domingo, 19 de enero de 2014

GAMONAL II



Lo de Burgos se me antoja la gran metáfora de esta España de la II Restauración Borbónica, por eso me apasiona, y que haya sido en Burgos todavía más. No se me puede ocurrir otra cosa, lo siguiente lo entresaco del artículo de Luis Gómez en El País: 

- "Se hablaba en Burgos de la guardería que van a cerrar en el Gamonal porque no hay 13.000 euros para sufragar los arreglos. Y sí hay ocho millones de euros para hacer una obra que amenaza de ruina a todos los comercios de la calle Vitoria, en 1.200 metros de calle. Ocho millones de euros para una milla de oro que nadie ha pedido 
-La posición del alcalde, Javier Lacalle, del PP, es atípica: remodelar una calle contra la opinión de los vecinos, cuando lo habitual es lo contrario, que los vecinos reclamen una obra que el consistorio no acaba de programar.
-Existía un hartazgo del movimiento vecinal (la mayoría absoluta del PP era implacable) y una opinión generalizada de que la obra no tenía otra finalidad que satisfacer al empresario Antonio Miguel Méndez Pozo, el constructor al que se le adjudica un poder absoluto en Burgos. 
-Esta mezcla de clientelismo y caciquismo es muy frecuente en algunas de las capitales de Castilla y León, donde los grandes constructores se reparten además los principales medios de comunicación de la región y aparecen imputados, de forma directa e indirecta, en el caso Gurtel. Forma parte del paisaje de la comunidad y ha sido generalmente aceptado y conocido. 
-La hipótesis de los “turistas radicales”, tan del agrado de quienes buscan conspiraciones de bolsillo ante cada contrariedad política, según la cual jóvenes ultras llegados de otros lugares fueron quienes provocaron el incendio. 
-El alcalde Lacalle, quien sostiene que dar un paso atrás es darle satisfacción a los violentos."

¿Metáfora de la España contemporánea a menor escala? ¿La Restauración Borbónica del siglo XX-XXI o del siglo XIX-XX? Huele a novela galdosiana, qué digo, a esa especie de epitafio de todo un país con el que Baroja cerraba su novela Cesar o Nada dedicada a Castro Duro, un imaginario pueblón castellano escenario en pequeño de aquella España del XIX.

"Castro Duro ha abandonado ya definitivamente sus pretensiones de vivir, ha vuelto al orden, como dice el periódico semanal conservador; las fuentes se han secado, la escuela se cerró, los arbolillos del Parque Moncada fueron arrancados. La gente emigra todos los años por centenares. Hoy para un molino, mañana se hunde una casa; pero Castro Duro sigue viviendo con sus venerandas tradiciones y sus sacrosantos principios, sin permitir que los advenedizos sin religión y sin patria turben su vida, sin mancillar los derechos sacratísimos de la Iglesia nuestra madre, envuelto en polvo,en suciedad y en mugre, dormido al sol, en medio de sus campos sin riego."
CESAR O NADA Pio Baroja

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