domingo, 5 de abril de 2015

OFICINA DE (DES)INFORMACIÓN...


En la oficina de (des)información de una de las seis ciudades principales de Galicia de cuyo nombre no me quiero acordar para no perjudicar a terceros.

-Hola, buenos días. ¿Me podrías dar informar sobre el museo "..."?

-¿El museo qué?

-El museo "..."

-¡Ah, sí, joder, no me acordaba! -risas del chaval que atiende el mostrador de la oficina de turismo, tipo junco, rostro alargado hasta extremos de pintura del Greco, barba de chivo que nunca acabará de cerrar el ciclo velludo alrededor de su cara, pico de cuervo por nariz, gafitas valle-inclanescas, se diría que es este mismo de joven, reencarnado, muy del lugar.- Es eso que han hecho para los críos, interactivo que le dicen.

-¿Ya merece la pena ir a verlo para que disfruten los niños?

-Bueno, es un estilo al Domus, pero mucho peor...

-¿Que teníais envidia de los de la Coruña y...

-Sí, va a ser eso, sólo que el de aquí no va nadie a verlo...

-Vaya por Díos. ¿Y qué otra cosa merece la pena visitarse en esta ciudad?

-Pues hay una especie de acuario, pero...

-¿Nada que ver con el de la Coruña?

-Exacto, tú lo has dicho.

-Pues no sé, era por no tener a los críos todo el día paseando y viendo cosas para nosotros.

-Hay un zoo que da bastante pena, la verdad sea dicha...

-No, si ya me imaginaba... -sonrisas en la cara de un servidor, su señora y el chaval que nos atiende- ¿Y aquí por lo antiguo o el centro, qué se puede visitar?

-Buffff, está la iglesia de...., pero tampoco es que sea una maravilla. Aquí la verdad es que quitando la zona de bares...

-No me digas más; ¿otros bares?

-Pues sí, para qué...

-¿Engañarnos? -momento en el que las sonrisas dan ya directamente en carcajadas.

-Bien, muchas gracias por la desinformación.

-De nada, para eso estamos.

-¿No nos vas a preguntar de dónde venimos?

-¿Para qué, apunto nacionales y ya está? -el chaval y nosotros que ya prácticamente nos partimos el culo ante la cara atónita de la compañera, una moza abobada a la laca de por vida, a la que se le ve que no le hace maldita la gracia la escena, que va a ser que el colega está de prácticas o algo por el estilo, yo qué sé.


En fin, que salimos sin tener más ideas de aquella con la que entramos; pero, eso sí, qué risas nos hemos echado, qué momentico, lástima que el chaval no se pueda venir con nosotros a mojarlo.



*Aviso, no hay nada de ficción en este relato, en este no.
*Ya si eso para informarse acudir a google, también desinforma un rato, pero a veces acierta otro, como con el sitio donde sirven el mejor pulpo en Pontevedra, Casa Fidel, tasca de toda la vida, uno de esos sitios donde no verás entrar a un moderno por equivocación y precios de aquí, esto es, del planeta tierra. Vamos, nada que ver con la tomadura de pelo al uso de Santiago y sus pulpos gomosos y cortados en láminas para estafar turistas (con honrosas excepciones como el Gato Negro y algún otro).

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