TIEMPO DE PANDEMIA


Desescalada vinícola (chorradas del "preposconfinamiento").


Suelo tener en casa botellicas que me traigo en cajas desde el terruño. Casi siempre prefiero variar la bodega en la convicción de que hay mucho donde elegir y si algo es bueno seguro que ya repetiré. No obstante, no suelo beber entre semana, alguna que otra birra con el buen tiempo, y prefiero reservarMe para el finde. Así pues, cuando llegó el confinamiento por marzo apenas tenía un par de botellicas en la despensa que desaparecieron en seguida. El resto del confinamiento tuve que aprovisionarme con lo que había por el barrio. De ese modo cayeron varios monovarietales de garnacha de Campo de Borja, un delicioso tinto de Requena, ambos recuerdos del último viaje a Valencia pasando por Teruel, varios Prioratos y algún que otro Ribera. Pero, ay amigos, la tierra tira mucho, el paladar está ya biográficamente hecho al Rioja, y en casa prefiero vinos de la Rioja Alavesa. El caso es que, como apenas nos podíamos mover del barrio, las últimas semanas habíamos caido en una monotonía de Luis Cañas, Izadi y Luis Alegre, lo único que encontraba alrededor de mi calle a las afueras de Oviedo. Ni tan mal, claro está, tres vinos de aupa la Oyonesa; pero, coño, insisto que soy muy de variar, probar, abeja de flor en flor que se dice. Así que ha habido noches durante el "confitamiento" que he soñado con Solagüen, Mitarte, Aimarez, Tierra, Ostatu, Gómez de Segura, Medrano Irazu, Besa, Artadi, Alutiz, Primicia, Ruiz de Viñaspre, Landaluce, Valserrano, García de Olano, Fernández de Pierola, Fuidio, Baigorri, Pascual Larrieta, Bello Berganzo,  Remirez de Ganuza, Dominio de Berzal, Gorrebusto, Heredad de Aduna, Basoco, Casado, Pérez de Loza, Pago de Larrea, Laukote, Vallobera, Eguren, Herrigoia y otros muchos más... en fin, nombres que brotaban de mi subconsciente beodo sin proponérmelo como si fuera verdadera poesía Pues eso, cosas del confinamiento, había que resistir por el bien general. Por suerte, ya estamos en la fase 2, y como mi señora ha vuelto al trabajo en su oficina del centro, por fin hemos podido ampliar el elenco enológico a elegir aprovechando que en el centro de Oviedo viven todos como marqueses y hay casi de todo. Yo le había pedido un Ostatu convencido de que donde ella iba lo tenían. Me ha venido con un Biga de Luberri que..., bueno, bien, por regla general no me entusiasma, como muy sedoso y así, pero, la verdad es que hoy me ha sabido a gloria bendita; así estoy yo escribiendo semejantes chorradas. De cualquier modo, cosas de la desescalada; me temo que cuando por fin pueda viajar al txoko voy a tener que solucionar yo soluto los problemas de la salida del vino acumulado en las bodegas por culpa del coronavirus. Tranquilos, que no no será de golpe, no soy un animal, en esto no, joder, si hasta escribo poemas, me refiero a lo largo del verano. Y si hace falta, por el calor y así, hasta me lo tomo en kalimotxo. 



Nunca asimilaron que la lucha contra la tiranía fue, es y será siempre legítima y sobre todo necesaria. No, porque fueron precisamente ellos, o los suyos, los que sostuvieron al tirano y se beneficiaron hasta hoy de su tiranía. Por eso no distinguen entre terroristas y luchadores por la democracia. Y por eso mismo convendría también que ciertos cuellos demasiado largos pasaran por... el juicio de la Historia.



Qué barbaridad, no me puedo creer que la Guardia Civil manipulara un informe para intentar derrocar al Gobierno! ¡La Guardia Civil no hace esas cosas, es lo único decente que nos queda en España!
-Sí, claro.
-¿Cómo que sí claro, qué insinúas, que manipulan?
-Me estoy acordando de lo de Alsasua.
-¿De verdad te crees las mentiras de los terroristas?
-Creo lo que vieron mis propios ojos en el vídeo donde...
-¿Qué pasa, que todos los vascos sois proetarras o es que os enseñan a insultar a la Guardia Civil desde pequeños en vuestras "kokakolas", o como se llamen los colegios donde os lavan el cerebro para que odiéis a España?
-¿Yo? Pues mira, tan de la ETA como el médico especialista en Medicina legal y forense y especialista en Antropología y biología forense de la Universidad Complutense de Madrid Francisco Echeberria. Pero, tranquilo, que no te voy a pedir que leas el informe sobre la tortura en el País Vasco entre 1960 y 2010, que dirigió con la participación de reputados expertos internacionales en el tema y donde se establece que los malos tratos y el uso de la tortura fueron sistemáticos como parte de la estrategia de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en su lucha contra ETA. Un informe del que, por cierto, se ha hablado muuuuuy poco en los medios españoles dada su gravedad, prácticamente nada. Pero claro, si el propio Marlasca se negó a investigar todas y cada una de las denuncias por torturas cuando era juez y estaba al frente de la lucha antiterrorista, y eso a pesar de que varias de esas denuncias fueron ratificadas más tarde por el Tribunal Europeo en cinco ocasiones... No, demasiada información y además muy detallada y contrastada. Si eso me conformo con que escuches el testimonio del doctor Echeberria de su propia voz. De hecho, aquí va otro de propina. Este ya mucho más personal donde el doctor habla de lo que desgraciadamente fue rutina durante mucho tiempo: "Todos sabíamos lo que ocurría cuando esa persona se presentaba de noche en el cuartelillo..."
-Ya, Etxeberria, otro de la ETA...



Leo muy de mañana que Salud detecta un rebrote en Lleida. Veinte personas se contagian tras celebrar juntas una fiesta en una discoteca. Sería ingenuo escandalizarse porque un porcentaje nada desdeñable de nuestros conciudadanos se comporten como si todo hubiera pasado y se tratara de empezar de cero como el día anterior al confinamiento, incluso como si el peligro de contagio no fuera con ellos porque eso es cosa de viejos que, si no se mueren por el Covid19, no tardarán en hacerlo por cualquier otra cosa. Lo veo a diario en la calle, incluso lo observo en mi entorno cuando cierta persona muy cercana a mí me dice que prefiere enfermar que privarse de un beso de sus nietos o de que le venga a casa alguien que bien puede ser asintomático sin saberlo. En fin, todo muy previsible dado que la idiosincrasia que nos caracteriza no es precisamente la de los chinos o lo coreanos, tan disciplinados ellos, obedientes si se quiere, y sobre todo conscientes de la cosa esa de supeditar el yo al nosotros. Características todas ellas por las que acostumbran a merecer el desprecio apenas disimulado, y con no pocos ribetes racistas, de los muy listos y libres occidentales que ven en ellos gente sumisa y sin personalidad al mismo tiempo que siguen adelantándonos en prácticamente todo.


Luego cometo un fallo de manual para mi salud mental. Sí, leo uno de los comentarios a pie de página que dejan los lectores al hilo de la noticia: "Y cómo detectaron que se infectaron en esa fiesta? ¿ Empezaron a estornudar y se fueron a que les hiciesen los test a urgencias? Es todo muy raro, últimamente nos cuentan historias para defender una vuelta al encierro y a la cárcel." Y claro, lo primero que te preguntas es qué razón podría tener nadie, o el Gobierno en concreto, para volver a encerrar a la población en sus casas a la vez que la economía se hunde definitivamente y salta ya todo por los aires. La misma pregunta que me hacía hace una semana cuando toda una presidenta de una comunidad autónoma afirmaba tajante que el Gobierno de España quería arruinar la capital de su propio país por vete a saber qué motivo oculto que solo a una mente verdaderamente perturbada, estulta o ya definitiva e irremediablemente infantiliizada se le podía ocurrir. ¿Lo piensan de veras, piensan dos veces lo que dicen, es que solo son capaces de pensar en corto, piensan a secas?



En fin, estamos simple y llanamente a merced de nuestra propia estulticia. Claro que, a la vista de tanto campeón que antepone su libertad de hacer lo que le salga de su cojonera por encima del bien común, o de cualquier otra consideración que para ellos siempre será una conspiración de tipo comunista-bolivariana-etarra-feminazi para instaurar la enésima pesadilla orwelliana a la carta, puede que sobre todo a merced de la de los demás.



Creo sinceramente que a algunos habría que ponerles en punto muerto la sesera porque, para el uso que hacen de ella, mejor así. 




Consejos paternos

Habla solo lo necesario, hijo, por si las moscas.

No opines de nada, hijo, tú solo escucha.

Acepta las cosas como vienen, hijo, no te queda otra.

No destaques en nada, hijo, solo trae problemas.

Sigue la corriente a la mayoría, hijo, es peligroso no hacerlo.

No aspires a nada, hijo, no merece la pena.

Aplaude siempre, hijo, a los poderosos, a los más fuertes, a los triunfadores.

No exijas justicia, hijo, pensarán que eres idiota.

Renuncia a dejar huella, hijo, solo recibirás burlas.

No esperes recompensa alguna, hijo, por ser honesto contigo mismo.

Sé infinitamente mediocre, hijo, solo así podrás ser moderadamente feliz.



-Claro, claro, ya veo por dónde cojea usted. Resulta que como no comparto su ideario político típico de un judeo-bolchevique maricón, y pienso que los alemanes somos una raza superior que debería someter el mundo bajo su yugo, como creo que los judíos no son personas sino ratas que habría que exterminar por el bien de la humanidad, ya tengo que ser un nazi totalitario que odia la democracia y los derechos humanos. Bonita manera de descalificar a un honrado patriota alemán. ¿Quién es el sectario, quién? En fin, típico de la izquierda... 



-Pues, la verdad es que me habría apetecido mucho salir a dar una vuelta por ahí; pero, con el lío este de las franjas horarias, miro a la calle y solo veo manadas de soplapollas haciendo el mandril con y sin banderitas, por lo que ya no sé cuándo empieza el horario infantil y todavía menos cuándo acaba. Y tampoco es cuestión de que me pongan una multa, si bien no tanto por salir a deshoras, que también, como por haberle gritado a cualquiera de los subnormales que berrean su descontento sectario y ombliguista que se metiera por el culo su puta bandera y no pusiera en peligro todo el sacrificio hecho durante dos meses y pico para intentar mitigar los efectos de la pandemia. Yo es que tengo un pronto muy malo.


-¿Y el derecho de libertad de expresión?



-Eso ya para los mayores...

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