viernes, 13 de septiembre de 2013

RELAXIN CAFÉ CON LECHE IN PLAZA MAYOR




El 90% de los españoles, ni más ni menos, apoyaba la candidatura de Madrid para los JJGG del 2020. Claro, claro, y el que no, ese 5%, pues los de siempre, gente mala de necesidad, malos españoles (demasiados pocos incluso si tenemos en cuenta que oficialmente, esto es, según el imaginario del españolito de a pie, el porcentaje habitual de los que son tachados de tal, esto es, la plana mayor de los perros catalanes o los hijos de puta de los vascos y algún que otro gallego enfermo, y esto siempre según las descalificaciones tal cual las leo u oigo casi que a diario y en boca o letra de personas que incluso se tienen por sensatas, sensibles y hasta sabias, que la intolerancia hacia todo aquel que no comulga con tu propio credo no sólo campea por las barras de los bares con el orujo al lado... tanto que si haces cuentas no te queda otra que concluir que ha debido haber gente en la Herriko de Hernani con los dedos cruzados para la que se las concedieran a Madrid o algo por el estilo…) Y eso los malos españoles por principio de acuerdo con la prensa del movimiento, como si por alguna razón tuviera alguna importancia el hecho de ser buen español, vasco, vecino del barrio bilbaino de Otxarkoaga o socio de Real Oviedo, vamos, la de todo se mueve alrededor del único fin de defender lo establecido, desde la La Razón a La Sexta, quiero decir, críticas las justa para guardar la ropa, para que nos vean, y todos a una, "España, España... y el príncipe estuvo que se sale, que discurso, qué dicción, qué guapo, qué futuro tiene el cabrón, qué de todo, chup, chup, chup...ahhhhhh. Porque luego están los malos españoles camuflados entre la masa uniforme y obediente que no agitan la bandera que Dios manda -Dios o en su defecto la televisión, que para el caso...- y/o berrean las consignas que les dictan desde tan altas estancias, no te vayan a señalar como uno de esos bichos raros, retorcidos, culos de mal asiento, aguafiestas, listillos, notas, siempre jodiendo la marrana con lo de eso no porque bla, bla, bla... No hombre, no, estos días tocaba prietas las filas y el que se mueve a por él, como con la Roja con el mundial de los cojones y en ese plan; “¿cómo se puede ser tan mala persona para no vibrar como yo lo hago con los éxitos de La Roja, Fernando Alonso o Nadal, estás enfermo o qué te pasa, terrorista? Por el deporte al cielo, España una unidad de destino en el campo de césped o sobre el asfalto. Si esto del hombre corriente corriendo a hacer bulto para que no lo señalen, puro instinto de supervivencia o ganas de darle algún sentido a la existencia de cada cual ya lo puso por escrito Canetti con su "Masa y Poder", si es que no hay nada bajo el sol en esto de crear unanimidades de postín, apoyos sin fisuras, todos cortados por el mismo patrón, bailando la misma conga, poco me importa si es a lo me tiro de cabeza a la fuente de la Cibeles al grito de "soy español, español" o el de "español el que no bote, español…" junto a la txozna de Gestoras o de lo que sea durante las fiestas patronales de Hernani –fijación la mía, joder-.; para el caso, la misma mierda, el arrobo de la manada contra el de al lado, el reconocimiento de la misma a través de la negación o la ofensa al otro. Eso no tiene nada que ver con el orgullo de ser de aquí o de allí, con reivindicación alguna por muy justa o no que sea, porque eso si quieres, os sentáis y lo discutís como personas civilizadas, y ya si luego pues se vota o lo que sea, eterna envidia al Reino Unido, a Canadá, a... Lo otro es ir de borrego por la vida, bailar al son de TVE y por el estilo, escurrir el bulto propio en el ajeno, cualquier cosa antes de pensar por sí mismo, darse a los matices, a las contradicciones, ay, ay, que me mal dispongo con éste o con el otro, que me niega el saludo o me echa de su facebook, que no acierto con lo políticamente correcto, ¿tú en qué fila te pones...? 

Porque entre tanto de eso va la farra, de que antes de cagarla todos a una con Madrid 2020, oe, oe, oe, oe... y ya luego de cabeza al deporte nacional de hacer leña del árbol caído. Y éste en la mayoría de los casos tan repugnante como la unanimidad a toque de corneta. Porque al fin y al cabo en seguida descubres que deriva de lo mismo, es decir, más de la frustración de no haber alcanzado el objetivo cuando tanto lo deseabas, cuando estás tan convencido de merecerlo, de que sí, joder, que sí, que eso era el recopón, el bálsamo de Fierabras para paliar la crisis de marras, siquiera para que se olviden de lo de Bárcenas. De repente tocan a degollina, que si la culpa de tal o cual, que si somos esto o lo otro también por su culpa, que si no tenemos solución por culpa de... Como si aquellos que os dan por culo a diario los hubieran puesto en sus poltronas la Divina Providencia. Que no, majos, ni siquiera los que las recibieron de regalo, no os engañéis, ya sabíais cómo eran y lo que iban a hacer los que los eligieron a dedo porque el concepto que tienen ellos de las formas en democracia no es muy diferente del que tiene la mayoría en su vida privamos. O es que es precisamente ahora, al día siguiente de la gran hecatombe, como consecuencia de la gran resaca de descubrir de un día para otro que todo eso de lo que presumíais era, no sólo la gran pamema, sino además motivo de chufla para todos aquellos que sólo ven en esa actitud a unos pueblerinos encantados de haberse conocido, "Madrid is Fun. The Olympic Games are not only a celebration of sport; they are also a celebration of life. And I Assure you, no one celebrates life like the Spanish People do! There is nothing quite like a relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor...", vamos, versión CEO del "oye payo, dame algo, que tengo un arte que lo reviento…”, es cuando os dais cuenta de que los tipos que os mangonean desde sus poltronas lo hacen porque no tienen intención alguna de cambiar el modelo productivo que nos ha llevado a donde estamos, que siguen siendo los Grandes Señores del ladrillo los que dictan sus agendas porque, vale pues, ya no hay burbuja, pero algo habrá que hacer, llámalo Eurovegas o lo que nos habríamos llevado crudo de todos esos megaproyectos pendientes de rematar o iniciar con tan olímpica coartada. Pensadlo para la próxima vez que oigáis hablar a un científico español de lo que se podría hacer en su campo –y aquí no me seáis paletos, para variar, borrad de vuestra cabeza la imagen del tío con bata blanca, probeta y microscopio a lo Flipy de El Hormiguero y pensad en el que va a la oficina de patentes y monta su empresa para producir, crea…- con menos de una cuarta parte de todo el dinero que pensaban gastar para la cosa esa que pensaban celebrar en lugar de la Mancha de cuyo nombre ya no me acuerdo…

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