No está dispuesto a que nada le amargue un sábado que todo el mundo anuncia espléndido, de mucho sol, playa, cervecita y comida en el chiringuito junto a una mesa de plástico bajo una sombrilla con propaganda de Coca Cola -que sí, que el juez había dado la razón a la plantilla, ¿y a él qué?-. No señor, no lo va a permitir, sobre todo después de la mala noche que ha pasado, un calor insoportable y encima una pesadilla interminable durante las pocas horas que ha conseguido conciliar el sueño y que ahora no podía recordar. Entretanto, y como todas la mañanas mientras se afeita, el noticiero de la radio informa de la privatización del 49% de las acciones de AENA. Pues bien, muy bien, que privaticen, ya vale de pagar los sueldos del prójimo con mis impuestos, se dice el recién jubilado de ENSIDESA. Se dice porque eso es lo que oye hablar a su hijo el economista, un muchacho muy listo, militante del PSOE como su padre y su abuelo; pero, que gracias a una beca y mucho esfuerzo por su parte había conseguido no solo sacarse una carrera sino incluso cursar un máster de lo suyo en una universidad alemana muy molona, donde decía que le abrían abierto los ojos con eso de lo público, que había descubierto que el Sistema de Bienestar, lejos de ser la piedra angular sobre la que se sostiene una sociedad más o menos equilibrada, era más bien todo lo contrario: en realidad era una verdadera losa para el progreso, si bien el niño, que aún y todo sigue diciéndose de izquierdas, asegura que en España los únicos que progresan son lo de siempre, los que ya están bien situados y para de contar. Y como el niño les ha salido tan listo, el primero de su estirpe ya no sólo con carrera, sino incluso con un máster, profesor de teoría económica en la universidad pública del Principado, pues él amén a todo lo que dice el chaval, que por algo lo dirá habiendo estudiado tanto, y lo que lee, Milton Friedman y Ludwig von Mises por un tubo. Eso y que sí, joder, a él se lo van a decir, que hay mucho vago viviendo de la teta de Papa Estado, y mientras tanto a los currelas como él los colman a impuestos, que no le llega la pensión contributiva, que tenía que haber hecho caso al niño y haberse jubilado cuando... El caso es que en la radio también hablan de que una millonaria secretario de Estado del Ministerio de Educación quiere convertir las becas en préstamos amenazando a las familias más humilde con endeudarse, siquiera para que se lo piensen dos veces antes de empeñarse en que el niño estudie una carrera, que ya hay demasiados licenciados, que a ver qué es eso de que todo el mundo pueda sacarse una carrera, como poco los que más tienen que para eso se lo pueden permitir, el orden natural de las cosas, sí señor. Nuestro jubilado de ENSIDESA escucha esta noticia y vuelve a asentir. Claro que sí, jodido país, todo el mundo quiere ser general, ya nadie sabe cuál es su sitio. No ha acabado de limpiarse el rostro de espuma de afeitar cuando escucha hablar del informe de no sabe muy bien qué organización internacional, OFAN, OLAF u OXAN, en la que se señala a España como uno de los países de la Unión Europea donde más ha crecido la desigualdad económica, más extendida está la corrupción y sobre todo, más difícil, resulta salir adelante si no se tienen contactos. El informe sentencia de que la política en España está al servicio de unas élites económicas en lugar de los ciudadanos. Y claro, esto ya es el colmo, todo el día con la misma monserga, que si somos una mierda, que si todo está podrido, que ya no vale nada, nada de lo que hicimos, él habla así en plural, durante la Transición, que si los jóvenes de ahora no tienen ni idea de lo que fue aquello, de dónde veníamos, que si es muy fácil criticar, ¿pero soluciones?, ¿donde están las soluciones? Y sí, todos los días la misma monserga. Menos mal que eso, se dice, no le quita el sueño, que él sabe que las cosas no son como las pintan, que todo lo más estamos en un cambio de ciclo, que le oye comentar a su hijo economista, un reajuste porque ya no podíamos seguir como antes con esto de la globalización y tal. Lo que pasa que la gente es reticente al cambio, tiene miedo de lo nuevo, no sabe, no piensa, se deja engatusar por cuatro iluminados resentidos, él los sitúa siempre en el partido comunista y alrededores con los que estuvo a la gresca toda su vida cuando era sindicalista de la UGT, por esos y algún que otro perroflauta mediático que ahora se ha puesto de moda, otro pijo progre de esos que han crecido en familias donde nunca ha faltado una comida, que ha disfrutado de todo, y que encima se permiten el lujo de sermonear al resto acerca de lo dura que es la vida y tal y cual; anda que no disfruta poco ni nada cuando ve por televisión las imágenes de las fuerzas del orden dando su merecido a golpe de porra y pelotazo a esos desgarramantas melenudos y pajilleros que acuden a las manifestaciones a quejarse de lo mal que va todo mientras ellos se dan al botellón o acuden a conciertos de rock que cuestan un pastón. Eso y que la gente es muy idiota, no tiene vida propia, y por eso se pasa todo el día mirando la tele; pero eso sí, luego a quejarse de que España va mal. No, nada de eso le va chafar el día de playa y chiringuito, nada que no sea, claro está, recordar, porque ahora están hablando en la radio de ello, que anoche no pudo pegar ojo tras el 5-1 del partido entre Holanda y España para la primera fase de clasificación en el mundial de Brasil. Por si fuera poco, el comentarista no duda en repasar los titulares de hoy en la prensa de todo tipo: "España sufrió "un descalabro mundial", "España, fuera de sus casillas", "Una catástrofe para la historia", "La generación gloriosa da síntomas de agotamiento", "ausencia de ritmo y de ideas", "España destrozada, acabó destruida. Entonces sí, entonces nuestro jubileta recuerda el motivo que lo mantuvo toda la noche en vela, incapaz de digerir un desastre como el del que apenas unas horas antes había sido testigo desde la salita de su casa a través de su televisor de plasma.
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