martes, 26 de diciembre de 2017

LA BAÑERA


Ese verde asturiano con sus montes al fondo, sus prados por todos los lados y en primer plano la vieja bañera sustituida por un plato de ducha porque ya nadie tiene tiempo para sumergirse en el agua con una revista de información general a ver pasar las hojas con la última concursante de Gran Hermano o de OT en bolas. La vieja bañera en la que sus dueños bañaron a sus cachorros cuando todavía había una posibilidad de futuro en la braña y donde ahora van a abrevar, no sólo las vacas, sino sobre todo los buenos propósitos navideños con el último polvorón que atasca gaznates dando un respiro a la cháchara insustancial, más forzada y comprometedora que nunca, de las comidas familiares. La Navidad es una coartada para recordar, no cómo nos gustaría ser, sino como nos gustaría que lo demás creyeran que somos, si luego no fuéramos humanos y no supiéramos que mentimos tanto o más como hablamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario