El dolor de los demás es horrible. El dolor de los demás te hace sentirte impotente, no sabes qué decir, sabes que no puedes hacer nada por mitigarlo. El dolor de los demás es inabarcable, inimaginable, y aún así no puedes evitar intentarlo recurriendo al que quizás has sentido alguna vez, o al que sospechas que podrías sentir en el caso de estar en su pellejo. El dolor de los demás es de una tristeza infinita porque tú te vas, sigues con tu vida y no puedes evitar sentir la sensación de que siempre hay algo obsceno en ello, algo acaso demasiado cruel, injusto.
lunes, 14 de agosto de 2017
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