- ¡Qué maravilla todo esto de la digitalización de la función pública!
- La verdad es que así todos los trámites resultan más fáciles y rápidos gracias la posibilidad, cuando no obligación, todo se andará, de hacer todo tipo de gestiones por teléfono o ya directamente a través del ordenador.
- Ni que lo digas, sobre todo para nosotros.
- ¿?
- Piénsalo, ahora el ciudadano, en vez de venir a darnos la chapa con sus mierdas delante de la ventanilla y tener que aguantar sus malos modos o, para qué andarnos con remilgos, su estulticia innata en todo lo que tenga que ver con algo más que atarse los cordones de los zapatos, tiene que llamar a un teléfono en el que le atenderá una máquina teleoperadora cuyo principal y único cometido es marearlo al objeto de que no consiga acertar ni a la de tres con el número que tiene que marcar para que le resuelvan su problema.
- Y en el caso de que acierte con el número se encontrará con horas y horas de espera hasta que consiga que lo antienda alguien al otro lado del hilo tefefónico.
- ¡Equilicuá! Y eso si lo atienden, porque el objetivo principal del servicio de atención telefónica no es otro que el ciudadano desista de presentar cualquier reclamación, queja, error o por el estilo a la administración.
- ¿Y si por fin lo consigue, digamos que como consecuencia de una gran alienación planetaria en el momento justo o algo por el estilo?
- Pues entonces un compañero le explicará cómo llevar a cabo su trámite o presentar su queja a través de la correspondiente página online elaborada para la ocasión.
- ¿Y si no acierta con la página, o no sabe cómo manejarla, ya que las indicaciones le resultan indescifrables o se encuentra con todo tipo de pegas técnicas? Ten en cuenta que siempre estamos dando por hecho que todos los ciudadanos tienen que saber de todo independientemente de su edad, educación e incluso el estado de su salud mental en cada momento.
- A eso me refería con "elaborada para la ocasión". En cualquier caso, pues todavía mucho mejor para nosotros, porque una vez que le hayamos facilitado el modo de resolver su problema, si no sabe cómo eso ya es su problema y sobre todo uno menos para nosotros.
- ¿Pero no se supone que los funcionarios estamos para ayudar al ciudadano a resolver sus problemas con la administración?
- JA, JA, JA, JA. Esa si que es buena, menudo cachondo estás hecho. ¿Tú no has leído el VUELVA USTED MAÑANA de Mariano José de Larra, a que no?

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