jueves, 7 de octubre de 2010

GARCÍA


Creo que García trabaja de repartidor o algo así porque alguna mañana a la vuelta del cole lo he visto con un toro bajando de un camión. Claro que García trabajara un par de horas o así, el resto lo pasa junto a la esquina de la barra de la cafetería donde desayuno todos los días. García siempre está ahí, a la mañana cuando me tomo el café, al mediodía cuando paso delante de la cafetería camino de la guardería del pequeño, a las tardes cuando llevo los nenes al parque, cuando los regreso a casa y vuelvo a pasar por delante de la cafería en dirección a lo viejo para tomarme una pinta mientras leo cualquier papeluchu al alcance de mi mano, a veces hasta me decido por La Razón o La Gaceta, no tengo pocas tragaderas ni nada, también cuando me regreso a casa antes de las ocho e incluso lo he visto alguna que otra vez permanece en el mismo sitio cuando he tenido que bajar al Alimerka justo antes de la hora del cierre.

García debe tener más de cincuenta años y no piena canas porque no tiene donde peinar nada. Pero García destaca siempre de entre los parroquianos, ya haya sólo un par o esté la cafería a rebosar, lo hace por su estatura y también, o sobre todo, porque sólo se le oye a él departir de lo divino y lo humano. García además departe siempre a voces, las que según la necesidad de epatar al personal o de hacer callar a los contados y osados disconformes con alguna de sus más que estrambóticas teorías sobre todo tipo de temas. García diserta tanto de fútbol, política, economía, sociedad, ciencia, como del color de las bragas de una mulata. De hecho hay semanas que basta poner la oreja para adivinar cuál será la alienación del Madrid ese fin de semana (sí, García como casi todos los carbayones es del Madrid...); para mí que Mourinho le debe consultar o algo así. García, cómo no, ya sabía lo de la crisis antes de que Zapatero la anunciara, ya, no es que sea nada original, eso lo sabía todo el mundo, pero es que García ya había avidado hacía años que tanto ladrillo no podía traer nada bueno, eso y que nunca hay que fiarse de los bancos por principio, por eso, y también porque ya había pagado el piso hacía años, jamás se le pasó por la cabeza pedir un crédito vivienda cuando poco más que los regalaban. García, que es un desclasado de puro listo, tampoco vio bien lo de la huelga general, dice que hay mucho listillo en los sindicatos, y como le rebatas, que algunos lo hicieron porque esto es Asturias y la cafetería a la que acudo no es precisamente la del Rift o el Sacher de Viena, te saca a colación toda su parentela de la cuenca minera; parásitos, que son todo unos parásitos, asegura sin cortarse un pelo; yo supongo que el camión y el toro serán suyos, que será autónomo. Claro que al día siguiente también le verás echando pestes de Diaz-Ferrán y compañía, sacando a relucir las prácticas escandalosas de algunos empresarios que se aprovechan sobre todo de los más jóvenes y le ofrecen contratos leoninos por los que ya no es que les hagan contratos sólo por ir a buscar el café, es que incluso les obligan a firmar su carta de despido antes de ponerse a trabajar. A García se le nota que debe tener algún hijo (aunque no sé si estará casado, pero si yo fuera su mujer hace tiempo que habría pedido el divorcio por ausencia reiterada del domicilio conyugal)o sobrino que acaba de saltar al mercado laboral, el tema le escuece y mucho porque, cagondios, si tenemos la mejor juventud de Europa y encima aquí en Asturies todos a la emigración. García también gusta despotricar de los políticos a diestro y siniestro, ahí no le verás sectarismo alguno, lo mismo echa pestes del Pepiño o tilda de memo a Zapatero, que pone a caer de un burro al galaico-calzonazos de Rajoy o te suelta al más puro estilo carpetovetónico que la Soraya lo único para lo que se sirve es para un viaje de una sola dirección. Otra cosa es que cuando se le menta a García Esperancita Aguirre éste se ponga hasta colorado, que al hombre le va y mucho la señora marquesa, según él porque es la única que dice las cosas claras y tiene más cojones que el resto de los políticos del PP y el PSOE juntos. La presidenta ya es harina de otra costal, porque a los tipos como García que una señora de su clase, de su porte, de su título incluso, parezca que se dirige a él de tú a tú, les pone y mucho, vamos, que se sienten por un momento como si hubieran nacido en Serrano o algo por el estilo, de hecho creo que está pensando en empadronarse en Madrid para poder votarla. Pero claro, García también es muy asturiano y está convencido de que como en su tierra en ninguna parte, que es lo que piensa casi todo el mundo de la suya para no variar. Otra cosa es que según sus palabras todos los políticos asturianos sean de lo malo lo peor, y no precisamente por mangantes, que iso non ye propiu d´aqui, oh, sino por huevonazos y babayus, los más tontos del corral, no como él, que es listo que te cagas pero de pura molestia se conforma con manejar un toro. Como que García está seguro de que después de tanta movida en el PP asturiano, el alcalde, Gabino, tendrá que enfundársela para postrarse al instante a los pies de ese Pelayo revivido que el resto de la derechona astur cree haber encontrado en Cascos. García no tiene ninguna duda, ni de eso, ni de que el amiguito de Camps, el inefable Costa, volvería antes o después al parlamento y sus cargos tras haber simulado arrepentimiento por su castigo, renunciado a las tentanciones del hunte y la palmadita en la espalda, a su acento pijongoso y demás mandangas. García lo ve de lo más normal, él no entiende la chorrada esa de que la mujer del Cesar no sólo tiene que ser honrada sino también parecerlo, eso deben ser cosas de los suecos o de por ahí, que son como muy serios en eso de la moral pública, como que dimiten a la menor de cambio, nenazas, él lo achaca a la empanada luterana, que no saben montárselo como en España, el último en poner el cazo no es que sea tonto, es que no tiene derecho a llamarse español.

En fin, ahí tenemos a García todas las mañanas ejerciendo de oráculo desde su rincón de la barra, que lo mismo te desgrana los secretos entre líneas de la prensa que te aconseja un par de truquitos financieros o la quiniela de la semana -a él no le ha tocado nunca porque piensa que jugar a esas cosas es tirar el dinero-. García que sabe de todo, que ha estado en todas partes, que como buen español nunca tiene dudas y todo lo ve blanco o negro, que ya sabía él que al final el Fran se la pegaría a la Belén Estebán, si se veía venir, nosotros es que no nos damos cuenta de nada. García es la hostia, yo no sé cómo no tiene un blog, como que estoy pensando regalarle el mío, eso si no fuera porque García también piensa que los que escriben bloges o están dados de alta en el Facebook, el Twitter o yo qué sé qué otras cosas, no es sólo que sean unos frikis como se dice ahora, es que lo que les falta es que les hagan una buena mamada, y él conoce a una mulata que...

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