, pero, a menudo, también los homosexuales, los negros, las mujeres con iniciativa y los comunistas.También, también asegura Olmos que se trata de un género que carece de estilo porque todos los escritores de novela negra escriben igual y en el que lo único novedoso es el escenario sobre el que trascurren las tramas, he ahí la clave del éxito de la novela negra escandinava, porque en realidad la novela negra siempre es la misma.La exitosa trilogía de Dolores Redondo, por ejemplo, no aporta otra cosa al género que un minucioso repaso de la repostería navarra, con la selva de Irati de fondo; del mismo modo, Domingo Villar (salvando las enormes distancias) hace lo propio con la costa gallega. Se pone de moda la novela negra sueca, mayormente, por lo de sueca; la frontera mexicana es lo único novedoso en la obra de Don Winslow, que mata igual que se mataba hace casi cien años, o un poco peor.
Aún más, Olmos también se permite hacer de oráculo y pronostica un futuro en el que lo que él llama Literatura con mayúsculas quedará reducido en las librerías a una excentricidad, si es que todavía se publica algo que no sea novela negra dado que las editoriales han visto el filón y ya no parecen estar dispuestas a perder un duro con la poesía o a saber qué experimentos literarios. Experimentos que supongo como los que él hace, entre otros Trenes hacia Tokio (2006), El talento de los demás (2007),Ejército enemigo (2011) Alabanza (2014). Libros con mayor o menor acierto, como suele ser el caso siempre en la bibliografía de cualquier autor, pero que considero muy buenos en su conjunto, más que dignos de un tipo que pretende hacer literatura en exclusiva o, como él da a entender, con mayúscula. Sin embargo, y a pesar de la buena acogida que tienen sus libros, Olmos se queja del éxito de la novela negra porque piensa que de seguir así ésta acabará arrasando con lo que él considera Literatura con mayúscula, siquiera ya sólo que las ventas o la simple atención mediática de la novela negra sepulte lo que él hace. Alberto Olmos supura por la herida, no me cabe duda, y sin embargo, el pus que echa no deja de ser bastante inocuo dejando al lado un par de improperios o salidas de tono a lo “que se note que no tengo pelos en la lengua, que voy de malote”.Porque nada de lo que dice Olmos es nuevo. La novela negra es precisamente la reivindicación del realismo más genuino con un propósito muy claro: ofrecer al lector entretenimiento con una historia antes que el placer de epatarlo con el arte, supuesto o no, literario del autor. Así pues, y siquiera ya sólo desde ese punto de vista, la novela negra no engaña, es uno de los géneros más honrados y dignos que caben porque siempre procura ofrecer lo que el lector busca en ella; otra cosa es que el resultado satisfaga más o menos a éste. Y para ello, es verdad, en eso tiene razón en gran parte, Olmos recurre a unos esquemas o normas muy concretos que condicionan la escritura desde el inicio, esto es, la trama y en especial la verosimilitud de la misma. De ese modo, puede parecer que la novela negra siempre es la misma porque al fin y al cabo siempre habla de lo mismo: del lado más negro de la realidad. Y por eso lo excepcional en el autor de novela negra es su capacidad para ocultar esa evidencia, para crear una historia que no parezca ser la misma. Eso es lo que hace que, como el propio Olmos comenta en su artículo, haya una sutil línea que separa la escritura de Dolores Redondo de la de Domingo Villar, o la de Lorenzo Silva de la de Carlos Zanón, digamos que una resolución más ambiciosa en lo literario, un estilo más elaborado, original, más estiloso al fin y al cabo, y sin por ello dejar de ser fiel al género. O dicho de otro modo, nunca caen en la presunción en la que cayeron autores exclusivamente literarios como Juan Benet o Juan José Saer, de hacer una novela negra literaria, El aire de un crimen (1980) y La pesquisa (1994) respectivamente, de dignificarla incluso porque como género no les merecía especial consideración. De hecho, los intentos de ambos autores se quedaron a medio camino, fueron novelas negras fallidas desde el principio –aunque funcionan como novelas a secas, novelas menores de dos grandes autores- porque quisieron subordinar la trama, esto es, la esencia del género, a su talento narrativo. Otros, como Ricardo Piglia, han tenido más éxito, siquiera porque han sido más respetuosos con el género, en concreto con la trama de toda novela negra, y aun así estaría por establecer en qué medida sus pinitos en el género satisfacen más a sus seguidores que a los verdaderos aficionados a lo negro.La novela negra puede ser un género menor en lo literario si consideramos el término como algo circunscrito esencialmente a la forma antes que al contenido: pero, insisto que quizás esa sea precisamente su mayor virtud, la renuncia al arte literario en pos de un pragmatismo argumental que busca ante todo complacer a un tipo de lectores de los que muchos no frecuentarían los libros si no fuera para encontrar el entretenimiento que les promete el género. Por eso también dudo mucho de que la novela negra haya restado lectores a la exclusivamenente literaria. Más bien tiendo a pensar que simplemente ha ampliado la oferta a los que ya leían otras cosas e incorporado a los que no las leen ni leerán nunca porque lo literario sin más les aburre. Así pues, creo que Alberto Olmos debería estar tranquilo, la novela negra no es la culpable de que sus libros o los de otros autores exclusivamente literarios no se lean tanto como deberían o quisieran ellos, no es culpable de la mejor o peor comprensión lectora del español medio, y así en general, pero generalizando con ganas, del bajo nivel educativo del país. Más bien todo lo contrario, supone un estimable eslabón para acceder de la nada o poca lectura a la lectura como hábito definitivo. Otrosí, lo que hace la novela negra es ampliar la oferta comercial de las editoriales y librerías, compensar sus balanzas comerciales, incluso posibilitar que las primeras puedan editar también esa literatura de minorías que de no tener las cuentas en orden gracias los ingresos de otros géneros, dudo mucho que llegarán a ver la luz. Que al final, como teme Olmos, de no ser su temor una consecuencia de la pura y dura envidia por el éxito comercial que a él le gustaría, todo sea novela negra, esto es, lo que renta de verdad a editoriales y librerías, también lo dudo mucho, pues como ya he señalado antes, del mismo modo que muchos escritores literarios también frecuentan la novela negra (Eduardo Mendoza, Ricardo Piglia, Jonh Balville/Benjamin Black…) y viceversa (Henning Mankell, Pierre Lamaitre, José María Guelbenzu…), los verdaderos lectores, no los fanáticos de un género determinado, acostumbran a frecuentar todos los géneros sin más exigencia que la calidad del texto.*Y respecto a lo que dice Olmos de que la novela negra es un género intrínsecamente reaccionario, de derechas; pues bueno, permítanme que no pierda el tiempo comentando tamaña chuminada.
© Txema Arinas
Oviedo, 4 de Febrero de 2016
HIRUDIA
Zu eta biok
2016-02-04 / Txema Arinas - Idazlea
E
z dut inoiz gogoko izan medikuntzaren edo gaitzaren arteko gaiak jorratzen dituen literatura. Jakin, ordea, badakit literaturagai oso berezia dela gogoeta luze eta sakonak, eta beharbada oso pertsonalak eta zintzoak ere bai, egiteko parada apartekoa eskaintzen baitu. Horrenbestez, ezta harritzekoa herioa nahitaezko pertsonaia duen narratiba batek hain emaitza onak jaregin izana, eta bat bakarra aipatzearren, agian edo nire ustetan behitzat aipagarriena, Thomas MannenDer Zauberberg (Mendi Magikoa, 1924). Gurean, ordea, eta azken urteotan argitaratuak, Joxe Aranzabal arrasatearrarenMedikuak esan dit minbizia dudala (2005) edo Juan Gracia Armendariz iruinsemearen Diario de un hombre pálido (2010). Bi liburu benetan goraipatzekoak gaixoaren bizipenenen berri ematen digutenak oso ikuspegi ezberdinetatik. Nik, ordea, oso gainetik irakurri ditut, edo agian hobe nuke esatea oso urrunetik, hau da, bi istorioen nondik norakoak idazgai hutsa bailiran, nigan inolako eragin emozionalik edo ez bailuten; hau da, irakurketa akaso epelegia, gaitzaren gai nagusiarekin zerikusirik ez zuten beste alderdi batzuetan erreparatuz, besteak beste, umorean. Bai, badaude idazle kaskarrak, baina baita irakurle kaskarrak ere. Edonola ere, aitor dut nirea medikuntzaren eta gaitzaren gaiari muzin egiteko jokaera hotz bezain ganoragabekoa zela, hau da, gaioi gertutik aurre egin behar izan ez dionarena.
Anjel Lertxundiren Zu liburuarekin guztiz alderantziz suertatu zait. Lehenik eta behin, nik oraintsu gaitzarekin eta heriotzarekin zerikusi zuzen eta batez ere familiarra duen bizipen bat pairatu behar izan dudalako oso gertutik. Bigarrenik, aldiz, Lertxundik Zu pertsonaiaren minbiziaren nondik norakoen berri emateko hautatutako ikuspegiak bete-betean asmatu baitu istorioa niri behintzat guztiz atseginagoa edota hurrena egokitu zekidan. Izan ere, Lertxundik bere burua, edo hasiera batean Zuren hurkoena, senarra kasu honetan, —liburuan zehar idazlea eta hurkoena tartekatu edo lardaskatu egiten baitira—, aukeratu du protagonista. Alde horretatik nolatan ez egin irakurleak sarritan egin ohi duen ariketa ia instintiboa bere burua narratzaile edo protagonistarekin antzemanez. Gauzak horrela, gaixoaren aldamenean etengabe dagoen protagonistaren nondik norakoak ditugu irakurgai. Badira, beraz, Lertxundi edo Zuren senarraren gogoetak, liburua mamitzen dutenak, gaitzari zein heriotzari buruzko gogoetak, noski, baina gaixoaren alboan dagoenaren ikuspegitik, hau da, gaitzaren eta heriotzaren menpean ez dagoenarenak, baina bai ordea euren ondorioen mendekoa denarenak. Anjel Lertxundiren gogoetak dira, hau da, aspalditik maisu dugun idazle zinez trebe eta jori batenak. Maisutasun hori liburu pertsonal eta gogor honetan ikaragarri erabiltzen du. Zuren bitxo-aren kontrako borrokari buruzko narrazioa txit orekatua da, ondo harilkatua, oparo aberastua, hainbat aipu literarioz zein zertzelada pertsonalez eta beti bezain txukun idatzia. Irakurketa zintzo eta hunkigarria da ezer baino lehen, ni behintzat erabat inarrosi nauena, zergatik ez aitortu, Lertxundik berak dioenez, biluztea lizunkeriatzat hartzen duen gizarte baten parte ere izanda. Esan nezake, atrebentzia baldin bada ere, Zubezalako liburu batek autolaguntza generoa nola edo hala zuritzen duela, edo hobeto esanda, delako genero trauskila erabat zentzugabetzen duela, liburuetan topa dezakegun laguntza bakarra, plazebo bakarra, egiazko literaturan baitago, batez ere Lertxundiren Zu hau bezalako irakurketa zintzo eta aberats bat baldin bada.
«Halaber, ustez badakit idazten ari naizenak arrisku pertsonal askoren aurrean jartzen nauela ere: asko ez du nire ahalegina ulertuko, biluztea eta aitortza lizunkeriatzat hartzen dituen gizarte baten parte naiz». (Zu, Anjel Lertxundi).
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