Ese verde asturiano con sus montes al fondo, sus prados por todos los lados y en primer plano la vieja bañera sustituida por un plato de ducha porque ya nadie tiene tiempo para sumergirse en el agua con una revista de información general a ver pasar las hojas con la última concursante de Gran Hermano o de OT en bolas. La vieja bañera en la que sus dueños bañaron a sus cachorros cuando todavía había una posibilidad de futuro en la braña y donde ahora van a abrevar, no sólo las vacas, sino sobre todo los buenos propósitos navideños con el último polvorón que atasca gaznates dando un respiro a la cháchara insustancial, más forzada y comprometedora que nunca, de las comidas familiares. La Navidad es una coartada para recordar, no cómo nos gustaría ser, sino como nos gustaría que lo demás creyeran que somos, si luego no fuéramos humanos y no supiéramos que mentimos tanto o más como hablamos.
martes, 26 de diciembre de 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
INVIERNO A LA VISTA
T anto ejercicio en casa y caminata vespertina me está dejando baldado. Anoche volví a quedarme dormido hacia las once de la noch...
-
La verdad es que no le veo gracia alguna a partirle la cara a nadie con un objeto contundente, ni siquiera por el detalle de que haya sido c...
-
Dentro del saco sin fondo que contiene todos los mitos, tradiciones y puros atavismos que, según entendidos, conforman la identidad vasca, p...
No hay comentarios:
Publicar un comentario