domingo, 10 de julio de 2011

LA ALTERNATIVA DEL MÁS DE LO MISMO



Domingo plomizo a más no poder, sigue lloviendo como ayer, nada de sirimiri/orbayu, lluvia pura y dura. Salgo de mi encierro de ermitaño a comprar la prensa y tomar un café por lo antiguo. Hoy en todas las portadas de los periódicos la designación de Rubalcaba como candidato. Dicen que gira a la izquierda, que promete el oro y el moro, que ha enterrado a Zapatero. La gran esperanza blanca, casi me caigo del asiento de la risa. Me pregunto, todo retórico un servidor, si ya habrá alguien de los que acudieron al mitin de marras, si ya habrá algún sociata en cualquier casa del pueblo de la geografía española, que se crea la cantinela. Como mucho transijo con lo que las caras de alegría desbordada que aparecen en las fotos se deben a la convicción de que con Rubalcaba la derrota en las urnas puede que no sea tan abultada, aplastante, ignominiosa. Pero de ahí a pensar que todavía pueden darle la vuelta a la tortilla, si ya está hecha por un lado, se hizo en las pasadas elecciones municipales y autonómicas. Como si el hecho de recurrir como alternativa a un tipo que lleva toda la vida en una poltrona u otra no fuera en sí mismo un síntoma evidente de la profunda crisis en la que está inmerso el PSOE.

O nos encontramos ante un ensayo generalizado de marketing electoral o es que estos del PSOE han entrado de lleno en un proceso de negación de la evidencia como consecuencia del trauma de la última derrota electoral. No se enteran o no quieren reconocerlo, pero este lavado de imagen al última hora de su partido ya no se lo traga nadie. Cómo esperan que un señor al que todo el mundo identifica con la vieja guardia del PSOE, con el felipismo puro y duro, un señor que ha estado colaborando mano a mano con Zapatero, el supervicepresidente sin ir más lejos, pueda ser alternativa a nada de lo que ya hay. Suena demasiado a tomadura de pelo, a que se piensan que esos cinco millones de parados, los millones de mileuristas, otros tantos de autónomos con la soga al cuello, todas las familias con problemas al fin de mes, toda la gente de izquierda defraudada por el desmantelamiento progresivo y vergonzante de un sistema de bienestar que nunca lo fue del todo, pueden morder en cebo con apenas unas declaraciones rimbombantes y el correspondiente lavado de imagen. Quieren presentar al cantabro como alternativa y resulta que ni lo es por edad ni por sus hechos. Quieren disfrazar la percepción generalizada de que el señor Rubalcaba lejos de ser la solución al desgobierno de la crisis es parte del problema, siquiera parte del sistema que se ha pregado a los intereses del capital para hacer las mismas políticas que cualquier partido de derecha, las mismas que haría el PP y que encima tendrá la suerte de que cuando llegue al poder ya estarán hechas y no tendrá que pagar el correspondiente desgaste de imagen (eso y que a la derecha el españolito medio ni la tose, como en Madrid o Valencia, ya te puede dar por culo, esto es, recortarte por todos lo lados, que te lo pagues de tu bolsillo, vago, maleante, pero como eso es precisamente lo que se espera que haga, pues encima se la premia por coherente).

Porque eso es lo más indignante de todo esta inmensa tomadura de pelo. Ahora nos vienen con la cantinela de que giran a la izquierda los que han dado la espalda a esa izquierda socio-cultural que ya no se fíe, ya va por otro lado, o se desahoga en sus correspondientes 15M o se queda en casa a verlas venir, venir de azul gaviota. Total, qué importa si apenas hay matices estéticos o de talante entre unos y otros. Si la izquierda es rebeldía contra la injusticia y compromiso para corregir los desmanes de los poderosos, trabajar por la igualdad de oportunidades y una sociedad más justa y libre, eso ya lo vendió Zapatero en su momento y poco más hay que escribir. Rubalcaba y compañía se presentan de izquierdas y el personal apenas ve en ellos otra cosa la izquierda intelectual, retórica, acomodada, aburguesada, de salón, mitin y poco más. La otra, la izquierda sociológica de los indignados y de los que lo están pasando mal, no pueden simpatizar, empalizar, con unos políticos que forman parte del establishment, temen más de lo mismo.

La izquierda de verdad está en otra parte, en España desde luego no se sabe dónde, en casa como mucho, acaso también en el 15M discursos anarco-nihilistas a un lado, pero nunca en esa misma casta de políticos que han hecho poco o nada para que la indignación del ciudadano medio alcance las cotas que estamos viendo. Fuera de aquí pasa otros tres cuartos de lo mismo. Miras a los socialistas franceses metidos en sus querellas domésticas y en seguida te das cuenta de que son perros con los mismos collares, defensores de lo establecido, a lo sumo alguna propuesta reformista y para de contar, sospechas que lo único que les anima a meterse en harina es el poder, al fin y al cabo les han educado para ello desde sus exclusivas escuelas de mando y ordeno, de ahí su distanciamiento estratosférico respecto al ciudadano medio, y no tengo en mente sólo al tristemente famoso DSK.

Y si te vas a Italia, en principio podrías decir algo parecido, un PD que quiere ser alternativa a Berlusconi y que, sin embargo, en el imaginario de los millones de italianos hartos del actual régimen de corrupción y pandereta del empresario-clown metido a político, no es otra cosa que parte del problema. Pero he escrito en principio, porque en realidad las cosas sí que están cambiando allí, ya había un movimiento violeta de protesta antes de que nos indignáramos también en España. El mismo que de alguna u otra manera ha animado las victorias de los candidatos de la izquierda alternativa al PD en Milán y Nápoles. La gente los ha votado precisamente por estar al margen del sistema, por ofrecer lo que ellos estaban pidiendo, por ofrecer garantías que los otros no daban, por esperanza. Y si seguimos en un Länder alemán del sur también ha ganado una candidatura de izquierda ya consolidada pero por ello no menos alternativa a los socialdemócratas. Los verdes alemanes que ya gobernaron y parece ser que bien. Los verdes alemanes cuyo ideario es tan amplio como concreto, libre de los lastres ideológicos de la izquierda tradicional. Era de cajón, la izquierda por definición tiene que ser rebeldía y esperanza, utópica incluso, pedir lo imposible para poder cambiar lo que se pueda, barrer la casa. Ya habrá tiempo para que esta nueva izquierda se apoltrone, se aburguese, decepcione. Casi es ley de vida, y luego vuelta a empezar.

En España no se conoce o no se vislumbra de momento alternativa alguna a Rubalcaba y todo lo que representa, la clase política acomodada y ajada que pretende seguir tratándonos como niños durante otras cuantas décadas más.

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