jueves, 7 de abril de 2016

MICROS Y MACROS



Si hablamos de micro, macro o machismos a secas, que los hay y a patadas, que sí, es verdad, hasta el hombre mejor intencionado los comete por inercia de las costumbres, supongo que también habrá que comentar ese tan arraigado y bien visto, simpático incluso, de considerar al varón un inútil por principio y siempre en función de su género. De modo que cuando, por ejemplo y por lo que sea, en una familia la mujer falta o está de baja por enfermedad, y aquí no se salva ni la feminista más militante, no son pocas, más que pocos, quienes dudan instintivamente de la capacidad del varón para hacerse cargo de la casa en todas sus variantes, niños, comida, limpieza, etc; "¿ya va a ser capaz...? Y lo hacen ya sea directa o indirectamente, esto es, ofreciéndose para echar una mano con toda la mejor intención del mundo; "¿queréis que os eche una mano...?" Una reacción tan instintiva en algunas personas, repito que féminas las más, que a veces ni siquiera reparan en el hecho de que algunos varones realizan ya esas labores a medias con su pareja y que por lo tanto dudar de su capacidad es cuestionar precisamente aquello que el feminismo considera una reivindicación de antaño y con la que no son pocos los varones que están comprometidos incluso sin tener que proponérselo, esto es, por educación, convicción o lo que sea. Eso y que como lo señales, ya no sólo te llamará tiquismiquis la misma que luego llena su muro de memes (entiendo que la expresión deriva directamente de memo...) feministas a cuenta de cualquier idiosincrasia masculina, o la que te acusa al menor encontronazo dialéctico con ella de machito prepotente y en ese plan, también puedes estar seguro que entonces te miraran con lupa a ver cuándo y cómo metes la pata a la menor de cambio, que harán de una nadería la prueba irrefutable de que ellas tenían razón: "Hombres, no sirven ni para freír un huevo. ¿Qué huevo, si tú no has frito uno en tu vida. Da igual, hombres..."
Y no, listillos que todo lo lleváis a lo personal ya casi que por defecto. No, no estoy hablando precisamente de mi pareja. Ella precisamente no, más bien todo lo contrario, es la primera en señalar/recordar al metiche (expresión venezolana que siempre me ha prestado mucho...) de turno, que en nuestra casa ambos nos repartimos las tareas y hacemos de todo. Apostilla casi que obligada a tenor de la costumbre de algunos de traerlo todo al terreno de lo personal aunque estés hablando del cortejo del pingüino emperador..

No hay comentarios:

Publicar un comentario