viernes, 25 de julio de 2014

LOS "AMIGOS DE ISRAEL"


"Los Amigos de Israel", no todos, sino aquellos que apoyan o aplauden todo lo que haga el Estado de Israel pese a quien pese, y sobre todo comparten y difunden su propaganda del tipo "los palestinos no existen", "la Ocupación no existe legalmente, esa tierra no era de nadie", "los árabes eran minoría antes de la Partición", "todos son terroristas". Los Amigos de Israel, más sionistas que Theodor Herlz incluso. Los "Amigos de Israel" que ven en cualquier crítica o condena a este estado un ejemplo de antisemitismo y al mismo tiempo hacen gala de una arabofobia e antislamismo enfermizo. Los "Amigos de Israel" y su convicción de que la vida de un palestino vale mil veces menos que la de un judío o de la cualquier ser humano, que a veces incluso se refieren a ellos como si no lo fueran, exactamente igual a como se referían los nazis a los judíos cuando les negaban su condición humana y hacían propios de un colectivo concreto los defectos de todos los seres humanos (los árabes son todos unos fanáticos, los musulmanes quieren destruir Occidente, los palestinos no son capaces de gobernarse a sí mismos, el Islam es incompatible con la democracia...). Los "Amigos de Israel" que reivindican a este estado como la única democracia del Próximo Oriente, a la cultura judía como la más universal y humanista, a la sociedad israelí como la más plural de su entorno, y al mismo tiempo van "a muerte" con el objetivo sionista de crear el Gran Israel en el que los palestinos, el pueblo que no existe que decía Golda Meir, como mucho podrán aspirar a un papel de metecos. Los "Amigos de Israel" son esos que nos miran con desprecio, acaso con la insuficiencia inusitada del que presume de estar del lado del fuerte, del ganador, a los que nos escandalizamos ante la foto de unos niños palestinos muertos, y lo hacen porque, a su juicio, en esencia somos débiles mentales que nos dejamos ganar por la emotividad, cuando no por la propaganda terrorista, tontos útiles del enemigo islámico que tiramos piedras contra nuestro propio tejado, cuando no rojos resentidos o perroflautas analfapolíticos. No como ellos, que saben quiénes son los buenos, quiénes defienden nuestra civilización, quiénes son "nuestros nuevos cruzados", y también, o sobre todo, quiénes están de sobra para nuestro bien, quiénesmerecen desaparecer de la faz de la tierra o vivir en un permanente estado de sumisión. Casi que nada nuevo bajo el sol, casi que lo mismo que en la época de los señores de la foto.

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