domingo, 27 de junio de 2010

BLOWING IN THE WIND




Viernes a la tarde en el peaje de Altube. De repente largas hileras de coches para pagar a la salida hacia Vitoria. Llama la atención y mucho la abundancia de coches medio destartalados, de furgonas a rebosar de gente. Curiosidad obliga, miro hacia los ocupantes y en seguida me percato de que abundan las melenas, las camisetas negras, los tatuajes y abalorios con mucha cadena plateada, calavera y tal -falta el cuero negro, pero es que el calor que hacía no invitaba a ponérselo...- ¿Ánde van todos estos macarras?, me digo. Coño, caigo al instante: ¡hostia tú, el AZKENA!

Pues sí, nuestro finde coincide con el mayor festival rockero de por lo menos este hemisferio, oh yeah, tres días de rock&roll al aire libre, camisas y cuero negro sobre la barriga cervecera de ellos, las camisetas dadas de sí y los pantalones de lycra ajustando los gluteos de ellas, mucha cadena y muñequera metálica, alguna que otra melena al viento, aunque la edad media del personal impone las melenas desde el cogote o ya directamente las calvas mondas y lirondas. El Rock es una antigualla de nuestra época, para mucho de nosotros la banda sonora de nuestra juventud, que un pavo de veintipocos se sume a esta movida empieza a ser más raro que un gitano con gafas.

Al instante los recuerdos de la juventud, algún que otro concierto, repaso de la discografía personal, sentimental e intransferible de uno; mucho The Clash, The Jam, Police, The Who, Oasis, Ramones, Stiff Litter Fingers, Pogues en lo anglosajón, y Platero, Hertzainak, La Polla, Eskorbuto, Decibileos, Barrikada, Itoiz, Delirium Tremens, Kortatu y últimamente Ken Zazpi de lo propio, y sí, el llamado Rock Radikal Vasco a la cabeza porque la época era lo que pedía por estos pagos, mucha Jaia eta Borroka ere bai,, mucho salirse de madre y mezclarlo todo con la revolución pendiente, no nos hemos tragado pocos conciertos ni nada, con sus birras, sus bailes o amago de tales, sus pisotones, los empujones y hasta sus escupitajos, las cargas policiales... Jóvenes y combativos, qué pavos, qué melonada que teníamos entonces y algunos puede que todavía. Tampoco es que el rock lo sea todo para uno, ni ahora ni entonces, hay mucho blues, ska, reggae, flamenco, jazz y clásico por ahí con lo que procuro llenar mi existencia de música a todas horas y en casi todos los momentos (ahora suena una tranquila bossa nova de tarde de domingo, gracias al youtube, tras despedir a mi señora y el bebe de vuelta a tierras asturianas...)

Busco un punto de envidia y no lo veo. No al menos entre la marabunda con camiseta negra y birra en mano que copa las calles de Vitoria. No me apetecería una mierda ahora sumarme ahora a los fanáticos del rock o siquiera a los sólo nostálgicos. Además, prima el Metal, Hard y en ese plan que nunca me gustó demasiado, mira que lo intentaron algunos. Además, a ver de dónde saco yo ahora unas greñas para menearlas al viento. Así que oígo que vienen los de la lengua y la cara de payasos, los Kiss, y ni me inmuto. Del cantante había léido no hace mucho una entrevista-reportaje o algo así en el que el señor, o abuelete, daba la nota acerca de la verdadera esencia del negocio, poses a precio de oro, gestión de escándalos de chichinabo para consumo de rebeldes poco más que de barbecho y que ya no escandalizan ni a mi abuela de 96 años. El de Kiss pretendía dar el cante con la patochada esa de que se había follado más de mil mujeres, que ya es tener ganas, cada día una o dos y su santa sin inmutarse poco más o menos porque le viene en el contrato para seguir engordando su carrera de estrella del rock en su versión más cutre, esto es, norteamericana. O mejor dicho, de lo que realmente viven los Kiss desde hace décadas, del merchansiding de la nostagia, no lo controla poco bien ni nada su supuesto lider. Otra cosa es que de vez en cuanto toca echarse la pintura a la cara y subirse a un escenario para seguir alimentando esa nostalgia que a su vez tendrá entretenidas la serigrafías de medio planeta. Del espectáculo del viernes a la noche dice la prensa que fue lo más parecido al circo, no especifica si había más payasos entre el público que encima del escenario, díficil cuestión. No pasa nada, ellos vendían su producto y los viejos rebeldes de barriga cervecera que esa semana habían desempolvado sus camisetas negras para la ocasión lo disfrutaron de lo lindo; el lunes tocará contarlo en la oficina ya de nuevo debidamente trajeados.

Ayer cerró el festival una de las grandes leyendas de la música todavía vivas, Bob Dylan, probablemente aquel que más ha contribuido a dañarla a base de bandazos ideológicos-religiosos y desplicencia a raudales hacia todos aquellos que durante décadas lo tuvieron como un referente de la canción protesta. Ahora el tipo va de judío converso que besó la mano del papa polaco y afirma que jamás escribió canciones contra el sistema y ninguna otra cosa así como que subversiva, vivir para oír donde dije digo, ahora digo Diego. Y mejor no hablamos de los aires que se da la leyenda en cuestión; parece ser que anoche le sacaron fotos por todos los lados a pesar de su negativa, no es poco borde ni nada el tío. No obstante, todavía tiene su tirón, y ayer a la tarde se notaba y mucho por las calles de Vitoria, la edad media había vuelto a subir notablemente, así como había variado la indumentaria del personal, ahora tirando a la pana y el cuero marrón, como que un guiri con más años que Matusalén y creo que con perilla y chaleco hippioso nos preguntó por Mendizorrotza escrito en la pantalla de su movil; claro que probablemente ahora siga buscando al Dylan por las inmendiaciones del Gorbea, yo es que soy muy malo dando indicaciones.

Y nada más de momento, ya iré blogueando mi semana de semi vacatas en el terruño, que por lo que veo la tengo a tope de compromisos con amigos y familiares, se hará lo que se pueda, que encima ando sin coche y no es cuestión de bajarme a Vitoria con Mr. todas las tardes andando desde Berroztegieta. Pero por bloguear naderías que no falte, que como mucho dedicaré las mañanas a corregir trabajos y novelas, de mi stress ya se encargará mi madre as usual/comme de habitude/betiko lez. De momento me largo en diez minutos a darme un garbeo hasta Eskibel con el nene, a ver si pillamos un jabalí para la cena o nos tira alguna piedra un aldeano... Yo de momento he pillado un resfriado de aupa por culpa de la tormenta que nos pilló anoche a la salida de la cena con las amiguitas...

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