domingo, 20 de diciembre de 2009

Navidades intolerantes, es el mensaje feliz de las muñecas de UPN...


Mira tú que cosa, mientras en la CAV se quejan algunos de la imposición del Olentzero como un elemento alógeno a las sanas y ancestrales costumbres del pueblín, a destacar vitorianos de toda la vida, gente de orden, tradiciones a lo NODO, religión por un tubo y sobre todo convicciónes y conocimientos sobre el resto del país no poco más allá de la sombra de la torre de San Miguel. En la vecina Pamplona, ciudad de otro tanto, de gente amante de la tradición, el orden y la religión, si bien con una destacada y acreditada alma cunetera, pues que a la alcaldesa Barcina, la supernavarra de Santurtzi, vuelve a amenazar con multar a los que tengan la poca vergüenza de ejercer sus derechos ciudadanos como si este fuera un país libre y saquen al Olentzero por las calles de Iruñea la víspera de Navidad. Ya lo hizo el año pasado, que cosió a multazos de hasta 24.000€ a las asociaciones vecinales de San Juan, Txantrea y la Milagrosa, que mandó a sus munipas a parar las kalejiras radicales-etarras- Y es que a la Barcina y a sus comilitones de UPN no les gusta el Olentzero, lo consideran un elemento subversivo, cosa de abertzales asesinos y en ese plan, pero sobre todo cosa de vascos que ponen en peligro la sacrosanta integridad de su Navarra foral y española, esa que según la historia oficial pidió a gritos ser invadida en 1512 y que prácticamente recibió a las tropas castellanas con los brazos abiertos, txistorra y patxarán (por lo que se ve, lo de Amaiur y Noain, por supuesto, sólo fueron algaradas de los cuatro radicales de siempre...). Cosa muy curiosa cuando si de alguna parte es el Olentzero de marras es de una zona muy concreta del norte de Navarra, que es donde surge y se ha celebrado secularmente antes de extenderse fuera de Aralar y alrededores al resto de EH, qué importa que por iniciativa nacionalista, con la perversa intención de arrinconar al genuinamente español Papa Noel, sí, ese personaje de origen escandinavo que en Atlanta vistieron de rojo para promocionar la Coca Cola, o porque a la gente le ha caído en gracia y de ahí su rápida acogida; por cierto, muy curiosa, muy de paletos de verdad, esa percepción de cierta gente acerca de que lo de fuera nos hace más cosmopolitas por principio, y lo de aquí mismo, lo propio, en cambio, como que da grima, prácticamente le sigue el juego a ETA y en ese plan,es para dar en locos. Y ya se sabe, no se puede permitir que la gente haya asumido al carbonero navarro como propio, haciendo de lo estrictamente local quizás un poco menos, un elemento identitario de lo vasco por muy inventado que sea, pero claro, es vasco, así que vade retro Satanas, quiero decir, Olentzero, que vienen los del EBB, Otegi y compañía, la andereño con las rebajas... Claro, eso algunos no lo soportan, se sienten amenazados porque creen que se lo van a poner hasta en la sopa, meta un borono con txapela en su casa cada 25 de diciembre, por Dios, con lo finos que semos en esta casa del niño jesús de toda la vida y arriba..., pobres hijos míos que en lugar de unos reyes como está mandado, de Oriente, ahí es nada, les va a repartir los regalos un paleto de caserió. En fin, algún día la sicología antes que la política o la historia explicará ese extraño proceso de vacio mental, de auto odio, por el que la derecha navarra en particular ha conseguido, primero convencerse ellos mismos, y luego a su parroquía, de que todo lo vasco, lo propio, es peligroso por principio, viene de fuera, aunque sea de aquí al lado empezando por sus antepasados, y además con malas intenciones, como sólo pueden venir todos los que no piensan como uno. Tanto o más como el hecho de que algunos sean mentalmente incapaces de aceptar que las tradiciones sólo existen en la medida que uno las quiere, que si los demás adoptan otras distintas a las que estábamos acostumbrados eso de ningún modo significa que nosotros estemos obligados a renunciar a nada, a no ser que la sola existencia de lo que nos es extraño ya nos moleste, nos dé miedo, que no entendamos que puedan convivir en un mismo sitio todo tipo de costumbres y querencias,como si hay que celebrar el Hanuka judío o la fiesta del cordero, siempre que a uno le pete, faltaría plus, incluso que pueden hacerlo a la vez como el caso de los Reyes y el propio Olentzero, que no es una cuestión de quién estaba antes, quién es más de aquí de mi pueblo, sino una mera cuestión de suma de voluntades individuales. Habrá que explicárselo en vano, porque van de mandaos a lo suyo, a los munipas que salgan este miércoles y jueves a multar y repartir estopa entre los Olentzeros de los barrios de Pamplona, los cuales como todo el mundo sabe son un nido de radicales proetarras de ahí te menees, qué triste, pero que triste, y entretanto ese gordinflón lapón de rojo descojonándose en su trineo... ¡¡¡¡VIVA LA NAVIDAD POR DECRETO MUNICIPAL!!!!

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