viernes, 21 de mayo de 2010

DEL DRAMA AL PATOS EN POCOS PASOS Y MUCHOS MUERTOS

Que esta entrada sobre ETA al hilo de la noticia sea considerada por uno mismo como una excepción a la regla, eso después de toda una vida con el tema a cuestas, aunque mucho temo que todavía la inmensa mayoría de los vascos (siquiera los que se tienen por tal y también los que aún habiendo nacido y vivido en el país no se consideran como tales por lo que sea, o acaso menos que otros, o dependiendo del día, el estado de ánimo o estado etílico, que de todo hay como ejemplo de hasta qué punto la vasca es una sociedad completamente desquiciada, prejuiciada, anacrónica en muchos sentidos y profundamente ignorante de sí misma y sin embargo amante como poco de mitos y prejuicios completamente ágrafos y distorsionadores de la realidad, pero bueno, es lo que hay) no es consciente, no somos, de la perversa influencia que ha tenido ETA en nuestras vidas, ya sea porque no queremos darnos cuenta, no nos interesa perder el tiempo en retrospectivas, o porque todavía es demasiado pronto para ponerse a ello, creo que da la medida del hartazgo, e incluso verdadera repugnancia, que ETA provoca a estas alturas de la película, por cierto, mala de necesidad.

Ahora bien, te pones a pensar sobre los salvapatrias que detuvieron ayer en Bayona, según Rubalcava y compañía el enésimo dirigente de la cosa y sus lugartenientes, y no puedes evitar un sentimiento de desprecio infinito no sólo contra ellos, sino sobre todo hacia lo que representan, y que ya no es un drama como cuando mataban a diestro y siniestro, cuando imponían la ley del terror a todo un país y mantenían bajo un fiero puño de hierro a amplios sectores de la población y a más de un ayuntamiento o barrio de su amago de Euzkadi independiente. Eran tiempos dramáticos porque moría gente y otra sufría no sólo la amenaza diaria sino también el rechazo de los fanáticos, los hooligans del pensamiento único o la limpieza ideológica. Todo desprendía un hedor a la Alemania nazi que echaba para atrás, todo. Todavía hay algo de ello, seguro que hay lugares del país donde hay gente de bien que siente el aliento de los asesinos y sus adláteres a sus espaldas. Que todavía pueden hacer mucho daño, matar, desgraciadamente no es un lugar común como les gustaría creer a muchos, sigue siendo una probabilidad.. No obstante, los hechos son tercos como pocos y la verdad es que la serpiente ya ni se mueve con la libertad con la que lo hacía antes, ni su mordedura es tan habitual ni tan letal, la serpiente está acorralada y molida a palos, y por si fuera poco, los que la azuzaban con un palo para que mordiera al vecino ya no están tan orgullosos de su animalico y todavía menos aún convencidos de su eficacia como elemento intimidatorio, de hecho muchos empiezan a temer que se vuelva contra ellos.

Sea como fuera, la jeta de morroskos iluminados de Karrera y companía (a destacar la tal Aranalde que salió de la cárcel para reincorporarse a la organización en un ejemplo de que algunos, no es que tiren al monte, es que no tienen otro sitio adonde ir) como antes la de alucinado del Therry o la de asesino en masa del Txeroki, no sólo carecen del halo presumidamente romántico en el que les envolvían los suyos al estilo de la triple Tx ( Txikia, Txomín, Txikierdi...) (con toda seguridad tan fanáticos y descerebrados como los últimos, pero todavía con el prestigio que sólo les daba las armas y la cuenta de resultados en forma de cadáveres sobre la mesa, todo al más genuino estilo de los mafiosos a lo Soprano, los cuales, desprovistos de su capacidad asesina sólo dan en horteras sin graduado y poco más), sino que además evidencian con su idiocia generacional y su ineptitud otro tanto, hasta qué punto toda la carga dramática de ETA y su entorno ya no lo es tanto como patética. Porque eso es lo que desprenden con su empeño en perseverar en un camino a ninguna parte, en su más que evidente ceguera sobre todas las cosas, su aislamiento cada vez más abismal de la sociedad de la que proceden, el rechazo que provocan por parte de cualquier persona de bien, de cualquier persona normal, patetismo, sólo eso.

Ahora bien, decíamos otras veces que lo de ETA y demás mastuerzos ya hacía tiempo que había dejado de ser un asunto meramente político, ni siquiera policiaco, para serlo exclusivamente siquiátrico. Pues bien, creo que dentro de las disfunciones que aquejan a los pobrecicos habría que tener muy en cuenta el handicap de la edad, pues cada vez es más evidente que sólo los más jóvenes, los mas parvos y mentalmente incompletos, insisten en una lucha o lo que sea que hasta los antes cabecillas de la cosa, los más criminales incluso, empiezan a cuestionar desde la cárcel o el exilio, y como muestra ahí está el Abasolo Sistiaga, la Gisasola o el Txelis rellenando folios a favor de una salida negociada e incluso de un perdón a las víctimas (por no hablar de algún verdugo como el Lasarte, casi una docena de asesinatos a cuesta, que se sale de la disciplina de la banda para vivir como un preso común cualquiera, precisamente él, que representa lo más genuino de ETA, tirar del gatillo, no vaya a ser que por no hacerlo le venga a uno de repente una idea, un sentiemiento o algo parecido...)

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