jueves, 11 de diciembre de 2014

EL BUCLE, EL TEMIBLE BUCLE ASTUR




El bucle, el temible bucle astur.

Hoy a la mañana en la cafetería un tipo de unos cincuenta con uniforme de una empresa de mensajería pegando la hebra con la camarera venezolana.

-Si non quies el paquete déjamelo ahí; pero no lo tires, ho! Esi non ye normal, tirame el paquete porque la dirección tá equivocada. ¿O tírote yo el pincho de tortilla si non gústame?

-Tienes razón, Paco, si se han equivocado, llamas a la empresa que te lo envío para que pase a recogerlo.

-Esi digo yo, si non quies el paquete déjamelo ahí; pero no lo tires, ho! Esi non ye normal, tirame el paquete porque...


Entretanto, yo que cojo de encima de la barra el libelo pro-gubernamental de turno para echarle un vistazo mientras me tomo el café con leche y el trozo de bizcocho casero que lo acompaña. Y en eso que llevo un rato leyendo los pormenores de la eminente recuperación económica de la que los únicos que no se enteran son los ciudadanos, o la maledicencia del día a cuenta de que hace unos meses vieron a Pablo Iglesias comiendo un pincho de piperras en el Lizarrán de la Calle de la Princesa de Madrid, lo cual demostraría una vez más los lazos de su formación con ETA y en ese plan, y se me ocurre echar una mirada hacia la barra.


-Esi digo yo, si non quies el paquete déjamelo ahí; pero no lo tires ho! Esi non ye normal...


No me lo puedo creer. ¿Cuánto tiempo llevo ya en la cafetería? Calculo que diez minutos. Pues ahí está el hombre dale que dale con lo del paquete, que si nunca había visto algo parecido, que si él no va por la vida tirando a la basura pinchos de tortilla, que si... En fin, me apiado de la camarera que aguanta impertérrita la perorata del mensajero.


-Esi digo yo, si non quies el paquete déjamelo ahí; pero no lo tires ho!


Y vuelta la burra al trigo. Nada, se ve que el señor ha entrado en eso que yo llamo el bucle astur, y que viene a ser esa manía tan propia y extendida por estos pagos de alargar una conversación insustancial hasta límites insospechados a base de repetir una y otra vez el mismo argumento a la espera de que sea el otro quien la dé por finalizada. Sí, no vaya a ser que si soy yo quien la zanje, el otro vaya y piense que soy un borde, un maleducado al que le molesta su compañía o algo por el estilo. Y eso no, nunca, quedar mal con el prójimo por lo que sea no entra en la cabeza de un nativo, aquí hay que aguantar sin inmutarse, a ser posible siempre con una sonrisa, dándole vueltas a la matraca hasta convencer al otro de que no importa que no tenga nada más que decir, que no sepa hablar de otra cosa, que apenas te conozca de nada; yo ni me callo, ni pienso hacerlo porque tengo que demostrarte a toda cosa lo simpático y considerado que soy, buena gente, sí, mucho.


-Esi digo yo, si non quies el paquete déjamelo...


Claro que ya estará alguno diciendo: "mira este, el "desaborío", otra vez metiéndose con los astures", si es que... Pues no, majo o maja, no me meto con los astures en general, me meto en particular con estos que, ni siquiera es que sean de verbo fácil, es que son de verbo repetido, que como te cojan en mitad de la calle o donde sea, y crean que tienen que contarte algo para demostrarte cierta consideración, porque ya digo que aquí con un simple "hola" o "epa" no es suficiente, para una gran mayoría no, ahí te tienen robándote un precioso tiempo de tu corta existencia con sus variaciones monocordes sobre la misma cosa, vamos, que olvida lo de ver crecer a tus hijos.


-Esi digo yo, si non quies...


¿Exagero? Como que no he padecido lo mío, a veces incluso recién comido, esto es, prácticamente sin fuerzas para escapar del bucle con un tajante "bueno, majo/a, que llegamos tarde, ya me lo contarás otro día..." En cualquier caso, y volviendo a esta mañana, acabo el café, dejo la hoja parroquial del PP sobre la barra, levanto el brazo para despedirme de la camera, y ésta, que apenas logra desviar la atención un segundo del mensajero -creo que la pobre ya se ha resignado a permanecer tal cual hasta la hora del cierre, cuanto menos...-para devolverme el saludo, porque éste, faltaría más, ahí sigue con su murga.
-Esi digo yo...

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