sábado, 30 de septiembre de 2017

CAMINATA DE PRINCIPIOS DE OTOÑO



Salgo a caminar como todas las tardes para lo alejar de mí el riesgo de infarto. Está haciendo el verano que no hemos tenido justo a principios de otoño. Se nota mucho en la afluencia al parque periurbano por el que transito, hoy había más mesas ocupados por grupos de chavales en alegre camaradería y alguna que otra fémina medio en cueros expuesta a la gran tostadora, la eterna e inducida insatisfacción por el tono de piel que le ha tocado a uno no parece tener límites. Otros estaban más por disfrutar de la naturaleza circundante con sus árboles, plantas, hierbas, más de uno incluso por fumarse estas últimas. Como que ha habido un tramo en el que he creído que me iba a coger un colocón de tanto efluvio mariano que llegaba hasta mis narices.

Más adelante he rodeado una pista de voleibol donde estaban echando un partido dos equipos mixtos de ecuatorianos con un vigor y un estilo que daban verdadera envidia; ¿quién pudiera jugar ahora a lo que fuera con tanta energía? Una gente tan sana, tan deportista, tan supuesto dechado de virtudes, que si fuera por mí les revocaba los visados y los mandaba de vuelta a sus países por pura envidia. En serio, me ha encantado echar el rato viéndoles jugar.

Después, descendiendo de la parte alta del parque para emprender el último tramo que lo rodea, me ha sorprendido la aparición entre las matas de una familia magrebí, vulgo, de moros. El marido y los hijos ayudando a saltar desde la espesura al prado, primero a la madre enchilabada y luego a otra mora joven otro tanto. He estado por decirles que nadie les iba a decir nada por acceder al parque por cualquiera de sus dos tres entradas, que era gratis incluso. Pero oye, a ver si por hacerme el gracioso me iban a tachar luego de xenófobo, que vivimos en una época en la que ya da igual la intención con la que tú digas las cosas, lo que importa es lo fácil que se las pongas a otros para retorcerlas. Así que también me he guardado para mí lo de "¡joder con la patera, sí que os ha dejado lejos, sí...!" Con lo de madurar empiezo ya a asumir que no todo el mundo tiene que compartir mi sentido de humor.

Para mi descargo diré que semejantes pensamientos a rebosar de incorrección política puede que no hayan sido el resultado de una mente prejuiciada de antemano, acaso sólo la de un soplagaitas que se cree que se puede chotear de todo y de todos, sino de aroma a cáñamo inhalado durante el trayecto. Como que también me he tropezado por el recorrido con un coche patrulla de los maderos que circulaba a paso de tortuga por el parque a saber con qué intención, si buscando proveedores en negro de productos de herboristería alternativa o inmigrantes sin papeles. El caso es que me he puesto tan nervioso que he estado en un tris, tanto de poner las manos en alto para demostrar que no me estaba fumando un canuto, como de ponerme a berrear "¡yo soy español, español...!" Oye, en esos momentos uno es capaz de cualquier cosa, que yo ya tuve en su momento mis más y mis menos con las fuerzas de ocu... seguridad, y a ciertas edades uno ya no está para según qué hostias.

Por lo demás un día precioso en lo climático, fructífero en lo personal, tranquilo en lo familiar y perfecto en lo gastronómico, a ver si de aquí a que me vaya a la cama no viene alguien y me lo jode. Un abrazo a todos.

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