Lo comentaba antes medio en broma en el muro de un amigo; los buitres
sobrevolándonos a la manera del siervo que recordaba al general romano
victorioso durante su desfile de la victoria aquello de: "respice post
te! Hominem te esse memento! ("¡Mira tras de ti! Recuerda que eres un
hombre") Pero, coño, la verdad es que he empezado a darle vueltas a la
idea, esa puta manía que tengo, y lo que en principio era un comentario
intrascendente en seguida se me ha tornado una de esas
tinieblas que me invanden cada vez más a menudo. Hay muchos buitres
surcando el cielo de un tiempo a esta parte, parece ser que la población
de estos bichos ha aumentado tras prohibirse el vertido de sustancias
tóxicas en el monte, de modo que ahora vuelve a haber muladares por
doquier, aunque me temo que menos de los que solía haber antes. Aquí
donde estoy ahora, a las faldas del Zaldiarán a las afueras de Vitoria,
hace ya un tiempo que surcan en cielo de continuo, mañana y tarde. De
hecho, ha sido llegar a casa de mi madre hoy a la tarde, echar el resto
de ésta en el jardín de casa, y ahí estaban acechándonos desde el cielo,
uno de ellos incluso haciendo amago de descender en picado sobre
nuestras cabezas, quién sabe si tentado por el menor de mis cachorros,
tan tierno, tan potolo... Y ellos, cabrones, pájaros de mal agúero, allí
arriba tocando los huevos
miércoles, 26 de agosto de 2015
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