martes, 28 de septiembre de 2010

HEREDEROS DE ANTONIO BRICEÑO


De entre las huevonadas al uso en el circo diario de la política venezolana, verdadero termómetro del nivel intelectual de la cosa pública en aquel país, allí donde resulta difícil establecer quién peca más de chinchorrero, si el comandante en maracas y showman televisivo sin igual o el tutum cabreatum sin alternativa conocida que llaman oposición, hoy quiero traer a colación la salida de tono del canciller de exteriores venezolano Nicolas Maduro, el cual demostró no estarlo tanto al preguntarse delante de sus medios:

"¿Es normal que dediquen titulares todos los días a un país que está a 8.000 kilómetros? Abc y EL PAÍS son periódicos del fascismo español, del racismo que justifica la persecución de latinoamericanos y africanos, reminiscencias del colonialismo. Nuestros abuelos los batieron, y ahora el pueblo está derrotando la mentira de esos diarios que, desde Madrid, intentan ocultar los logros de la revolución socialista impulsada por el presidente Chávez"

Oído o léido ésto lo que habría que preguntarse es hasta qué punto es "normal" que un dirigente venezolano por muy bolivariano, antimperialista y socialista que sea, puede extrañarse, sin hacer por ello un alarde inaudito de ignorancia histórica y cultural, de que en otro país como España, en el que vivimos miles y miles de parientes de españoles que emigraron al suyo en respuesta a la llamada de su gobierno para trabajar, poblar, invertir y sobre todo "blanquear" (a ver quiénes han sido más racistas en la historia de Venezuela, si sus propios criollos "libertadores", dueños de exclavos como Bolivar y compañía, o los descendientes de los que se quedaron en la península), país cuyas empresas han invertido millones de dólares en el suyo, país en el que viven miles de venezolanos que huyeron de la falta de seguridad social, económica y política que vive Venezuela desde que su rumboso presidente se dedicó a fracturarla, alentando el resentimiento social hasta extremos de peligro continuo de eminente guerra civil, atentando contra todas las garantías ciudadanas, pervirtiendo las leyes y normas, y sobre todo demonizando, el libre comercio. Pero sobre todo, este in-Maduro peca de ignorante de sí mismo, de la lengua y la historia de su país, o acaso sólo de creer que se dirige a tales cuando se extraña de que los medios españoles se interesen por un país que está a 8000 kilómetros de distancia, un país hermano, parido a partir de los errores de nuestra propia historia o acaso sólo del lógico devenir de ésta, vinculado desde entonces por cultura y lengua al mismo tronco hispano por mucho que a algunos les joda, antes que por Estonia, Moldavia o Arzebayan que nos quedan más a mano. No se lo cree ni él, ya le gustaría como al niño malo que se sabe censurado por su hermano, no diré si mayor o pequeño, si lo prefieren por el abuelo refunfuñón y pesado. No somos extraños, somos familia y de ahí tanta desavenencia y encono, como en casi todas. Olvida o ignora in-Maduro que cuando el mito fundador de su país, Bolivar, proclamó la guerra a muerte con exterminio de la raza española lo que en realidad estaba haciendo es animar a las masas negras, mestizas y mulatas que apoyaban la independencia, en la ingenua esperanza de que una ve alcanzada cambiarían las tornas de la desigualdad por motivos de raza, a pasar por las armas a los de su propia sangre. A no ser, claro está, que tengamos al vizcaino Bolivar como un digno antecesor del iluminado de Abanto, Sabino Arana, que me parece a mí que no, como que si había en tiempos una institución española que representara de modo más odioso la arbitrariedad y el abuso del sistema colonial, esa no fue otra que la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas...

Y por lo demás, felicidades por la transparencia de unas elecciones a las que sólo se les puede reprochar el amaño legalista para beneficiar con más diputados a los bastiones chavistas en detrimento del resto, como que en realidad la oposición ha ganado en votos y perdido sólo en escaños. Pero claro, qué quiere esta oposición en la que se meclan los antiguos cleptómanos del derechista COPEI con destacados ex-dirigentes del Partido Comunista y algún que otro rumbero mediático, qué propone, cuál es la alternativa a un Chavez que aún y todo ha tenido sus aciertos reduciendo la pobreza y destribuyendo mál que bien los beneficios del petróleo entre las clases populares. Cómo convencer a éstas que la única alternativa al comandante en maracas no es el regreso al injusto, corrompido e igual de arbitrario sistema anterior en el que los de arriba eran tan reyes de mambo como lo son ahora los de la boina roja. Negro, muy negro y sobre todo también muy triste que lo único en lo que destaque esta oposición sea en el insulto al contrincante y la ocurrencia chusca, la mamahuevonada, tantas décadas de democracia para presentar una imagen tan pobre como ciudadanos, y no me refiero en exclusiva a los discursos en familia o entre amigos, sino también a los otros, a los públicos con micrófono en mano.

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