lunes, 29 de enero de 2018

ENCUENTROS EN EL AMBULATORIO



De vuelta del ambulatorio en Abendaño ya no me acuerdo si el médico le ha recetado a mi madre un antibiótico o que rezara varios padrenuestros. Un tipo muy majo, sí, pero de unos modos tan curiles que me han recordado ipso facto a más de un servidor de Dios que andaban por ahí merodeando durante mi juventud. Y no, no eran del Opus, no jodamos.

Antes, en la sala de espera, oigo que llaman a consulta a un fantasma del pasado, del insti y tal: "¡Alvaro López de Sabando!"

-Hostia Alvaro, ya pensaba que te habías muerto.

-En eso andamos, en eso.

-Tú siempre tan meticuloso.

--Venga, que me llaman...

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