Tenía pensado rellenar esta entrada, que es también como rellenar los minutos catárquicos posteriores a la vorágine doméstica tras recoger a los nenes, prepararles la comida, fregar, dedicarles un rato a cada uno y por separado, dormir al nene y colocar al otro con sus dibujo propios o televisivos, a una diatriba contra ese soplapollas integral del Bernard-Henri Levy, protótipo sinigual del intelectual medíatico, tentetieso y pichabrava a lo francés, siempre a raiz del artículo publicado hace unos días con el título de Alto a la desinformación, en el cual arremete contra toda la opinión pública mundial a la que considerada vendida de antemano a los argumentos e intereses de Hamas y el terrorismo islámico en general, además de acusar a la prensa occidental de simplista y antisemista por principio. Un largo, prejuiciado y sumamente tendencioso artículo en el que no sólo achaca, haciendo suyos uno por uno los argumentos del gobierno israel para defender el ataque y hasta el bloqueo de Gaza, a los activistas de la flotilla de amigos de los terroristas, esto con nombres y apellidos, sino que viene también a tildar de memos a gente como el escritor sueco Menkell, para él un mero títere en manos de los enemigos de Israel. Que el grimoso intelectualoide judeo-francés se declare amigo de Israel es del todo respetable, que incluso tenga tiempo cuando no habla de él mismo y de sus hazañas solidarias, para poner su pluma intoxicadora al servicio del estado judío, allá él. Pero que entre tanta tendenciosidad y sofisma a lo Confusión de una época en la que se combate a las democracias como si se tratara de dictaduras o Estados fascistas., por no hablar de la reiteración cansina de las consignas al uso Israel está en el centro de este torbellino de odio y locura, pero al mismo tiempo, no lo olvidemos, algunas de las conquistas más preciadas, en la izquierda sobre todo, del movimiento de las ideas de los últimos 30 años se ven así en peligro. A buen entendedor...>, ni siquiera dedique una mísera línea para recordar el hecho innegable y vital de la ocupación de Cisjordania, la paulatina pero imparable colonización y expulsión del territorio y sus habitantes a pesar de todas las resoluciones internacionales, también lo dice todo de él. Así como que el hecho de que la muerte de nueve personas tras el abordaje en aguas internaciones por parte del ejército de un barco con carga humanitaria sólo le merezca el calificativo de estúpido. Será que tan preclara mente tiene poco ninguna noción de Derecho...
No obstante, y tras repasar la actualidad, no me apetece hacerme mala sangre con semejante personaje y toda la mierda que rodea el asunto este del conflicto al que ya he dedicado no poca bilis. Prefiero celebrar una noticia que no por local juzgo menos trascendente. A la siguiente entrada me remito.
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