jueves, 18 de noviembre de 2010

QUIN DESOSTRE DE HOME, TU!!


En este día ha tocado tirarse de los pelos por los comentarios de mal gusto de un bocazas profesional en un programa de telepredicadores. El tipo en cuestión comentaba fuera de antena que a él le iba la carne jovén, tierna y trémula de las jovencitas de 18, 19 y en ese plan -no estoy seguro si dijo también de 16, con lo que ya habría hecho apología del delito-. En fin, visto el video es obvio que el Sostres, a estas alturas ya habrá alcanzado el Olimpo de la Esteban, Pachuli y compañía- apenas estaba haciendo otra cosa que epatar al personal sentado a su lado, en especial a la presentadora, Isabel San Sebastían, con un discurso, en efecto, grosero, machista, muy de barra con los amigotes pichaflojas pero bien que amantes del frasco, de chigre que se dice aquí en Asturies, y todo lo que se quiera, un discurso que, en todo caso, sólo lo define como persona de mal gusta y bocazas; qué voy a decir yo cuando también acostumbro a epatar, siquiera a intentarlo, al personal con mis correspondientes salidas de tono y alguna que otra tremendidad de propina, escultor de caretos pasmados que se dice. Ahora bien, también es verdad que por nuestras salidas de tono o groserías nos definimos, ya sean éstas en broma o de veras, no todas están cortadas por el mismo patrón, no responden a los mismos estímulos, no van en la misma dirección, no apuntamos a la misma diana.

Pero dejemos a un lado lo desagradable que puede haber en el tema estrictamente sexual, que no es tanto cuestión de gustos como de moral o ética -algunos presumen de no tener ni de un tipo ni del otro, de estar liberados de ciertas ataduras que en seguida tildan muy pomposamente de pequeño-burguesas, como si la mayoría de ellos fueran piratas del Cáribe u obreros metalúrgicos, y siempre las que les conviene para lo de hacer de su capa un sayo; pues lo dicho, ellos se retratan-. Desde luego que a mi juicio ir por la vida babeando detrás de jovencitas no dice mucho en favor de nadie, que ya hay que tener ganas de aguantar a alguien con el que por lo general todo lo más que puedes hablar es de Gran Hermano, porque del resto de sus cosas ni pajotera idea, como ellos de las tuyas. Sea como fuere, una inclinación que más bien lo dice todo del tipo de sexualidad que puede tener alguien que gusta de otro intelectualmente más inmaduro y por ello influenciable/manejable/impresionable, alguien que gusta del abuso, no tiene que ser sólo físico. Lo verdaderamente obsceno de los comentarios de Sostres es la actitud de displicencia tanto hacia la presentadora a la que echa un pulso todo el rato buscando la complicidad del resto de los machos de la mesa, haciendo caso omiso de la advertencia de ésta de que había niños en el plató, cosa que no sólo se la sudaba al pederasta en potencia, o de boquilla, sino que además, en cuanto se enteró de que muchos de ellos venían de un colegio de Marruecos, también se apresuró a soltar el correspondiente exabrupto racista -¿que es esto una ONG o qué?-, no es otra cosa que la de que luego se haga el ofendido porque lo que se suponía una conversación privada (¿en un plató rodeado de público y empleados de Telemadrid!, hablando de la falta de respeto a la intimidad, la libertad de expresión y otras grandilocuencias en las que él se suele amparar, parapetar más bien, para arremeter de continuo contra el prójimo. Preciosa su defensa a dentelladas: "mientras la izquierda continúa obstinada en meterse en la vida de los otros y en la privacidad de los otros, las personas normales entienden y defienden que es imposible la convivencia si no se respetan los límites elementales".

Lo dicho, nos retratan las palabras, y si de ese retrato sale lo que sale, luego no te rasgues las vestiduras porque el común de los mortales te señale como un ímbecil sin remedio, un provocador gratuito -pero no precisamente gratis, como que encima vive de ello-, o lo que es peor y a la vez lo más certero, una mala persona, alguien que solo aprovecha la tribuna que le ofrecen para hacer daño en su propio beneficio (curioso, muy curioso, que sean los medios de derecha como EL MUNDO o Telemadrid los que le den cancha a pesar de su incorrección o precisamente por ella, bonita manera de insinuar que ésta en la práctica es patrimonio de la izquierda), alguien que no contribuye ni piensa hacerlo en mejorar este mundo, sino más bien todo lo contrario, alguien dañino. Ahí van algunas de sus perlas ad maiorem Sostris Gloriam., pues soy consciente de que éstas no solo deben ser ya archiconocidas, no resulta fácil ni nada epatar al personal con solo decir exactamente lo que el resto ha convenido que no se debe decir o que está mal dicho, jugar a niño malo con los melindres del prójimo, sino que además contribuyen a agrandar la leyenda que él mismo ha construido a la medida de su bolsillo. Pero bueno, para juzgar hay que presentar pruebas, aquí las tenemos:

Es un mito y una excusa que los hombres nos hayamos impuesto por la fuerza (...) hemos ganado porque hemos sido mejores: más listos y más inteligentes, más generosos, más valientes.Si las mujeres han fracasado y viven hoy en una situación que a muchas parece disgustarles es porque no han sabido hacerlo mejor; porque no han sido tan inteligentes".

Eso de Haití es un drama pero el mundo, a veces, hace limpieza. No podemos vivir todos tanto tiempo y sólo los mejores y los que viven en mejores condiciones perduran. El mundo menstrua, como así tiene que ser. No me alegro, de la tragedia de Haití, pero estas cosas pasan y equilibran el planeta. La mayor parte de los que pueden estar en desacuerdo con este tipo de comentarios son pobres muertos de hambre que suerte tienen que éstos que están más muertos de hambre que ellos, de vez en cuando, un mal viento se los lleva.

La belleza es una característica femenina tal como el talento es una característica masculina.

Hay una idea de orden y civilización que se desvanece cuando todo se descubre y ves un tanga verde y unos sujetadores amarillos, un hedor a ácido úrico que inevitablemente notas, en eso la derecha hay que reconocer que ha sido siempre más adecuada y limpia, más civilizada".


Pero si hay algo que realmente nos da la media del fango ético en el que se mueve este personaje y los medios que lo amparan y pagan, es en las siguientes declaraciones del que, aún manifestándose no tanto como independentista catalán sino como un verdadero xenófobo contra todo lo español, entre cosas con su desprecio del castellano y sus hablantes, no duda en ponerse a servicio de medios que como EL MUNDO están empeñados en su propia cruzada contra los nacionalismos periféricos; eso sí escribiendo y hablando en castellano, que será de pobres pero hay que ver bien que pagan por escribir en este idioma y no en otros.

El independentismo en Cataluña está absolutamente justificado aunque solo sea para huir de la caspa y el polvo, de la tristeza de ser español".


En Barcelona queda muy hortera hablar en español, yo solo lo hablo con la criada y con algunos empleados. Es de pobres y de horteras, de analfabetos y de gente de poco nivel hablar un idioma que hace un ruido tan espantoso para pronunciar la jota.

Estos que no hablan catalán, a menudo tampoco saben inglés, ni francés, ni quién es monsieur Paccaud. Pero no solo en Cataluña el español es un síntoma de clase baja. El amigo Riera me facilita estos datos de la ONU del 2002.

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