martes, 8 de octubre de 2013

MAPA ANÍMICO DE ESPAÑA



Preguntas a falta de certezas: Dicen por la tele de la cafetería donde tomo el café por las mañanas que "El Constitucional avala que el catalán no se exija para opositar en Baleares". Y la gente que me rodea aplaude, claro, estaría bueno, qué es eso de que el catalán, la lengua natural de Baleares, tenga el mismo rango que el castellano, que ya les vale a los nacionalistas catalanes -la peña oye catalán y no distingue, se la suda que hablen de Baleares, ellos a sus mascullar sus odios atávicos de buena mañana: "¡catalanes hijos de puta!", ¿Pero por qué?, "porque siempre lo hemos pensado así, pero ahora como quieren romper España ya no nos cortamos, a degüello..." Culpa mía por poner el oído, cada vez soporto menos las miasmas del pensamiento uniformado. De hecho, me gustaría hacerles unas preguntas, pero para qué, ¿para hostias?

Porque, a ver, ¿cuando tu lengua natural o la de tu tierra es considerada de segunda frente a otra que vino de fuera en su momento, que se impuso como oficial por decreto tras aquella guerra llamada de Sucesión, eso significa que ese Tribunal Constitucional tiene una concepción de España esencialmente colonial y en concreto castellana de la misma? ¿Es lógico que un señor de Ávila jamás tenga que plantearse si tiene o no derecho a exigir que la administración le atienda en su lengua natural y en cambio uno de Ondarroa, Vic o Mondoñedo tenga que suplicar por ello y al mismo tiempo exponerse a ser tratado de fanático intolerante y antiespañol? Y ya puestos, ¿aquellos que todavía creemos que España es la suma de identidades y culturas, que debe organizarse respetando las particularidades de cada una de sus partes en pie de igualdad e incluso aceptando las reivindicaciones nacionales de las mismas en el caso de que así lo decida la mayoría de las mismas, que de la misma manera que se promociona y protege lo común también debe hacerse con lo particular y que la solidaridad entre esas partes debe ser el verdadero pegamento que las una por encima de unidades de destino en lo universal y demás sandeces, somos esencialmente tontos del culo que creemos en lo imposible o simplemente no nos damos cuenta, nos resistimos a aceptarlo, de que en España no hay más proyecto que el de los extremos y el desprecio de unos y otros para todo lo que no sea conmigo o contra mí?

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