viernes, 14 de febrero de 2014

HIJOS DE PUTA



"Me agarré a la balsa y la Guardia Civil empezó disparar pelotas de goma" La Guardia Civil no auxilió a las personas que se ahogaban ni avisó a Salvamento o a Cruz Roja; pero, un señor de no sé qué unión de picoletos o algo por el estilo nos abroncaba ayer a los que vemos en la actuación de su benemérito cuerpo un ataque miserable y criminal a unos seres humanos cuyo único objetivo era llegar a un país desde el que seguir avanzando a otros donde acaso pudieran tener una oportunidad para una vida mejor. El señor en cuestión apelaba al orden y la seguridad de Epaaaaaaña como coartada para la saña y la impiedad contra la que sus compañeros arremetieron contra esas personas ocasionando la muerte de ya no sé si catorce o más. Tienen orden de ir a saco contra ellos y seguro que además les han prometido impunidad desde arriba, de ahí la saña. Qué gusto, sí, poder utilizar impunemente todo el material al uso contra gente indefensa, "¡para eso me metí a esto", (¡ah! Que no, que les tiraron piedras cuando se vieron atacados y de ahí que todo fuera en legítima defensa de unos hombres armados hasta los dientes contra otros indefensos, toma ya. ¡Será, posible, y encima intentaron defenderse en lugar de dejarse vapulear democráticamente! Pues eso, moderación también en esto, no vayamos a caer en el extremismo de deslegitimar a la Benemérita, ¿o acaso queremos ver nuestras calles llenas de negros ociosos que nos roben el pan de nuestros hijos y violen a nuestras mujeres? No, será mejor verlas como hasta ahora, llenas de hijos de puta que justifican y aplauden estas cosas desde las barras del chigre de turno.

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