lunes, 5 de julio de 2010

EL TIMO DE LA MUJER GIGANTE


Tras la caminata de rigor desde Berrozti a Vitoria por el bosque de marras, llegamos Mr y yo desde la parada de Armentia en bus al barrio de Zaramaga para ir a ver la cosa esa de la Mujer Gigante que no sé quién me había dicho que estaba muy bien para los niños. Como el bus (hacia siglos que no me montaba en uno de V, ¡¡¡¡1,10€!!!!, hay que joderse, en Oviedo, que lo cojo a veces, no llega a 0,90€, cómo se nota que...) nos deja justo a las puertas del cementerio de Santa Isabel cojo y atajo a través de éste. Confieso que me gustan los cementerios, como no a tenor de la cita que encabeza este blog, siempre encuentras algo curioso, interesante, que hace poner en marcha al coco en su versión más fabulera o simplemente desquiciada. Sin embargo, ayer a la tarde no tenía intención de entretenerme buscando epitafios, tumbas curiosas, fechas dramáticas, flores y otras emotivas ofrendas o así con Mr. de la mano y el tiempo justo. Pero, va Mr. y que le da por jugar al escondite, al corre-corre que te pillo entre las hileras de tumbas y ya cuando lo atrapo le entra el morbo y me pide que le lea lo que pone en las tumbas; aquí yace Abundio Mengano, su afligida viuda le llora desde una playa de Cuba de fina y blanca arena con un daikiri en la mano mientras la abanica un negro con...

Total que al final consigo sarcarlo del cementerio, tiene su miga decirlo así, a lo zombi, y llegamos a Zaramaga para cruzar al Boulevard. Allí nos espera una espantosa atracción de feria acampada a las afueras del centro comercial en forma de mujer tumbada, rodeada por una valla métálica y que a mí, en cuantico la vi, juro que me pareció la versión femenina del Gargantua de fiestas. Y qué te decía, en taquilla atracón al canto, cinco euros el papa y cuatro el niño para meternos dentro de la señora Gargantua. Nos recibe tras la valla, a nosotros y una familia con dos niñas, una chica en bata blanca que se presenta como la doctora que nos va enseñar las entrañas del monstruo, la monstrua, pero que a mí en cuanto abre la boca y brota su desganado acento caribeño se me antoja de inmediato una azafata en prácticas de Aerolineas Cocaina, digo... Colombiana. Ya al otro lado de la valla, la cosa empeora sustancialmente, nos hacen ver un video sobre lo que vamos a ver dentro bajo una tienda de campaña y de pie, ni una puta silla. Es empezar a escuchar la voz en off de otro supuesto doctor y echarme a temblar. My God, Mondieu, Mare de deu, ene Jainkoa, Alahu Akbar,la que nos espera. Y en efecto, nos introducen en la cabeza de la pava gigante, todo cartón, latex y demás elementos con los que se construyen las atracciones de feria, y la doctora Abigail Valdes empieza a vomitar el discursillo aprendido de memoria con menos ganas y gracia que Ibarretxe bailando sevillanas en el Rocio. Y por si fuera poco la cosa adquiere un aire de tocomocho de cuidado, como que todo consiste básicamente en que los nenes toquen la lengua gigante de latex, en espantarlos expulsando vapor por los tubos colgados por doquier, balancearte en el interior de una tripa de cartón, ver un útero gigante con un muñeco-bebe horrible y todo ello para ser vomitado cual cagarruta humana en menos de media hora de clase de ciencias a 9€ la media hora, catalán que se pone uno, una clase que consite en explicarles cosas tan enjudiosas a los niños, supongo que irá dirigido a ellos..., como que la boca sirve para comer, los ojos para ver y el culo para cagar... En fin, lo mismo que aprenden en casa o les han enseñado ya en la escuela, claro que aquí, ascolta tu, por 9€ y unos meneos.

En resumen, un timo de aquí te espero, pardillo, que eres un pardillo y encima me aprovecho de que vienes con tu tierno infante y no vas a ser tan cabrón de decirle que no al nene aunque la cosa tira para atrás ya de lejos, por favor, qué tipo de padre desalmado estás hecho que no vas a comprar la entrada... Eso sí, habría que saber qué concejal o funcionario del ramo autorizó semejante engendro a unos putos barraqueros con la excusa esa de que la cosa resulta muy didáctica y tal, patética más bien, y si añadimos el calor que hacía ayer por la tarde, la caminata que nos pegamos, que nos volvimos a pegar desde el Boulevard hasta la parada del tranvía. En fin, vaya cagada de atracción, vaya sacacuartos engañabobos, vaya soplapollas el que se tragó el cuento didáctico de los barraqueros, vaya puta mierda en suma.

2 comentarios:

  1. ME PARECE QUE ESTE SEÑOR, ES UNA PERSONA ENFERMA DE LOS OCIOSOS, QUE ANDAN POR LA VIDA NEGATIVOS FRUSTRADOS E INFELICES, POR SUPUESTO QUE ES UNA ACTIVIDAD ENTRETENIDA, DIDÁCTICA E INOLVIDABLE PARA LOS NIÑOS PERO QUE VA A SABER DE PEDAGOGÍA UNA PERSONA ASÍ

    ResponderEliminar
  2. ¿PEDAGOGIA? Perdón, en todo caso PEDORROGIA.

    ResponderEliminar