sábado, 17 de octubre de 2009

BERREOS NOCTURNOS MANGUERAS Y HUMO


Van a dar las 11.00 de este sábado a la mañana. Mr. permanece en las garras de sus yayos a kilómetros de aquí. T y Mk. en la cama sobando tras una noche de sobresaltos por culpa del pequeño tragón. Servidor q ya estaba de pie a las 8.00, q ya he ido a por el periódico, me he tomado el café con leche y he dado un garbeo mañanero por los alrededores, q he vuelto a casa, he fregado, recogido y hasta me he sentado a repasar las hojicas de la semana. Me he dicho, basta, a ver si ésto va a parecer un día normal y me voy a tirar currando hasta q la señora se levante, q supongo q habrá que ir a rescatar al nene prevío pago de una comida con sus padres, un planazo q te cagas, no sé cómo no estoy pegando saltos en la silla.

El caso es que servidor apenas ha podido pegar ojo, y no tanto pq como dice la señorita niputaidea tenga la conciencia sucia o por el estilo, sino más bien pq desde que nos hemos venido al centro, y dado q estamos, como quien dice, a la vuelta de la esquina de la zona de marcha, las noches de finde son de sobresalto continuo a falta de insonorizar los cristales o ya directamente a los borrachos a hostias. Probablemente no habrá mayor indicador de la edad de uno que el hecho de que en lugar de ser el capullo que pega gritos en la calle a las cinco de la mañana sea el señor que se sobresalata a esa hora cagándose en Dios. Resulta q un hijo de su puta madre debía estar haciendo una competición de gritos con sus colegas o por el estilo, a ver quién era más berraco, y claro, menudo espectáculo, dónde cojones se mete la policia parafacista de Oviedo cuando se les necesitan??? Uno puede entender q peguen un berrido de alivio al descargar la vejiga en plena calle o al paso de una gachi de no te menees, la condición humana y la masculina en particular es lo que tiene, pero ponerse a berrear porque sí en medio de la calle es de tiro en la nunca cuanto menos.

Con todo, uno no puede evitar acordarse de cuando era pequeño y vivía en el 42 de la Avenida, casi encima de la entonces famosa y casi única sala de fiesta, q se decía entonces, de Vitoria, la Koké o cómo se escribiera. El que aquí protesta dormía justo dando a la calle, en el primer piso donde teníamos la pelu (ahora vivo en un 3º, con lo q cuando me cruzo con los 1º casi les doy el pésame...)y las noches eran igual de moviditas o más. De hecho, recuerdo, pq era la época cuando más "movida" había de todo en el "paisico", supongo q tendría más de 5 o 6 años si puedo hacerlo, q solía haber avisos de bomba cada dos por tres en la discoteca de marras y el correspondiente jaleo con el desalojo y tal. Como q en una de esas parece q al final pusieron una de verdad, pero no en la Koke, sino en el Champán, q decían uno de esos de camareras con las tetas al aire. A saber si la pusieron los chicos de la ETA, q
entonces, no nos engañemos eran más "chicos" q terroristas, criminales o por estilo, o bien el comando Amas de Casa Vitorianas para el Regreso Temprano a Casa de sus Maridos. Entonces sí, aparte del sobresalto nos hicieron salir a la calle con lo puesto, y entonces, ay, entonces creo haber tenido mi primera toma de contacto con la condición irremediablemente femenina de mi madre, pues recuerdo a mi padre abroncándola pq la señora no estaba dispuesta a salir a la calle con el camisón puesto, q se tenía que arreglar un poco, a saber qué iban a pensar los vecinos, bomberos y el municipal de turno. En fin, también recuerdo los tubos de las mangueras desde el camión de los bomberos al interior del Champan, los pijamas de algunos vecinos y el humo, la verdad es que sólo las mangueras y el humo. Eso si que era joder la marrana por la noche, por no hablar de la comidilla preferida de los mayores en aquel entonces, el miedo a que en una de esas les diera por volar la gasolinera de la Avenida y con ella la calle entera, tetas al aire incluidas...

2 comentarios:

  1. Ahora entiendo por qué después de todos esos avatares tus padres decidieron irse a vivir a un pueblo.

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  2. La verdad es que eso pasó muchos años después, con 14 o 15 años o así, antes mudamos a Gerardo Armesto, vamos, tb. en la Avenida, pero ya lejos de la koke, el bingo o lo que pusieran luego. Lo q no cambió es la manía de mi viejo por los primeros.

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