sábado, 18 de octubre de 2025

SEÑORU NEL SUPERMERCAU


 

    En la caja del super un matrimonio de unos setenta y muchos. Él metro y medio, paticorto, brazos fornidos y pecho toro o de "asomau" que se dice por estos pagos, mostacho a lo Gerardo Iglesias al poco de salir de la mina, polo marcando todo lo anterior e indiferencia térmica y pantalones vaqueros holgados asomando el principio de la raja del culo. Ella enjuta y todavía más menuda, de punta en blanco para ir a hacer la compra y con cardado. El carro de la compra a rebosar. Se notaba que lo había llenado ella porque él no paraba de resoplar en la convinción de que el carro en cuestión parecía no tener fondo.


- ¡Madre mia, si metisti mediu supermercáu!

- ¡Calla, ho, que ye la compra de la semana!

- ¡Para, para, qu'esto nun dexa de xubir! -comenta el pavo mirando el datáfono donde se anota lo que la cajera va pasando de la compra.

- ¿Vas callarte d´una puta vez -la mujer cada vez más azorada.

- Voi tener que pidir un prestamu para pagar esta compra.

Suerte que la cajera termina por fin de pasar la compra al completo. Ahora le toca respirar hondo para cojer fuerzas antes de decirle al paisano el montante de la compra.

- ¡Cagon mi mantu, arruinásteme, ho!

- Por favor, calla y paga -la pobre mujer ya no sabe dónde meterse de la vergüenza.

- Pagu, pagulo tou...

En eso que la cajera, tras devolverle los cambios del manojo de billetes que el paisano ha sacado de su cartera como el que se arranca un testículo de cuajo, va y le dice con la candencia de su acento caribeño que tiene un montón de vales, descuentos y cupones que van brotando de la caja como si de una máquina de hacer chorizos se tratara.

- ¿Y tou esti papeléu? ¡A ver si voi tener que pagalo tamién!

El caso es que, en cuanto el matrimonio desaparece por la entrada del super y llega mi turno, no puedo reprimirme hacerle un comentario a la cajera acerca del paisano en cuestión.

- Anda que no se le ha notado poco ni nada que era la primera vez que acompañaba a su mujer a hacer la compra.

- Ni que fuera el único.

- Ya te digo, las únicas que sabemos lo que cuestan de verdad las cosas somos las amas de casa como un servidor que venimos a hacer la compra casi todos los días.

Momento en el que, para qué negarlo, observo la cara de despiste, e incluso de pasmo, de la cajera, y no puedo sino establecer que se trata de un ser de luz de esos a los que, sin embargo, la divina providencia no ha dotado precisamente del don de la ironía.

jueves, 9 de octubre de 2025

LA BALLENA DE JONÁS

                                       

    Un escritor irlandés de los de antes -porque los de ahora son todos como en el resto del mundo globalizado, muy profesionales, exitosos y sobre todo "healthy" (que no es el equivalente de sano o saludable, sino otra cosa moderna, pijotera y así como de muy de estos tiempos de mierda)-, podía ser aquel capaz de marcarse un capítulo entero en una de sus novelas donde un grupo de amigos -y aquí huelga decir lo de en diferente grado de intoxicación alcohólica, porque unos amigos irlandeses no suelen reunirse -o solían, ay, ay, shit times again- precisamente para tomar zumos- echan el rato disertando acerca de si la famosa ballena que se tragó a Jonás era en realidad un cetáceo o un tiburón dado que en la primera versión en griego de la Biblia, El Códice Sinaítico, lo que dice es que fue "un monstruo marino" sin especificar nada más. A lo que sigue un circunloquio absurdo y beodo sobre la contingencia de que de haber sido una cosa u otra habría hecho imposible que Jonás hubiera podido ser expulsado del vientre del bicho marino dado que el estómago de los mamíferos y el de los peces funcionan de maneras distintas por lo que bla, bla, bla... y así varías pintas o "whiskeys" después. Y todo esto para acabar trayendo a colación las diferentes divinidades que en el mundo hay, Dios, Yahvé, Alah, Buda y alguna otra más, como si se tratara de superhéroes de Marvel. Y eso cuando, con la excepción del tal Siddhartha Gautama, el resto vienen a ser el mismo bajo diferentes denominaciones; algo así como las diferentes versiones que hay de Supermán, como que creo que ya han hecho la peli del superman negro. Luego que si lo woke tal o cual, no hay verdadera emancipación hasta que no sale la peli con el correspondiente superman de tu minoría racial, religiosa, sexual, nutricionista, filosófica, friky a secas o lo que sea.

En fin, de cómo volver a la literatura pretendidamente insustancial, irreverebente y achispada, tipo esta de The Dalkey Archive de mi adorado Flann O´Brien que vuelvo a releer a modo de desintoxicador iónico después de tanta lectura también presuntamente sesuda, intensita y tal durante las últimas semanas. Vamos, que vuelvo, aunque sea un ratico hurtado a las obligaciones del día, a lo que de verás me gusta porque despierta el graciosillo de mierda que llevo dentro, o fuera, no sé, eso a preguntar a los allegados, lo cual, sobre todo, me alegra las tardes de otoño con sirimiri u orbayu ahí fuera.

ATSEKABEA

 


   - Zer duzu atsekabeturik zabiltzala?

- Konturatu egin naizela aspaldi honetan idazten dudan ia guztia gero eta ozpinagoa dela.

- Eta zertaz harritzen zara? Ardoa bezalakoa zara, alegia, egoera kaskarretan, ondo babesteke, laster ozpintzen dena.

- Esan nahi duzu erdipurdiko ardoa naizela?

- Esan nahi dut ezin dela betiere txantxetan edo adar joka ibili, aldian behin ere...

- Gainerakoak aspertu beharrean gaudela gure barrenak nola edo hala hustutzearren?

- Esazu gura duzun moduan...

- Ez etsi, barrea ere iraultzailea izan daiteke.

- Nork esan du tamainako txorakeria?

- Ez dakit ba, buffonen batek edo...

TRINCHERAS

 


     Pues oye, tú mismo, entre la moza que encabeza las protestas por el cambio climático y se embarca en una flotilla para, con la excusa de intentar romper el bloqueo sionazi a Gaza, conseguir que lo de Gaza siga ocupando titulares en todo mundo para que no olvidemos el genocidio palestino, y el chantajista, pederasta, golpista, racista, machista y todo lo peor de lo que se le pueda etiquetar a un ser humano, que gobierna actualmente los EE.UU, cada cual se coloca en el lado de la Historia, en realidad de la ética y la moral.

Sí, porque los que ven en Greta sólo una "troublemaker", que dice el meganarcisista naranja, lo ven en todo aquel que levanta siquiera un poco la voz para protestar contra las injusticias del mundo. Porque ese "con lo que hay en casa a qué van a..." no sólo es la expresión de la mezquindad de aquellos cobardes e incapaces de ver más allá de su ombligo, y de ahí el fastidio y hasta el odio que les provoca todo aquel que sí lo hace, también es, sobre todo, una declaración de principios a los cuatro vientos, la cual viene a decir lo de Machado: "Somos esa mala gente que camina y va apestando la tierra... y por eso estamos siempre y por definición con el opresor antes que con el oprimido".
Todo mi desprecio, mi asco, hacia los que dicen o aplauden a Ayuso y compañía cuando hacen mofas y celebran el fin de la flotilla: “Es una asamblea flotante. Ada Colau se ha bañado en las islas griegas”.
Hace tiempo que hay dos trincheras perfectamente definidas, ni más ni menos que las que ya hubo en los años 30-40 del pasado siglo, y cada cual debe saber en cuál de ellas se encuentra porque frente a un genocidio y el imperio del más fuerte por encima de toda convención moral o ética, en realidad de los derechos humanos, no hay sitio para malabarismos bienquedistas entre ambas.

JENDAILA


 - Bai guk delako Greta Thumberg horren patuaren kontura barre egiten dugu Flotillako guztiok gogotik mesprezatzen ditugulako Gazaraino joaten saiatu direlako Mediterraneoan barrena oporretan baleude bezala gu etxean landalan jardun bitartean.

-...
- Bai, horixe da gehien asaldatzen gaituena, guk telebistatik euren balentriak-eta ikusi behar dituguna gure etxeetako sofan potrojorran gaudelarik.
- ...
- Bai noski, mundua nola edo hala, kosta ahala kosta, salbatu nahi duen bakoitza gure etsaia omen da gu agerian uzten gaituelako gure zilborra ez den ororekiko arduragabekerian.
-...
- Dudik ez, geu gara Ayuso, Milei, Mileni, Orban, Trump eta antzerako astapotro edo basapiztiak sasi guztien gainetik eta hodei guztien azpitik, hau da, gure interesen kontra ere, edo batez ere, mundua gobernatzeko hautatzen dituen herri xehea. Bai, geu gara zuek betiere eta printzipioz hainbeste goraipatzen duzuen herri xehe eta beti errugabekoa..
-...
- Zer dela eta? Ezin argiagorik, zapaltzaileak miretsi eta zapalkuntzaren kontrakoak gutxiesten ditugulako nahitaez. Gu gara, bai, kateak maite dituen herri xehea Fernando VIIren garaietatik hona...

DIVINA JUVENTUD


 

     Sueño que acompañamos a nuestro hijo pequeño para ir juntos a la manifa de ayer con el fin de poder así berrear nuestro hartazgo por lo de Gaza.

Confieso que al principio me he resistido dado que con el paso del tiempo desarrollé un rechazo instintivo a las manifestaciones como consecuencia de haber crecido el País Vasco de los 80, 90 y principios del 2000, lo que viene a ser haberme pasado más de media vida a manifa por semana y a veces hasta diaria, todo ello con sus correspondientes algaradas callejeras al final, y a veces también antes y durante. Manifas que durante mis años más mozos solían ser para protestar un día por un atentado de ETA con su correspondiente asesinato sectario y por supuesto que siempre injustificado, y al siguiente también por las torturas, cuando no también asesinatos tras habérseles ido la mano con estas o como resultas de un tiroteo de esos de primero disparar y luego preguntar, a detenidos por su supuesta militancia en la misma organización criminal. En fin, por eso y también manifas estudiantiles, antimilitares, antimachistas, antiglobalización, anti el la ley tal o el proyecto cual, anti todo lo entonces imaginable. Manifas, esto ya más tarde y cada vez más multitudinarias, por cada nueva salvajada de aquellos que querían imponer su proyecto político al resto de sus conciudadanos por las bravas.
Tantas manifas y tantas experiencias chungas y hasta dramáticas como para haber acabado desarrollando un rechazo visceral a lo de procesar por la calle en compañía de desconocidos -y aun sí creo recordar haber ido a varias también aquí en Oviedo con mi mujer por temas de esos que tienes que salir a la calle sí o sí porque, quieras o no quieras, te hierven la sangre cosas como lo de la guerra en la que nos metió ese remedo sin gracia de Charlot que tuvimos de presi, por el 11M y entonces también por cada canallada israelí contra los palestinos (sí, amiguitos, porque lo de Gaza, ni es sólo lo de Gaza ni, por supuesto, empezó el 7 de octubre del 2023, sino antes incluso de la creación del estado cruzado y colonial de Israel en 1948).
De modo que en un principio no pensaba ir con la excusa de que como ya iba mi hijo mayor eso era algo así como pasar el testigo o yo qué hostias sé; pero, no he podido evitarlo tras recordar el careto de Ayuso, Almeida, Aguirre, Feijoo, Abascal, Mariló Montero, Pilar Rahola, el alcalde de Málaga y, así en general, todos los canallas que apoyan al gobierno de Netanyahu en su genocidio contra los gazatíes dando por bueno que lo del derecho a la defensa de ese engendro histórico, ese cáncer para la paz mundial, que es el estado sionista de Israel cuando habla de su derecho a la defensa lo que está defendiendo en realidad es su derecho a la impunidad para pasarse el derecho internacional por el forro de sus cojones y con ello todos los derechos humanos habidos y por haber. Su derecho, en suma, a comportarse como lo hicieron los nazis con los judíos porque, como ellos con su "Lebensraum", su objetivo supremacista y etnocéntrico, en este caso el de la creación del Gran Israel, lo justifica todo para ellos. Pues eso, no vaya a ser que por no ir a la mani alguien pudiera echarme en cara que formo parte de esa mayoría silenciosa que en el fondo coincide con esa casta de hijos de la gran... España, una y grande, de cualquier manera.
El caso es que llegamos con retraso al centro de una ciudad, la cual en mis sueños puede ser cualquiera, cuando hace ya un buen rato que ha comenzado la manifestación. Así pues, pregunto a varios fulanos por dónde ha transcurrido la mani para ver si llegamos a tiempo antes de que acabe. Como tampoco esto es Nueva York enseguida alcanzo la mani y me incorporo a la muchachada que compone la mayoría de la mani -no puede ser de otra manera porque mi hijo pequeño me informa de que ha sido el sindicato estudiantil quien la ha convocado en exclusiva-, cuando de repente empiezo a oír comentarios que me ponen sobre aviso de que no soy bienvenido.
- ¿Y este pureta a qué hostias viene a aquí?
- Seguro que a decirnos cómo tenemos que manifestarnos, a presumir de activista en sus años mozos, o a soltar la melonada esa de que para manis las de su época con el cojo Manteca, los adoquines, los cócteles Molotov y todo en ese plan de vamos a montarla que así por lo menos salimos en los telediarios.
- Ya te digo, asco de puretas.
- Habría que devolverlos a hostias a sus madrigueras.
- Sí, si estamos como estamos es porque ellos no consiguieron cambiar nada con su violencia de mierda.
Como no soy de ponerme a discutir con desconocidos por allá cuidados la empanada mental de cada cual, paso de largo hasta llegar a otro grupo con otra pancarta en la que puedo leer:
- ¡PAREMOS EL MUNDO PARA REBOBINARLO ANTES DE QUE GANEN (del todo) LOS MALOS!
Así que cuando me he despertado al rato lo he hecho sin sobresalto alguno. A decir verdad, creo que es la primera vez en mucho tiempo que no he tenido una pesadilla de esas que me dejan un mal cuerpo durante varios días. Al revés, me he levantado de la cama con un optimismo inusitado en la especie humana, y más en concreto en las nuevas generaciones, cosa harto rara en mí, que sólo veo hipotéticos votantes de VOX en todos ellos. Ahora bien, luego ya al dirigirme hacia el baño para lo del primer meado del día, me he golpeado con el pie descalzo en una esquina del mueble que hay justo al lado de la puerta de nuestro dormitorio y he visto las estrellas. En fin, cada día me duran menos estos accesos de optimismo más o menos justificado, o no, no sé.

CALDERÓN DE LA BARCA

 


     Sueño que tras el patético, demencial y sobre todo inhumano discurso en la asamblea general de la ONU, ese en el que el octogenario niño emperador naranja hablaba sobre todo de él mismo y bromeaba a cuenta de sus bochornosas naderías, justo al final, y en lugar de los tan tímidos como sumisos aplausos del otro día, lo que recibía Trump era un ensordecedor y casi interminable abucheo por parte de todos los presentes.


Sueño que poco después, en la reunión que tenía con los líderes del mundo árabe y musulmán que todavía le reían las gracias, estos lo recibían con abucheos.

Sueño que en la rueda de prensa inmediata toda la prensa al únisono impedía que pudiera seguir envenenando el mundo con más abucheos.

Sueño que al día siguiente, durante el partido multidudinario de lo que sea y en los que Trump suele ser recibido en olor de multidudes, lo que se encuentra es un abucheo todavía más ensordecedor e interminable que el de la asamblea de la ONU.

Sueño que en el Congreso, y también en el Senado, Trump es abucheado antes de que pueda abrir la boca incluso por los de su bancada.

Sueño que Trump convoca una manifestación de apoyo a su figura entre los suyos y también es abucheado por aquellos que suelen llevar gorras con lo de MAGA.

Sueño que a Trump le abuchean en todas partes y todo tipo de personas.

Sueño que el ego del meganarcisista e idiota moral que gobierna EE.UU y condiciona todo en el resto del mundo, no puede soportar más abucheos y decide, una vez más, victimizarse fingiendo un intento de suicidio que le sale mal librando al mundo por fin de esta pesadilla que estamos viviendo todos de un tiempo a esta parte.

Sueño todo esto, sí, pero, como ya decía Calderón, la vida es sueño, y los sueños, sueños son. 

viernes, 19 de septiembre de 2025

EL RESORT


 

      Sueño que por la razón que sea estoy sobre una tumbona en una playa inmensa de fina arena blanca y frente a un mar manso y de color turquesa que a mí se me hace mediterráneo casi que en exclusiva. Con todo, no estoy muy seguro a donde me han traído, puede que a alguno de esos países del Golfo porque más allá de los rascacielos de formas imposibles que tanto me recuerdan a Doha y otras ciudades del Golfo, sólo se ve desierto, y el personal del hotel, aunque sólo habla con los turistas en inglés y algún que otro idioma europeo, también creo haberles oído hablar entre ellos en árabe, así como a sus jefes en otra lengua muy parecida, vamos, también semítica sin lugar a dudas, porque este ha sido un viaje de esos de regalo que mi compañera se ha empeñado que aprovecháramos, a caballo regalado..., a pesar de que ambos aborrecemos de este tipo de vacaciones de hotel, playa, chiringuito y poco más.

- Todo esto es muy raro, ¿no?
- Es un resort turístico como cualquier otro. De hecho, en todas partes son iguales, da igual si a orillas del Mediterráneo, en el Caribe o en las Maldivas.
- Ya, ya. Pero, ¿te has dado cuenta de que la playa está llena de socavones acotados con vallas para que nadie se acerque a ver qué hay dentro?
- Sí, y lo más raro es que cuando pregunté por ello en recepción la chica que me contestó, una tal Amira, me contestó en voz baja, como si tuviera miedo de que le oyera alguno de sus jefes, que se trataba de bombas que entre una marea y otra habían asomado a la superficie. Pero, que como son tantas no dan abasto para retirarlas y....
- ¿Bombas?
- Sí, eso me contestó Amira. ¿Qué estás haciendo?
- Despejar una duda.
- ¿Y por eso te pones a excavar en la arena como un loco a dos manos?
- Sí, aunque me deje la vida en ello.
- ¿Y qué esperas encontrar enterrado, un misil?
- ¡Esto!
- ¿Qué es eso? ¡¡¡¿¿¿Una, dos, tres, cuatro y más calaveras, huesos, jirones de ropa???!!!
- Esto es la tumba del mundo civilizado tal y como creíamos haberlo construido desde el final de la Segunda Guerra Mundial para evitar repetir los errores y en especial los crímenes contra la humanidad del pasado, la confirmación de la impunidad de los estados más fuertes sobre el resto tras el fin definitivo de esa hipocresía llamada Derecho Internacional, y, sobre todo, se trata de toda una declaración de principios, hecha al conjunto de la humanidad, de que todo eso de la democracia y la defensa de los derechos humanos que el mundo occidental solía hacer gala como sus principales banderas frentes a las dictaduras militares, teocracias islámicas, o de cualquier otro tipo, y demás regímenes antidemocráticos del tercer mundo, es la mayor de las pamemas que se puedan concebir, por no hablar de que ya no cabe duda de que los gobiernos de Occidente en su conjunto ha sido cómplice necesario, da igual si directo o por omisión, en...
- ¡EL GENOCIDIO DE GAZA!
- Espero que sólo sea una de mis pesadillas.
- Sí, es una pesadilla; pero no es una de las tuyas, es y será para los restos la gran pesadilla de toda la humanidad.

ZOMORROAK


 

      Aizue, banabil berriro betiko leloarekin, badakit, bai. Ez dakit behar baino gehiago "desgasteiztartu" naizen Asturias aldean; baina, sentitzen dut, Gasteiza bueltatzen naizen aldiro lehen guztiz arrunta begitantzen zitzaidan nire hirkideen zabarkeria la -badakizue, Gaztelako zurrunkeria euskal harropuzkeriarekin nahasten denekoa...- gero eta jasajaitzagoa egiten ari zait. Esate baterako, duela gutxi gure auzo zaharrera aldatu ginela gure etxeko atariaren aurreko tabernan gosaltzen hasi nintzen goizean goiz, oso goiz, bertako egunkariak gainetik behintzat leitze aldera. Sartu nintzen lehenengo egunean inork ez zidan agurra bueltatu, ez eta irtendakoan ere. Gainerako egunetan beste hainbeste, nire egunon bakoitzaren ostean dena izaten zen isila, txikitatik -ez taberna guztietan, noski, baina ozta-ozta...- ezagun dudan isiltasun "ozen", ozenegi apika, eta batik bat iraingarri bat. Tira, ez zidan batere ardura, ondo asko nekielako nire hiria nengoela; Oviedon izan banintz itzel harrituko nintzatekeen, alegia. Bai, gasteiztar gehienak zakarrak direlako/garelako, ni barne nire emazteak berak sarritan leporatu bezala. Eta jakina, bertakoa izanda ohitua nago edonork nirekin edonon, edonoiz eta edonola zakar jokatzera. Izan ere, hiri puta honetan norbait zurekin atsegina denean, guk beti esan ohi dugu "atseginegia" dela; atera ba kontuak...


Atzo nire emaztearekin gosaltzera bajatu nintzela, kafesne bi eskatu, atera eta ordaintzeko eskatu zidatenean, nik ea horrezkero galleta edo madalenatxo ziztrinik ez zegoen galdetu nien. Ezin asmatu zer nolako aurpegiera ipini zidan berez orotan zakar-zakarra izan ohi den andre zerbitzariak, nolatan muzindu zidan sudurra bera ere berez zimurra ez bailitzan, noraino sumatu nuen bere niganako gorroto bizia nire barrenean sartuta, nola bete-betean egin nuen lehenengo egunean begiratu nekatu eta nazkatu horretan munduarekiko ezinegona zein bere gizakideekiko asperra asmatu nituen.

Gaur berriz, "madalenatxoa" eskatu behar izan diot beste behin ere enegarrenez agurra ez bueltatutako zerbitzaria, hau da, aurreko egunetan bezala bera propio aztoratzearren sartu banintz bezala, auskalo zer dela, nire musua gustuko ez duelako, baliteke nire txanoa ere ez, edo bizarra, betaurrekoak..., batek daki.

Ez naiz berriz bueltatuko. Ez dakit apurtxo bat urrutiago dagoen txinoaren kafetegira aldatuko naizen kafesnea 1,60,€tan egonda ere -eta ez, Gasteizen ez dago inon inolako terraza serbiziorik; esan daigun kasu honetan balego bezala kobratzen dizutela; azkarra txinoa gero...- Ez naiz bueltatuko, ez, ondotxo ikasi dudalako Gasteizen erabat ezezaguna omen den legetxo bat: "bezeroak beti du.. gutxienez ondo artatuta izateko eskubidea." Aurrerapauso xume bat niretzat, noski; baina, handi bat, aldiz, hiri hitz eta hits honetako zerbitzari zomorro, zakar eta ozpinduen mende bizi diren gainontzeko gasteiztar gehienentzat...

Eta, besterik ezean, holako memelo/pito/pello/txotxolo/kaiku/huskeriez nire eguneroko bizi-hutsunea betetzen ari naiz apurtxo-apurtxoka, harik eta nire bizitzaren ondarrean azken hatsa bota arte. 

UNA ISLA DONDE PASAR DE TODO Y TODOS


 

   Me despierto de un sobresalto casi ya de buena mañana y, como de costumbre, despertando a la señora que acostumbra a dormir conmigo en la cama.


- A ver, cuenta, qué has soñado esta vez.

- Pues mira, resulta que, por la razón que fuera, que nos toca el bote acumulado de varios años de la Loto o damos un atraco a mano armada a un restaurante de varias estrellas Michelin, de repente estábamos forrados y lo dejábamos todos para irnos a vivir a una isla. Pero no una de esas del Caribe o por el estilo donde todo el año es verano, las playas son inmensas y de arena fina, y la diversidad étnica te alegra la vista. No, nos retirábamos a una del Atlántico porque a nosotros lo que nos pone es el paso de las estaciones y a mí muy en especial la cosa otoñal con esa melancolía idiota que me inspiran los días nublados y las chaquetas de cuello alto junto al fuego de la chimenea mientras fuera cae el diluvio universal de turno. Una pequeña isla de acantilados sobre un mar bravío y prados de verde esmeralda o botella de sidra. Una isla con una casa de esas tradicionales pero lo suficientemente cómoda y amplia para trasladar allí todo lo que da sentido a nuestra existencia ya a poca distancia de la rampa de salida hacia la nada absoluta, libros, discos, películas, cuadros y fotos íntimas, recuerdos y chorradas de esas. Una isla no tan recóndita como para no poder acceder al continente por barco o avión cuando lo necesitáramos. Una isla que, al contrario de lo que suele ser lo antropológicamente habitual en las comunidades pequeñas, en lugar de estar poblada por ese tipo de gente que no tiene otra inquietud en la vida que meter las narices en la vida de los demás para luego poder sentar sentencia colgando sambenitos a diestro y siniestro, resulta inusitadamente amable y educada, hospitalaria y afectuosa como pocas, ese tipo de gente casi inexistente que tiene como lema instintivo el vive y deja vivir, con la que uno puede convivir cordialmente y al mismo tiempo también manteniendo siempre las distancias, y sobre todo sin miedo a que te echen encima el pringue ese de sus putas costumbres o tradiciones como un imperativo ineludible y tal. Una isla lejos de la brega diaria con aquellos cuyo trato nos hace la vida tan desagradable como cansina, porque, como cantaban los Escorbuto, se cogen confianzas que nos les dimos, gente que has conocido hace dos días y que aun así se te venden como amigos de toda la vida aún a sabiendas de que en cuanto te das media vuelta salen corriendo adonde otros para ponerte de vuelta y media a cuenta de lo que les venga bien con el fin de justificar/alimentar así su hostilidad hacia ti. Una isla, en definitiva, lejos de todos aquellos que sabes que te quieren mal y que, además, no hay que ir muy lejos para encontrarlos. Una isla donde la principal y casi única preocupación diaria consistiría en elegir el pescado o marisco del día, si eso la forma de preparar el bonito incluso. Porque, la verdad sea dicha, si no es por las comidas y cenas con amigos, hace ya tiempo que uno ha llegado a la convicción de que puede, y hasta prefiere, pasar de la carne en habiendo pescado o cualquier otro alimento marino a mano. Como que hace tiempo ya que, con eso de controlar la tensión, paso de los sacramentos y me preparo las legumbres con pulpos, chipirones, almejas, langostinos, mejillones, wakame y todo por el estilo. Pues eso, una vida sencilla y sin preocupaciones en un paraje idílico del norte donde los días transcurrirían entre las caminatas matutinas y vespertinas junto a los acantilados oteando el horizonte marino, el baño también diario en una pequeña playa vacía porque cada vez me pone más meterme en el agua fría, helada incluso, y desafiar a las olas, horas a esgalla para perpetrar engendros narrativos sólo por el mero placer de la escritura, sin ánimo alguno de publicar nada para que luego lo lean cuatro gatos y te desprecien otros tantos, horas a esgalla para leer, o más bien releer, escuchar música y hasta para dibujar o pintar alguna que otra mamarrachada, horas también de cocina y mesa con la correspondiente botellica de buen vino que puede que hasta me dé por elaborar tras colocar por toda la casa y alrededores parras de albariño, hondarrizuri, riesling o cualquier otra uva blanca por el estilo. Una isla, en definitiva donde vivir relajado y sobre todo alejado de esa otra existencia siempre al filo, el contratiempo diario o la decepción de turno. Una vida tan así que hasta habría sexo todos los días junto a la ventana que da al mar porque nada la puede poner más dura a uno que la sensación de plenitud existencial; luego ya, sí, habría que negociarlo con la otra parte. Mejor incluso, porque algo de "bizigarri" también viene bien para que la convivencia en pareja no derive en un muermo. Una isla...

- Vamos, que después de mucho tiempo por fin has pasado una noche sin tener una pesadilla.

- ¡CÓMO QUE SIN PESADILLA!

ZAHARTU AHALA

 


      Zahartu ahala azkarregi omen doaz urteak.

Denboraren joana gogoaren egonezina.

Bizitza ezerezten zaigu eskuen artetik
Atzera begira dena da bataila-leku.

Zahartu ahala astunegiak omen dira egunak.
Denbora da zerbait burutzeko obsesioa.
Bizitza bilakatzen zaigu zorrik behinena.
Atzera begira dena da porrotaren lorratza.

Zahartu ahala motzegiak omen dira orduak.
Denbora da beti faltan dugun ondasuna.
Bizitza antolatzen da geure apurren arabera.
Atzera begira erlojuak eskuzabalagoak ziren.

Zahartu ahala zinkurinak omen dira minutuak.
Denbora da mikrouhin-labearen hotsa.
Bizitza zenbatzen da piluletan edo taulagailutan.
Atzera begira dena da azken agurra.

Zahartu ahala ez dago galtzeko segundurik.

    

SEÑORU NEL SUPERMERCAU

        E n la caja del super un matrimonio de unos setenta y muchos. Él metro y medio, paticorto, brazos fornidos y pecho toro o de "a...