Observo compungido cómo la inmensa mayoría de aquellos que cuando el horrible e infame asesinato de tres jóvenes judíos en manos de extremistas palestinos dejaron constancia en este mismo medio de su horror y rechazo, no dicen nada de ese otro asesinato igual de horrible e infame de un joven palestino en manos de extremistas judíos. Observo decepcionado, una vez más, cómo el dolor va por barrios o banderías, cómo ese dolor carece de principios humanos sinceros y tiene más que ver con la trinchera de cada cual que con cualquier otra cosa. Pena, penita pena.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON, Y LAS PESADILLAS...
E sta noche he soñado que me levantaba por la mañana y que al ponerme delante de la caja tonta con el programa de debate sobre la a...

-
La verdad es que no le veo gracia alguna a partirle la cara a nadie con un objeto contundente, ni siquiera por el detalle de que haya sido c...
-
Podría decir que cada vez que vuelvo al txoko y leo los titulares de los periódicos locales me sorprende el contraste con los que veo a dia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario