Sábado a la mañana, el nene de nuevo en garras de eso..., la señora y el recién parido en la cama tras una otra noche de traca (en la que servidor tampoco ha podido pegar ojo y encima he tenido una de esas pesadillas recurrentes tipo "mañana tengo el examen final de carrera, no he estudiado nada y ya me veo sacando piedras...) En fin, aprovecho q todos duermen para hacer una entradica, q estos días entre los reproches (la quintaesencia del alma femenina, por lo que se ve, q si no es por una cosa es por otra, pero siempre hay un reprochete por mucho q te esfuerces en cumplir con esto o lo otro, por mucho q complazcas sin q te lo pidan, en fin, siempre encontrarán el motivo más pejiguero para...) por el tiempo excesivo q paso con el ordenata y mil y un recados no he tenido ni tiempo ni ganas.
Además, cómo coño concentrarse estos días en nada viviendo en pleno de centro de Oviedo con todo el perifostio de los Premios de Principito de Asturias. Ayer fue ponerse a trabajar un poco y como la ventana frente a la que escribo da a la calle, pues si de noche se oyen A los borrachos como si estuvieras tú en medio para llevárlos a casa, cómo no se iban a oír las PUTAS GAITAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS. Coño, pase un ratico de tiriri tiriri, a mí que en general o me gusta casi toda la música o al menos intento buscarle el punto, como que hasta el rap (medio minuto), pues no me importa escuchar una banda de gaitas, tiene su punto. Pero joder, joder, joder, toda la puta mañana primero desde casa, tiriri-tiriri, que vienen los príncipes, y en esas miro hacia la calle y una estampida de señoras con moño que suben corriendo hasta el Reconquista (El Hotel Reconquista, un antiguo convento, bueno, q me lío...), aaaay ese principitooo, aaaaaay esa princesa del terruño que no me comeeeee naaaa. Este año era evidente la cantidad de señoras indocumentadas q hay por la vida (sí, señoras, porque los dos o tres señores q han estado toda la mañana haciendo guardia hasta que vinieran los VIP de ocasión seguro que estaban obligados, pues no hay pocas obras ni nada ahora por Oviedo para q los jubilatas pierdan el tiempo con chorradas como la de los premios...), gente que como no ve los telediarios o lee periódicos se preguntaba "¿ande está el principe?, Sólo se ve a la princesa y ese guardaespaldas con barba todo el rato pegado a ella...". En fin, el vocerío marujil de todos los años y alguna otra niña despistada que debía pensar que eran los premios superpop o alguna hostia de esas, como que a una de ellas le preguntarón que le parecía el premio P.A. al famoso levanta penes gigantes de aluminio, o séase, el Norman Foster, y la pava va y responde "¿en qué serie actua el Foster ese?" Una pena, pero el nivel es el que hay y ya no hay otra LOGSE ni su puta madre que lo arregle. El caso es que todo esto de la llegada de los principitos, los premiados y mogollón de figuras "hayqueestarentodoslossaraos", ha estado amenizado mañana y tarde, repito, MAÑANA Y TARDE, por el estruendo atronador de un ejército de gaiteros apostado alrededor del Reconquista de las narices, eso sin contar ciertas partidas de guerrilleros/gaiteros repartidos por toda la ciudad con los que tropezabas ayer a la tarde por mucho que quisieramos mantenernos alejados del mogollón premio principe de Asturias al coñazo padre.
Luego lo de la ceremonia de los premios, para no verlo con los pantallones que había por ahí. Pues ha debido estar como de constumbre. Nosotros en particular nos hemos empampado más por los comentarios que hacían en el acensor del Corte Ingles dos parejas de supongo dependientes engominados con corbata y dependientas última moda + litros ingentes de colonia apestosa, acerca de la ceremonia, mu bonita, la reina una señora (una señora más facha que Millan Astray y Tejero juntos, pero bueno...), la princesita guapina que te cagas, oh (puro chovinismo asturianin, pues de lo contrario no me cabe a mí...) y el príncipe pues oyes, como si fuera de Mieres, oh, ya ye de aquí mes que les fabes y el afoga´l pitu.
Eso sí, han destacado el conjunto de la premiada por la cosa esa de los deportes, menuda zorrón estaba hecha la rusa, decían que se le veía hasta el plan quinquenal o así, qué trasparencias, madre, si parecía la sobrina de Putin, la Pu... En fin, to mu guapu, como dicen por aquí. Pero las gaitas ahí seguían, fuera y dentro del Teatro Campoamor, tararí-tararí, y conste q se notaba el cansancio hasta de los gaiteros, pues cuando regresábamos a casa tras mil y un recados y coger una peli en el video club, vimos a varios grupos de ellos, , tirados en varios soportales de puro agotamiento, caídos en el combate más bien, daban ganas de soltarles; venga, soplad ahora, cabrones, tararí-tararí.
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