Durante siglos los hombres se han echado a la mar para buscar su sustento, descubrir nuevos horizontes, poblar nuevos continentes, comerciar o, siquiera ya sólo, desafiar a otros surcando las olas a remo. Ahora ya ni eso, ahora son legión los que se suben a las olas sobre una tabla para que éstas les lleven de vuelta a la playa en menos de cinco minutos. En la foto, ayer en Gijón, marineros en neopleno llevando a cabo sus travesías de chichinabo.
lunes, 23 de marzo de 2015
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