sábado, 10 de octubre de 2009

Apuntico libresco, con perdón...


Y como no todo van a ser chorradas y tal, un poquico de cultura no va a hacer daño a nadie, creo. De modo q me todo la libertad de aconsejar de corazón y sobre todo de razón un tocho q me he acabado hace poco y q creo q merece la pena para el q le guste saber un poco de historia y economía. El libro en concreto habla sobre la persecución de las ideas liberales y las personas q las defienden a lo largo de la historia, tanto de el lado más reaccionario del conservadurismo como de la izquierda totalitaria, las cuales siempre han tenido en común el odio al individuo que pretendiera salirse de la manada, labrarse un futuro por sí mismo y no digamos ya pensar por su cuenta, vade retro, satanas. El libro q nos ocupa es sólo el primer tomo de tres y abarca desde la edad antigua a la Revolución Francesa, q es donde nace con Robespierre y demás jacobinos la izquierda liberticida a lo el que no se anule como persona en nombre del todo matarile, o sease, guillotina. Uno de los capitulos más interesantes y reveladores es el dedicado a la Edad Media pues en contra de lo comúnmente imaginado el establecimiento de una sociedad de tipo comunista o por el estilo no es algo de hace un par de días con la Unión Soviética y similares, sino el sistema que durante siglos imperó en el occidente cristiano controlado por la Iglesia y en general por cualquier grupo cristiano, pues es el cristianismo primitivo el primer movimiento de tipo comunista o pobrista (q tiene al pobre como eje de toda su filosofía) en conseguir imponer sus ideas anticomercio y sobre todo anti propiedad privada, su credo contra la libertad del individuo, es decir, contra el derecho de éste al libre albedrío y al comercio libre. Los documentos q aporta Escohotado son numerosos, entre ellos unos cuantos relacionados con la imposibilidad de los particulares de enajenar sus bienes porque en la sociedad medieval no les pertenecían a ellos si no a la comunidad, la familia, el clan o el obispo/señor feudal de turno, de modo que durante siglos cualquier iniciativa privada fue vista con malos ojos por la iglesia y el poder político ya que pretender alterar el orden de las cosas buscando una alternativa a lo que a uno le había tocado en suerte era poco más que pecado, claro que como de costumbre con las correspondientes excepciones y chivos expiatorios, y si no q se lo preguntarán a los judíos... La portada con el cuadro con Jesús de Nazaret liándose a hostias con los mercaderes en el Templo no podía estar mejor elegida. Vaya un extracto ilustrativo del texto en cuestión.

Ser occidental significa de alguna manera tener sitio en el corazón para un altar donde lo venerado es la igualdad humana, principal motivo de orgullo para nuestra cultura. Sin embargo, algunos limitamos ese principio inviolable a un trato no discriminatorio por parte de las leyes, y reclamamos una igualdad jurídica compatible con las más amplias libertades. Otros (...) llevan veinte siglos abogando por abolir compraventas y préstamos para defender a quienes obtuvieron peores cartas, son incapaces de autogobernarse o sencillamente no están dispuestos a tratar la vida como un juego, aunque sus reglas sean claras.

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