viernes, 18 de julio de 2014

DANZA MACABRA DEL ESTÍO.




En la cafetería, mientras hablaban por la tele del avión abatido ayer en el este de Ucrania y en concreto de que todavía no se sabe la autoría del atentado, la camarera rusa que irrumpe de repente en la barra desde la cocina hecha una fiera -un oso de los Urales para el caso- a grito pelado: "Kak? ¡Dicen no saber culpable! ¿Qué culpable quieren, si ha sido en Ucrania, gobierno ucranio tiene culpa,"craro" que sí, da." 

Pues eso, ella lo tenía la mar de claro. ¿Por qué? Ni se me ha pasado por la cabeza preguntárselo. ¿Para qué? Anda que no dan poco miedo ni nada las personas que lo tienen todo siempre tan claro; a veces incluso yo mismo. "Yo "branco", tú negro, yo bueno siempre, tú siempre malo". 

Pues eso, los míos, los tuyos, mi bandera, la tuya, mi causa, tú culpa y desgracia. La realidad, siempre a través del filtro de la manada a la que perteneces con sus mitos y convicciones de piedra, lo demás como si no existiera, fuera malo o estuviera equivocado por principio. Y entretanto sigue el verano, implacable con los hombres desde tiempos inmemoriales, unos a remojo y otros a cubierto, del sol y de las bombas, según te toque. Momento para citar a F. García Lorca: 

"La luna gira en el cielo / 
sobre las tierras sin agua / 
mientras el verano siembra / 
rumores de tigre y llama".

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