viernes, 1 de junio de 2012

IDAS Y VENIDAS - MSO



Acabo el último dietario de Miguel Sánchez-Ostiz, IDAS Y VENIDAS, como siendo uno de mis escritores más leídos y admirados no quiero caer en adulaciones de esas que carga el Diablo, prefiero entresacar algunos párrafos del mismo para el que quiera, ya que de eso se trata desde este humilde y casi que ignoto rincón, de compartir el entusiasmo y a ser posible también contagiarlo, le tome la medida al mismo. Los dietarios es lo que tienen, un género harto peculiar porque, según tenga a bien su autor, puede oscilar entre la pura ficción con la cotidianidad del escritor como mera excusa literaria,   una plataforma como otra cualquiera para dar rienda suelta a la maestría narrativa, o puede que también, si ese es el ánimo del que lo perpetra, una ocasión más que propicia para saldar cuentas con el prójimo o el entorno al amparo de la supuesta inanidad de lo escrito en un mundo que ya apenas lee y si lo hace es poco más que en camarilla, de amigos, incondicionales e incluso parientes. De modo que quien dice ejercicio literario también puede decir terapéutico; anda que no se queda uno poco a gusto ni nada cuando ha vomitado por escrito sus demonios, siquiera ya solo más ligero. En cualquier caso, yo no sé si es el caso de MSO, no me voy a especular si le nota esto o aquello en tal párrafo o en ese otro. No es asunto mío, no me interesa, ni con este ni con cualquier otro dietario de cualquier otro autor. Allá ellos y sus intenciones, el resultado de lo escrito, si es más o menos atractivo por lo que dice y cómo, es lo único que importa. En el caso que nos compete MSO ha demostrado ya hace mucho que es un maestro del género, al cual imprime tanto su muy personal estilo narrativo como vierte sus igual de personales, puede que también intransferibles, rumias, neuras y buenas y malas querencias. Podría resultar obsceno esta incursión en la intimidad notariada del autor, de lo cotidiano y también de lo pero él lo ha querido así desde el momento que decide hacerlo público, y por lo tanto susceptible de ser puesto al juicio ajeno, insisto en que de eso va el género. Suerte que MSO lo hace con una franqueza encomiable y sobre todo reconocible, tanto en lo de reconocerse como un simple observador sin otra ínfula viajera que recoger por escrito lo que tiene delante y poco más, como en su empeño en echar la vista atrás sobre lo escrito y preguntarse hasta qué punto fue justo con lo que puso ahí, si no cargó la pluma en exceso por lo que fuera que ese día le empujaba a ello, incluso si todo lo que lleva escrito tiene alguna razón de ser distinta a la del puro placer de escribir, ser leído y para de contar. 

La elección de los párrafos también es aleatoria, por supuesto, según la noche que uno tenía el lápiz le animaba a uno a apuntar esto o aquello, y aquí tampoco son todos.

"Que algunos de esos pubs con sabor a tradición pertenezcan a alguna cadena de "pubs tradicionales" tiene para el bebedor compulsivo la enorme ventaja de no producirle desconcierto. Puede ir de uno a otro, creyendo que siempre está en el mismo".

"Con haberla visto lo suficiente te conformas. Tu visión es por fuerza tan parcial como superficial. Casi siempre. Incluso si pasas años y vives en tu agujero no haces otra cosa que achatar tu mirada. Acabas viendo aspectos, detalles, cosas que los habitantes del país no han visto nunca o ha olvidado: la inadvertencia es la peor servidumbre de la rutina."

"A juzgar por algunos anuncios que ofrecen el rebusco de ancestros y escudos nobiliarios, te das cuenta de que aquí (Irlanda), tierra de hambruna y más emigración, también cunde la gente se hace los sesos agua para encontrarse una genealogía que le convenga a su particular fantasía: la de ser alguien, la de ser por descender de una tierra y solo por eso o con esa medalla como añadido, la de estar emparentado con algún título, la de ser algo y dejar de ser poca cosa o uno más, la de pertenecer a alguna tribu con derechos documentados..."

"No hay tierra que así merezca la pena de ser vivida. No hay tierra que en condiciones de secuestro cierto merezca la pena, escenario de tu pequeña vida, de tu pequeña verdad. No hay, al cabo, paisaje como patria que valga cuando uno no puede ser uno mismo, libre, autónomo, señor de su casa de palabras. Mejor el exilio, para poder construir tu casa, para poder al cabo defender la única casa que merece la pena de ser defendida, la de las palabras en libertad."

"De la soledad hacen elogio quienes no la practican. Es una impostura y un lugar común literarios. Resulta lírica y prestigiosa. Como el fracaso, la soledad, el apartamiento, el emboscamiento extremo (como el que propone Jünger) adornar la puesta en escena."

"Al Jaime Herrero pintor lo conocí algo más tarde, en un viaje a Oviedo, en una comida con Paco García Pérez, en un restaurante en el que no había oricios porque se los había comido todos un magistrado."

"Los mismos comentaristas que lo silenciaron durante décadas lo jalean ahora y se las dan de entendidos, de estar al tanto, de saber... Y Pinilla mira todo esto de modo algo enfurruñado, legítimamente enfurruñado, sosteniendo lo que en otro momento le valdría el cariñoso apelativo de amargado: que lo sacaron de la escena literaria a empujones, que la editorial Destino se burló de él y que no mereció ni una línea en alguna antología. Pinilla no se fue, lo echaron. Y ahora lo reciben con los brazos abiertos con el mismo equipaje. Hablar de granujas es poco."

"Les oyes elogiar páginas de Thomas Bernhard, porque toca, porque viene en el guión, porque les suena y hay que estar, y te das cuenta de que representan con fidelidad de doctrinos todo lo que Bernhard execró en vida: el saco de humo de las fundaciones, las academias, los patronatos musicales, filosóficos, literarios, los cenáculos de los impostores, el patriotismo de la casta, la doble moral, la falsa esperanza, las idílicas humanidades con las que arrebatarle la conciencia al más pintado y las palestras en las que se expande humo a peso de sabiduría oxoniense..."

"El recuerdo de Hugo Halmiton en Sangre Impura. No eres lo suficientemente vasco o navarro o abertzale o español, ni lo suficientemente de izquierdas, ni lo suficientemente nada... No puedes apartarte de la ortodoxia que te marquen los brujos de la tribu. Esta, aquella, poco importa... sí, pero no enmascares con grandes discursos, la certeza de que no tienes que gustar por decreto a todos. Tú pisas un terreno de arenas movedizas. Y ese terreno no es seguro. No pretendas que nadie te acompañe en ese viaje.

"No se estila. No hay reparación alguna, sino olvido por decreto. De hecho, jamás ha habido ni la más remota intención de reparar nada."

"Andar por el bosque por las buenas no es de gente normal."



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