VILLA CAMPEÓN

Lo más curioso de todo este embrollo del Hoffa asturiano, el histórico y carismático líder minero de sindicato SOMA, y dejando a un lado las implicaciones políticas, morales o exclusivamente sentimentales del asunto -aunque hoy destacaría, en medio de la avalancha de declaraciones de estupefacción y enfado de sus antiguos compañeros de partido y sindicato, la reacción del ex-presidente socialista del Principado, Juan Luís Rodríguez-Vigil, el cual asegura no sorprenderse de nada y ya de paso aprovecha para lanzar alguna que otra pulla al entorno de Villa-, es el hecho de que todo esto de sus fondos ocultos, milloncejo y pico, haya salido a la luz como consecuencia del empeño de éste en aprovecharse de la amnistía fiscal impulsada por el gobierno del PP, lo cual además llevó a cabo al mismo tiempo que encabezaba las protestas mineras, Marcha Negra a Madrid incluida, con las que se pretendía la retirada del proyecto del gobierno de Rajoy para el cierre de la minería asturiana. ¿Qué esperaba este hombre, que Montoro desaprovecharía la ocasión de filtrar tarde o temprano una noticia que era y es todo un misil en la línea de flotación del sindicalismo minero asturiano y por extensión también de la de la UGT y el PSOE? ¿Tan ingenuo o necesitado estaba el tal Villa, o los que lo asesoran, de creerse lo de la confidencialidad -término que en el diccionario no escrito de la RAE sobre los dobles y verdaderos significados de las palabras en castellano viene a ser: "sí, por supuesto, no diremos nada, claro que siempre y cuando no nos convenga, faltaría más, que tontos no somos" que prometía la amnistía del PP a los defraudadores españoles? Y ya puestos. ¿Para qué coño quería tanto dinero un tipo que apenas salía de vacaciones, que presumía de llevar una vida espartana, cuyo mayor placer no era otro que fumarse tremendos puros habanos y las jamadas y demás en el chigre de turno, que todo su prestigio, todo su caudal humano, se circunscribía a la leyenda construida alrededor de su persona? ¿Acaso pretendía retirarse con más de setenta años a las Seychelles con alguna mocina veinte años más joven que él? En fin, a saber, misterios de la condición humana.