viernes, 25 de abril de 2025

EL CÓNCLAVE


 

 Sueño que soy el Espíritu Santo y que el Jefe -o sea, yo mismo también, por lo de que el Jefe es uno en naturaleza pero existimos los dos juntos con su chaval, que vete a saber dónde andará éste, no asienta la cabeza ni..., siendo así tres personas coeternas y consustanciales, lo que significa que..., ¡bah, déjalo!, si esto no lo entiende ni Dios, o sea, él, yo, el chaval...- me llama al cónclave para elegir al nuevo Papa.

- No podemos permitirnos que los curillas..., quiero decir, los cardenales, elijan a otro papa comunista.

- ¿Bergoglio comunista?

- ¿Qué otra se puede decir de un Papa obsesionado con la justicia social y que estaba todo el día dando la murga con lo de la fiscalidad a lo más ricos, poner la economía al servicio del hombre, reducir la brecha entre pobres y ricos, y así en general todas esas mierdas de los zurdos.

- Yo creo que Francisco I no era de izquierdas ni de derechas, que era sólo cristiano. La doctrina de la Iglesia...

- Ya sé, ya, la Iglesia de los pobres y toda esa mandanga para consumo del rebaño. Pero, no te engañes, todo este tinglado que tenemos montando aquí en la tierra se sustenta en una sola idea: convencer a los de abajo para se resignen a su mala suerte con la promesa de que en la otra vida les irá mucho mejor.

- Y entretanto a aceptar todo lo establecido como si fuera...

- El orden consustancial y natural de las cosas. Sí señor, así me gusta, las cosas claras y el chocolate espeso.

- ¿Y qué se supone que tengo que hacer yo como Espíritu Santo?

- Pues mira, como no quiero que se repita la jugada de los curi... cardenales eligiendo a un campeón de los pobres y tal, no más campañas de imagen para captar adeptos entre los memos. A partir de ahora me voy a regir única y exclusivamente por el principio de "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer."

- No entiendo.

- Que se acabó lo del libre albedrío de los cardenales. Quiero que elijas un papa cualquiera de la Historia y, sobre todo, que represente los valores eternos de nuestra Iglesia con la dignidad acostumbrada a lo largo de nuestros 2000 y pico años.

- ¿Un papa muerto?

- Exacto, buscas uno cualquiera en el Google esa milagrero que tenemos para estas cosas, eliges a un candidato cualquiera de las muchas quinielas que salen estos días, y le imbuyes del espíritu del papa elegido.

- Ya estoy en ello. El problema es que va a costar elegir uno medianamente decente.

- ¿Qué insinúas?

- Pues que es ponerme a buscar uno cualquiera así por encima y me encuentro con Dámaso I que se dedicaba a vender como esclavos a mujeres y niños, incluso a monjas. A Benedicto IX que asesinó, violó y participó en adulterio a la vista de todo el mundo, por no hablar de que envenenó al Dámaso de antes. A Urbano II el de las Cruzadas con su famosa y tan "cristiana" proclama: "Todos los que mueran en el camino, ya sea por tierra o por mar, o en la batalla contra los paganos, obtendrán la remisión inmediata de los pecados. Esto les concedo por el poder de Dios con el que estoy investido”. A Pablo III que, entre otros crímenes, llegó a asesinar a su propia madre solo para heredar su fortuna. A Sergio III que ordenó que su predecesor papal fuera estrangulado hasta la muerte. A Bonifacio VIII que fue probablemente el único Papa en la historia que admitió que ni siquiera creía en Dios y se declaró ateo, aparte de ser descrito en la enciclopedia católica como “casi ningún crimen posible omitido: herejía, inmoralidad grave y antinatural, idolatría, magia, simonía…, todo su pontificado fue un registro del mal”. Al valenciano, quiero decir, el Borgia, que...

- ¡Basta, es suficiente! Ya sólo falta que me menciones a Pio XII y sus cositas con Hitler...

- Oye, yo lo que veo en los anales del Papado. Ahora, si eso resucito el espíritu de Juan XXIII y que el próximo papa nos monte el III Concilio Vaticano.

- ¡Sí, hombre, una polla como olla! Mira, vamos a dejarnos de tonterías, elige uno al azar, a ser posible de cuanto más atrás mucho mejor para que sea de los que a mí me gustan, y luego ya iremos viendo.

- De acuerdo, al azar. Ya lo tengo: ¡Benedicto III! Ahora mismo voy y introduzco su espíritu en...

- Tú eres subnormal. ¿Benedicto III?

- Sí. ¿Qué pasa, pues?

- ¡BENEDICTO III ERA UNA MUJER, LA LLAMADA PAPISA JUANA, UNA LISTILLA GAFAPASTAS QUE SE HIZO PASAR POR HOMBRE PARA LLEGAR A LO MÁS ALTO DE LA CARRERA ECLESIÁSTICA Y QUE SÓLO FUE DESCUBIERTA CUANDO DIO A LUZ AL FRUTO DE SU PECADO CON UN EMBAJADOR ALEMÁM!

- ¡Joder, no me acordaba! Y no me chilles que somos la misma persona y me retumba en el oído.

- ¿Qué pretendes, un papa feminista y además erudito, otro listillo como el Rantzinger? ¿Un Pablo VI con vulva? ¿Y qué será lo siguiente, mujeres sacerdotes? Ya puestos mejor elegimos al mismísimo Diablo, seguro que nos iría mucho mejor.

- ¡Y yo qué sabia! Además, ¿acaso ya no se examina manualmente los atributos sexuales del nuevo pontífice a través de una silla perforada? ¿Ya no proclama nadie lo de: «Duos habet et bene pendentes» (‘tiene dos y cuelgan bien’)?

- Encima cachondeo. Mira, a tomar por culo la lista de los papas. He tomado una decisión Ahora mismo te plantas en España y ordenas cardenal a Federico Jiménez Losantos...

- ¡Cómo!

- Como sea, que para eso somos todopoderosos.

- ¡Pero un papa como Federico Jiménez Losantos sería una pesadilla en toda regla!

- Tal cual...

DONOSTIKO ASTE SANTUA


 - Gorroto ditut Aste Santuko giza-oldeak!


-Ze ba?

- Guztiz etsigarriak begitantzen zaizkidalako; jendetzak senari uko egin ohi dio zentzugabekeriari men eginez gezurrezkoak diren idolo batzuk gurtzearren.

- Aste Santuko prozesioetaz ari zara, ezta?

- Ez, Donostiko Alde Zaharreko turistetaz pintxotan dabiltzala...

ZER EGIN DEZAKET ZUREKIN, AMA?!


 

Dena dago inoiz baino ederrago,
Edonora begira zaudela distira,
Udaberriminak ekarritako bizipoza.
Baina zuri galdetzekotan
Dena sekula baino lardaskatuago,
Hau kuxidadea, hau, lotsa eta pena,
Behar bezala atontzeko hamaika lan.
Zer egin dezaket zurekin?
Betikoa, bai, dena hankaz gora,
Denok alperrak eta arduragabekoak,
Noiz edo noiz erabateko desastrea.
Baina, zureari erreparatzekotan
Ilunean bizi zara betidanik
Ez dakizu ezer eta inor ederresten
Etsiak jota bizi gara denok zure alboan.
Zer egin dezaket zurekin?

PESADILLA SE SEMANA SANTA


 

 Todos los años la misma pesadilla por Semana Santa. Sobre todo en cuanto enciendes la caja tonta y te aparece el "péplum" de turno con el nazareno como protagonista o, siquiera y como en Ben Hur, haciendo un cameo. Ahora incluso todavía peor porque te puedes dar de bruces con la versión gore de Mel Gibson, "La pasión de Cristo", la cual viene a ser como la de Pasolini pero dirigida por un integrista católico en lugar de por un comunista ateo. Eso sí, jamás se les ha ocurrido programar "La vida de Brian", ya me dirás tú por qué...

Pues resulta que sueño que estoy con mi señora de vacaciones en Tierra Santa para asistir a las celebraciones de Semana Santa en su lugar de origen. Un destino curioso para un ateo practicante como un servidor; pero, si eso vaya usted a hablar con mi subconsciente, yo ya paso de intentar entenderme en cualquiera de los aspectos de mi atormentada existencia.
El caso es que estoy asistiendo al Vía Crucis del Nazareno como si de verdad estuviera dentro de la peli de Mel Gibson, que por lo que parece es la más fidedigna a los sucesos ocurridos en aquel tiempo en Tierra Santa, o al menos eso nos quiere hacer creer el alcohólico antisemita australiano, viendo cómo arrastra el primero la cruz bajo la lluvia de latigazos que le propina el típico legionario romano encabronado por su destino en una tierra tan árida e ingrata como la provincia romana de Judea en lugar de poder estarlo en Dalmacia a orillas del Adriático con una copa de vino aguado en una mano y el miembro viril y erecto de un efebo ilírico en la otra. Y en eso que el Nazareno no puede más y deja caer la cruz sobre el asfalto.
- ¡A ver, tú, el de la gorra, ayuda al condenado a portar su cruz!
- ¿Yo?
- ¿Te lo tengo que explicar en latín?
Conste que al principio me resisto; pero, son los cabrones de entre el público que me rodea los que me empujan para evitar así que los legionarios se fijen en ellos. En fin, tampoco será para tanto cuando se puede ver el Monte del Calvario desde aquí, la Vía Dolorosa que le dicen. Eso y que se trata de un madero, joder, no de una piedra de 200 kilos como las que levanto cada mañana para entrar en calor antes de ponerme a escribir.
- Tú descansa un poco si eso, que ya llevo todo el peso yo -le digo al Nazareno en un acto de piedad lógico tras verle tan demacrado y cubierto de sangre al pobre.
- No, es un peso que debo llevar sobre mis espaldas.
- ¿Pero quién cojones te obliga ahora que estoy yo aquí para ayudarte?
- Mi padre desde los cielos.
- Pues eso en mi pueblo se llama ser un cabrón de cuidado, da igual si es tu padre, tu suegra o tu asesor fiscal. Claro que vete a saber qué le has hecho a tu viejo para que te someta a semejante castigo.
- Estoy aquí salvar a los hombres de sus pecados.
- ¡Hostia tú! ¿Como el Pablo Iglesias? Pues sí que lo tienes merecido.
- ¡Oh Padre celestial, ten piedad y misericordia de mí!
- Oye, que yo en el fondo te admiro. Todo lo que sea cuestionar el orden establecido, y más aún si es para luchar contra el invasor romano, merece todo mi respeto. No te creas, si yo también fui muy abertzale cuando era joven, eso sí, en plan de los de Mario y Juan Marí, luego ya me dio por darle al coco y empecé a ver cosas que cada vez me convencían menos; vamos, como a casi todos los "sordos".
- ¡Ten piedad y misericordia de mí!
- Me parece a mí que empecinarse en el error, vamos, como soléis hacer todos los entusiastas de la fe de turno, no es precisamente lo más intel...
- Ten piedad...
Y no acaba de recitar su letanía cuando veo que el Nazareno aprovecha un descuido de los legionarios que nos escoltan, se ve que unas rameras están llamando su atención enseñándoles los pechos desde las ventanas de un lupanar que da a la calle, para desaparecer entre la multitud.
- ¡Oigan, que aquí el amigo... -advierto a los legionarios para que luego no haya malentendidos.
- Tú a callar y tira "p´alante" -tremendo latigazo.
Por lo que se ve los funcionarios del estado, y aquí poco importa si son los del Imperio Romano, el Inem, del Gobierno Vasco, la Dipu o de cualquier otra administración pública, son todos iguales en todas las épocas y situaciones, vamos, que al menor imprevisto procuran hacer la vista gorda como si no hubiera pasado nada y seguir con el procedimiento que tienen entre manos como el que no quiere la cosa para no tener que rendir cuentas luego. Total, que no tardo en verme crucificado en lo alto del Calvario de marras sin comerlo ni beberlo.
- ¿Pero cómo hostias he acabado yo aquí? -pregunto a los dos fulanos también crucificados que me acompañan a cada uno de mis costados.
- ¿No eras tú el Rey de los Judíos?
- ¡Qué cojones voy a ser el rey de nada, si yo estaba aquí de vacaciones con mi señora!
- Pues vete tú ahora a quejarte al Poncio Pilatos.
- ¡Algo habrá que hacer porque yo no pienso comerme este marrón por culpa de hijo de Dios!
- Sí, podemos cantar los tres juntos:
"Some things in life are bad
They can really make you mad
Other things just make you swear and curse
When you're chewing on life's gristle
Don't grumble, give a whistle
And this'll help things turn out for the best.
Always look on the bright side of life
Always look on the light side of life"
Always look on the bright side of life
Always look on the light side of life

HIRIA


 

    Norberaren hiri txiki edo erdipurdikoa.

Infernu zirtzil bat hitz gutxitan esanda.

Zure deabru guztiak arin-arin dantzan
Dagokizun tragikomediaren antzeztokia.



Desgogora bizi zaren oholtzaren gainean
Maiz antzezle guztiak txarrak ala gaiztoak

Batik bat atseginen duten hiritar zintzoak

Kezka-poz guztiak bilduta euren zilborrean.



Ororen aldagaiztasuna maite duten jatorrak

Hiria bilakatzen dute gogo betizuen kaiola

Auzokoekiko atsekabeak inori ez dio axola

Hau ezin da, ez da egokia, denak sorgorrak.



Nahitaez erabakiko duzu noiz egin ihesa

Horrela bakarrik egurastuko duzu gogoa

Zenbat eta asagoa, orduan eta askeagoa

Gerora bai piztuko zaizu itzultzeko interesa.



Itzuli zara zure buruarekin topatzeko berriz

Hiriko txoko eta bazter bakoitza oroitzapen

Sekula zinez itzuliko ez zarelako egiaztapen

Zinena, zarena eta izango zarena bereiziz.



Gogokoa hautatzeko ez dago paradarik

Ze bestela beti itsasora begira dagoena

Kresala baita gogo ustela uxatzen duena

Lehorreko hiriek ez dute inora ihesbiderik.

TXAKURRAK ETA

 


- Ezin dizkiedala galleta puskak eman etxe honetara etortzen diren txakur guztiei?
-...
- Eta zergatik ezin diet galleta puska bat edo dena delakoa eman? Zer hostia gertatzen da, denak gaixotuko al dira edo zer? Etxea zakurrez beteko al zaigu ala?
-...
- Benetan, beti egiten dudan guztiari trabak jartzen, beti umemoko bat banintz bezala tratatzen!

ALBAHACA O NADA


  

    Sueño que soy cocinero en una trattoria de lo viejo de Bolonia. Una familia compuesta por un matrimonio italiano y sus dos hijos acaba de recibir los “fusilli con cozze e vongole" que preparo con ajos, una salsa al vino blanco, pimentón y una salsa hecha con un fumé de pescado, todo ello aderezado con parmesano y albahaca. Una receta que, y ya sé que está malo decirlo y mira lo que me importa, me sale de rechupete. Pues en eso que uno de los críos, el pequeño preadolescente con pinta de no salir de su puta cueva si no es para vaciar la vejiga o el vientre, donde debe pasar la mayor parte del tiempo jugando a la maquinita y pelándosela mientras espera que a que se le bajen nuevos juegos en ordenata, vamos, uno de esos críos que parece haber sido traído al mundo para poco más que dar por culo al prójimo, va y llama la atención al camarero.


- Scusi? Potrei parlare con il maitre? Non mi piace il basilico nella pasta.

Como puede que no estéis muy familiarizados con la lengua de Dante, y siquiera por esta vez que me siento generoso y tal, me voy a tomar la molestia de traducirlo.

- ¡Disculpe! ¿Podría hablar con el maitre? No me gusta la albahaca en la pasta.

- Cosa vuol dire que no ti piace il basilisco ne..., perdón, tremendo pedante, sí-

¿Cómo que no te gusta la albahaca en la pasta?

- En la carta venía “Fusilli con cozze e vongole”, pero no decía nada de albahaca.

- ¿Tú no sabes que la mayoría de los platos de pasta en Italia llevan albahaca?

- Me da igual; no me gusta la albahaca.

- Mira que esta albahaca es fresca, recién cortada esta mañana en nuestro pequeño huerto del patio que hay detrás del restaurante.

- Me da igual; no me gusta.

- Pruébala a ver si te gusta.

- Si digo que no me gusta es que no me gusta.

- ¿Y qué quieres que haga, que coja el plato y retire uno por uno todos los trocitos de albahaca para que el señorito pueda comer la pasta a su gusto?

En eso que reparo en los rostros de los progenitores de este mocoso pajero suplicándome que no monte un pollo y complazca a su criatura como seguramente están acostumbrados ellos a hacer todo el rato desde que lo trajeron a este mundo.

- De acuerdo. El cliente siempre tiene razón… aunque sea un pedazo de “coglione”

- ¿Perdone, el qué?

- Que ya quito la puta albahaca, ya.

Al rato salgo de la cocina para llevarle yo mismo el plato “desalbahacado” al niñato de los cojones. Y en eso que empiezo a ver cómo otros adolescentes reunidos en la sala levantan la mano y, sin darme tiempo incluso a preguntar uno por uno, empiezan a pegar voces.

- ¡A mí no me gusta la panceta en la carbonara!

- ¡Ni a mí el queso en la boloñesa!

- ¿Por qué tiene que ser verde el “pesto”?

- ¿Es necesario que el “risotto” sea de arroz?

- ¡Odio el tomate en la pizza!

- La “lasagna”…

Siento que la vena del cuello se me hincha como pocas veces antes, vamos, que si no me da el ictus ya definitivamente es más que probable que acabe corriendo la sangre en la trattoria porque por algo llevo en ristre el cuchillo con el que pico la albahaca en una mano y en la otra el rallador del queso.

- A ver, pandilla de niñatos hiperconsentidos, generación de cristal, que os han educado para que creáis que tenéis derecho a todo con sólo pedirlo. Las cosas son como son, no como a vosotros os gustaría que fueran para satisfacer vuestra ignorancia, falta de gusto o simples antojos. Si no os gusta la comida italiana o cualquier otra como se ha venido comiendo desde hace siglos, como la come todo el mundo que tiene un poquito de conocimiento de las cosas, pues no comáis nada y ya está, mira que será por hamburgueserías de mierda; pero, a mí no me vengáis jodiendo con vuestros caprichitos de niños consentidos, camada de pequeños tiranos maleducados que van a crecer en la convicción de que el resto del mundo tiene que estar a vuestro servicio para complaceros en todo y por todo. La vida no es así, y cuando os deis cuenta de que el resto de adultos no son como vuestros padres y que además estos no van a estar siempre a vuestro lado para evitar que os frustréis al menor contratiempo, ya será demasiado tarde. Por eso os aconsejo que empecéis a asimilar que si salís fuera de casa y pedís una pizza ésta siempre llevará tomate, el risotto se hace con arroz por pura lógica, el pesto es verde por lo mismo, la boloñesa lleva queso siempre y la carbonara panceta a la italiana, es decir, "guanciale", además queso "pecorino", claro. Porque de lo contrario no serían lo que son, serían otra cosa. De modo que si me pides “fusilli” con mejillones y almejas, o te apartas tú mismo los trocitos de albahaca, o haces el esfuerzo ingente de probarla como la hago yo, vamos, como se ha preparado de toda la puta vida, a ver si así te gusta. Ahora, eso sí, yo siempre le echo albahaca a mis “fusilli” y seguiré haciéndolo por muchos mocosos gilipollas y malcriados que vengan a comer a mi establecimiento. En mi trattoria se come lo que yo hago y como yo lo hago. Ya luego en vuestra casa como si os metéis los mejillones por el culo o líais porros con la albahaca. He dicho.

Y en eso noto que mi señora esposa me coge del brazo a la vez que me grita.

- ¡Txema, deja de gritarme al oído, por favor! En serio, qué suplicio el tuyo con la comida. Mira, si tan mal lo pasas que luego hasta tienes pesadillas, la semana que viene cocino yo la pasta del viernes; pero, que después de la bronca que le has montado al pequeño este mediodía por la albahaca, todavía sigas dando la murga en mitad de la noche…”

- ¡Ahora mismo voy a la cocina a comerme lo que ha sobrado!

- Eso, eso, toda la albahaca para ti.

- Porca miseria....

    

CUL DE SAC – NEREA ARRIEN

 Reseña publicada en HOJAS SUELTAS - Diario de información cultural


 «Nos despedimos de Betty y de su tristeza americana por un día. Por si acaso, la meto en el enorme maletero del jeep, sólo ahí puede caber un personaje gigantesco como ella. Dos mujeres que ha salido del laberinto del casco viejo y acaban de vencer a una bestia de os mares para están desnortadas y sus manos firmes no necesitan de cigarrillos para esconder la inestabilidad. Muevo las marchas, sujeto el volante, me arreglo la melena, hago de todo menos fumar. Élodie abre la ventana y saca la mano emulando una ola. Tararea una canción de moda: Quédate que la noche sin ti dueleee. Quiero pensar que me la dedica. Dejamos atrás el pueblo y corzos, zorros, gatos que se unen a nuestra gesta por la carretera A63, una fauna de felicidad nos acompaña de vuelta a Atererrizar. Antes de llegar al cruce, los elefantes pesados se han sentado en las pestañas de Élodie. El peso de la tranquilidad cae en sus ojos. Hacía mucho que no la veía dormir. La arropo con la mantita de croché que mamá me hizo antes de nacer. Me doy cuenta de que nunca lo había hecho hasta ahora.” CUL-DE-SAC —Nerea Arrien—

Reseña:

Cul-de-sac (Alberdania, 2025) es la primera novela escrita en castellano de Nerea Arrien (Lekeitio, Bizkaia, 1976), una escritora que ya ha acreditado en lengua vasca y con creces, no sólo un oficio, sino, sobre todo, un estilo propio que hace de ella una de las voces más interesantes de la literatura en los idiomas con los que trabaja. Y cuando digo con creces me refiero a que atesora a su todavía tierna edad, lo de tierno siquiera ya sólo porque una escritora como Nerea parece ser siempre una revelación en cada uno de sus libros, una buena recua de premios y además en diferentes géneros. En literatura infantil y para jóvenes fue premiada por Atrapa Eguna (Premio Farolillos de Papel, 2018), en narrativa corta por los cuentos Kaxarranka Matrioska recibió los premios Julene Azpeitia y Gabriel Aresti respectivamente, y en poesía se alzó con el prestigioso Premio de poesía Xabier Lete VI por su penúltimo trabajo, Zoonomia, 2022. Y como no hay escritor de raza que si precie sin su cuenta pendiente con los laureles, yo me atrevo a opinar que también debería haber sido premiada en su momento por su libro de relatos Jende Likidoa, 2021, una verdadera joya narrativa, tanto por lo original de su planteamiento con el mar, siquiera ya sólo ese olor a kresala (salitre) de fondo que distingue los pueblos costeros como escenarios aparte de cualquier otra realidad, como un personaje más de cada una de las narraciones, como porque significó la consagración definitiva de una voz única en la literatura vasca; nadie escribe en euskera como lo hace Nerea Arrien y además de lo que escribe, verso suelto donde los haya.

De modo que, cómo será de buena escritora —¿he metido ya lo “de raza”?—, que ahora va la lekeitiarra y nos obsequia en castellano con un ejercicio literario en toda regla. Algo así como refrendando que, por lo menos para ella, la lengua no deja de ser una herramienta que maneja a su gusto para lo que le venga en gana. Arrien quería escribir la historia de la difícil relación de una madre y su hija en castellano, cada una a un lado de los dos extremos en los que parece dividirse biológicamente la existencia femenina, la hija con su primera menstruación y la madre con un pie en la premenopausia, un antagonismo generacional donde el dolor es siempre una alegoría del paso de tiempo, eso si es que en realidad no hablamos del mismo personaje enfrentado a sí mismo en épocas diferentes, vamos como si la hija fuera poco más que la réplica del personaje maduro, como si en realidad no lo fueran los hijos por definición, y lo ha hecho demostrando que su estilo tan personal, tan lírico, libre e introspectivo, supera con creces cualquiera de esas barreras que algunos suelen pontificar que existen entre una lengua y otra, máxime si se trata de una lengua en apariencia tan distante del castellano como puede ser el euskera.

Cul de sac es una maravillosa exhibición de talento literario desde la primera a la última página, un verdadero y continuo tour de force de la autora para dejar la impronta de su talento literario, tan a rebosar de metáforas e imágenes dejan al lector siempre una sonrisa y puede que mucha envidia a cualquiera con pujos de escritor. Tal es así que cada uno de los capítulos breves en los que se divide el libro podrían leerse por separados como si fueran poemas en prosa. Y puede que ahí esté también otras de las claves de este libro; el goce literario y estético que la autora asegura al lector en cada uno de sus capítulos. Y no es para menos porque todo el libro rebosa de guiños humorísticos y referencias tanto a lo cotidiano como a la cultura popular de nuestros días, casi que hasta a Netflix y los protagonistas de Mad Men sin ir más lejos, verdadera mitología actualizada de los Ulises y las Penélopes de nuestra época. Todo esto como constancia de una escritura tan libre y desacomplejada, pero nunca desnortada y todavía menos obvia a tenor de lo que suele ser lo habitual en eso que algunos han dado en llamar literatura femenina cuando dicho género no existe del mismo que no existe su contrario, todo es Literatura y apuntar lo contrario un muy mucho de sectarismo interesado o por el estilo, a la que no queda otra que rendirse a poco que ames la extraordinaria capacidad la buena literatura para contar con tanta sutileza como desparpajo una historia en apariencia normal, cotidiana, en puridad mucho más que las incompatibilidades, cuando no la hostilidad pura y dura, entre una hija y su madre a partir de cierta edad en la que unas se creen más mayores de lo que son y otras se resisten a aceptar que no son tan jóvenes y desobligadas como las primeras.

Dicho lo cual, y tal como parece ser la norma en este tipo de reseñas, ahora tocaría buscar o ya sólo mencionar algún referente literario con el comparar este Cul-de-sac de Nerea Arrien, y, aunque estoy seguro de que cualquiera podría encontrar muchos más autores de fuste que yo con los que equiparar, o ya sólo relacionar, la prosa esencialmente lírica, desinhibida, deliciosas subjetividades a granel y sobre todo divertida de la lekeitiarra, voy a ser muy sincero y por eso confesaré que en cuanto empecé con el libro lo primero que me vino a la cabeza fue la prosa de uno de mis escritores de cabecera, Antonio Lobo Antunes. Pero no sólo porque se trata en mi opinión del máximo exponente de la prosa lírica, alegórica y por supuesto que desacomplejada, nadie como Lobo Antunes nos ha hablado de Portugal y los portugueses con un estilo tan único, inconfundible e inimitable, ni más ni menos que lo que ya es el de Nerea Arrien en cualquiera de los dos idiomas en los que se expresa, sino también cuando afirma cosas como: “Escribir es escuchar con más fuerza las voces que te hablan. Solamente tienes que traducirlas y organizarlas. La escritura, si la ves mejor, es un delirio organizado”.

© Txema Arinas – Todos los derechos reservados.  Oviedo, 01/04/25

jueves, 10 de abril de 2025

LINCHAMIENTO ONÍRICO


 

  He tenido una pesadilla de las gordas a cuenta de un encontronazo, o acaso sólo semi, que tuve a la mañana con una de las empleadas de uno de los super del barrio. Una empleada a la que ya tenía medio cruzada porque es con toda probabilidad la persona más desagradable que uno se pueda imaginar atendiendo al público. Cuando está de cajera no sólo no intercambia palabra alguna con los clientes, en realidad ni los mira, como si le diéramos asco o algo así, sino que ya la he visto maltratar en varias ocasiones a clientes de cierta edad a los que suele responder de una manera cortante, displicente, desabrida, la mayoría de las veces ni mirándoles a la cara. a cualquiera de las pejigueras que estos le plantean. Con resto no se atreve a tanto, conmigo al menos no; pero, lo que digo, la mueca de sempiterno fastidio por la razón que sea no se la quita nadie.

Pues resulta que ayer por la mañana al ir donde la empleada que estaba en la frutería para que me cortara el extremo verde de unos puerros, me encuentro de espaldas a la malencarada haciendo no sé qué hostias junto a la máquina de pesar los productos. Al principio no le digo nada confiando que en cualquier momento se dé media vuelta para atenderme. Ni el más mínimo amago. Pienso que estará tan enfrascada en su tarea que no se ha dado cuenta de mi presencia a pesar de que esa mañana me he echado casi medio frasco de colonia con aroma de vainilla, puede que con el propósito inconfesable de convertirme en una polka, una bomba de crema, un chuchito de lo mismo, un pionono o cualquier otro pastelito de crema andante. De modo que me decido a reclamar su ayuda del modo más educado posible.
- Perdona, ¿serías tan amable de cortarme estos puerros cuando puedas? Tranquila, no hay prisa (aunque sí la tenía porque procuro hacer la compra lo más rápido posible para regresar cuanto antes a mis quehaceres diarios frente al ordenata).
Recibo un silencio atronador como toda respuesta. Con todo, me decanto por esperar a que acabe su tarea antes de volver a requerir su ayuda. Así un buen rato hasta que por fin se digna en dar media vuelta, me arrebata de la mano los puerros de la mano sin mediar ni media palabra y me los corta con el cuchillo que tiene al lado con un ímpetu en el que no he podido evitar sospechar una más que notoria, implícita, carga metafórica. En cualquier caso, espero a que termine de cortarme los puerros para presentar mi queja.
- Muchas gracias. Pero tampoco estaría nada mal que cuando alguien te pregunta algo, máximo si es un cliente, te dignes en contestarle.
- Perdone, caballero, pero yo ya le contesté.
- ¿Ah sí? Pues estaba justo detrás de ti y no te he oído. Por no hablar de que cuando se le habla a alguien lo mínimo es darse media vuelta para mirarlo a la cara.
- Le digo que...
- Que sí, bonita, lo que tú digas. Que te vaya bien, buenos días.
No insisto, de hecho me conformo con volver a casa para desahogarme delante de mi señora esposa.
- ¿Pero tú no te das cuenta de que con ese tono de voz que tienes, que seguro que has metido uno o varios "cagüendioses" sin venir al caso, por no hablar de las "hostias" de rigor, la gente puede pensar que estás maltratando a la empleada?
- Pero si se lo he dicho del modo más tranquilo, sosegado, que pude.
- Da igual, esa manera de hablar que tienes, esos modos tan de tu tierra, aquí en Asturias no se entienden; parece que estáis siempre regañando a todo el mundo. Aquí somos mucho más tranquilos, finos, incluso dulces.
- Ya, y el pretérito perfecto también os parece una agresión. ¿No?
El caso es que a la noche sueño que me meto en las redes sociales del super, vamos, la santísima trinidad diaria del FB, Insta y X, a ver si, por lo que sea, ha trascendido mi pequeño roce con la cajera malencarada, y, cuál es mi sorpresa que sí.
"EL COMITÉ DE EMPRESA DEL SUPERMERCADO XXX MANIFIESTA SU MÁS ENÉRGICA CONDENA POR LA AGRESIÓN SUFRIDA ESTA MAÑANA POR UNA DE NUESTRAS COMPAÑERAS POR PARTE DE UN CLIENTE CUANDO..."
¿Agresión? No quepo en mi asombro. Pero, estoy tan indignado que no puedo resistir la curiosidad de ver hasta qué punto la gente se toma en serio lo que acabo de leer echando una mirada a los comentarios que acompañan a esta patraña.
- "Yo estaba cogiendo unas manzanas cuando, de repente, oí cómo ese hombre chillaba como un loco a la pobre chavala. No son modos de dirigirse a una empleada."
- "¡Qué vergüenza, un tipo de metro ochenta y mucho abalanzándose sobre una pobre cría que sólo estaba haciendo su trabajo. Otro que se cree que somos sus esclavas."
- "¿Hasta cuándo vamos a tener que seguir soportando las mujeres
que nos traten como felpudos los señoros de turno haciendo uso de sus privilegios heteropatriarcales?"
- "No hay día en que una trabajadora no tenga que pasar por tragos como el que nos ocupa. Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu permiso. Los hombres, sus derechos y nada más; las mujeres, sus derechos y nada menos"
- "Yo he visto a este tipo cómo intimidaba a la muchacha poniéndose detrás de ella con el manojo de puerros en la mano durante un rato largo. La pobre estaba paralizada, apenas conseguía musitar una palabra. ¡Si eso no es acoso sexual que venga Irene Montero y lo vea!"
- "Ya me dirás tú que hace un cincuentón solo en un supermercado por la mañana si no es acosar a las chavalinas que fuera de ahí ni siquiera se molestarían en mirarlo a la cara."
- ¡NI PUERROS NI HOSTIAS, CASTRACIÓN!
En eso que me despierto de sopetón alarmando, como de costumbre, a mi señora.
- ¿Qué pasa, qué pasa!
- Pasa que he decidido salirme para siempre de las redes sociales. Eso pasa.

EL CÓNCLAVE

   S ueño que soy el Espíritu Santo y que el Jefe -o sea, yo mismo también, por lo de que el Jefe es uno en naturaleza pero existimos los do...