lunes, 24 de enero de 2022

IÑAKI Y AINHOA

 


Venga pues, un poquito de salsa rosa, sí. Anoche pensaba que el tema iba a monopolizar la cena con la cuadri por la cosa esa de que, para una exclusiva que surge en nuestra negra provincia flaubertiana, vamos a exprimirla a base de bien. Pero, al final tuve que ser yo quien sacara el tema para no quedarme con las ganas. Y eso que reconozco que no puede haber asunto que me la traiga más floja; pero, así no tanto las reacciones de mis paisanos, las cuales siempre son susceptibles de nutrir lo que sea que me venga en gana para mi territorio mítico o literario particular, de chichinabo, claro; no te voy a escribir de las obras y milagros de los lobos de Wall Street o las aventuras de un cazador de osos en los Urales.
Así también aprovecho mi condición de copiloto en el viaje de vuelta a las Asturias para echar el rato rastreando cosas de la parejita -no todo va a ser intentar descifrar el tratado lógico-filosófico de los cojones de Wittgenstein-, y me encuentro esta y suculenta crónica y declaración de un paisano a cuenta del barrio donde creció Ainhoa, el cual yo solía frecuentar a menudo de pequeño porque tenía y tengo familiares:
“Este era un barrio muy humilde en la época. Así que ahora que no vaya de pija”, dice un antiguo compañero de San Ignacio, el colegio público en el que ella cursó la EGB, ubicado en Adurza, una zona industrial con pisos típicos del desarrollismo de los años sesenta donde en tiempos estuvo la fábrica de bicicletas BH y la de las barajas Fournier; un lugar muy alejado del ambiente señorial de arboledas y palacios de indianos que rodea la casa de la matriarca de los Urdangarin, Claire Liebaert."
¿No me diréis que no es precioso? El periodista se ha marcado todo un novelón decimonónico (o una telenovela turca para los de la LOGSE) en cuatro líneas. Sólo le ha faltado mencionar a los malos del folletín: la princesa despechada, la suegra y reina boba y meapilas y, cómo no, el suegro que enseñó a robar al chiquillo y emérito huido de las Españas. Pero, lo mejor el apunte sociológico: "..que no vaya de pija ahora.. que es de barrio obrero." Delicioso, todo el resentimiento social en una sola frase, verdadero orgullo de clase: "¡Recuerda de dónde vienes!" Y ella una heroina en toda regla, de esas que se ponen el mundo por montera, rompen las cadenas con las que la tribu quiere atar siempre a los suyos a su carro, y les lanza un contundente y "emponderador": "¡Anda y que os den por culo, yo con mi coño hago lo que quiero, y si me quiero follar al Duque Empalmado, tranquilos que no voy a ir a la Asociación de vecinos de Adurza a pediros permiso..." Di que sí, Ainhoa, qué hostias, pues, que les jodan a todos.

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