martes, 30 de abril de 2013

RECORDANDO LO OBVIO




Lagrimicas de emoción han corrido por mis mejillas hace un rato mientras escuchaba por la tele a un representante del sindicato de los Mossos d´Esquadra explicar el porqué de las denuncias del informe publicado hoy por el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa en que se pide a las autoridades catalanas que los Mossos d'Esquadra estén identificados "de forma visible" y se regule y controle el uso de armas que disparan proyectiles, así como que también se investiguen las denuncias por malos tratos en las comisarias, demasiados. Pues decía el mozo, qué va a decir el pobre, que lo de las pelotas no es cosa suya, que como les mandan tirar al suelo pues éstas rebotan y luego sálvese quién pueda. Eso y que, bueno, que si el detenido se pone un poco tonto pues que es normal que haya que soltarle alguna que otra hostia, acabáramos. Luego ya hay imágenes grabadas en salas de interrogatorio en las que se ve que al detenido, detenida en este caso, ni siquiera le da tiempo a ofrecer resistencia, vulgo, ponerse tonto; la somanta de hostias que le cae es tal que como para decir esta boca es mía. Pero bueno, será eso, que se ha resistido de palabra y como no le selles la boca a hostias que no se calla el cabrón. 

Y el caso es que el mosso este te lo explica tan convencido como compungido. Oyes, que no les entendemos, que son unos incomprendidos, unos mal pensados por principio. Pues fíjate tú que casi me da pena y todo, que mira que soy impresionable al menor mohín de disguto del prójimo, que a mí me dice Hitler que él no quería gasear a seis millones de judíos y como me ponga morritos voy y me lo creo. Pero no, esta vez no he caído, y no lo hecho porque en seguida me ha venido a la memoria el rostro, inmenso, de un señor muy feo que fue consejero de interior en el anterior gobierno vasco, el mismo que en varias comparecencias, ante la prensa, parlamento, la propia familia de la víctima, insistía por activa y pasiva que sus chicos eran inocentes, que habían sido provocados, que no habían podido evitarlo, que la culpa era de los de siempre, que si yo no le creía era porque era amigo de los de la ETA, precisamente yo que; pues bueno, ya entonces algo olía a podrido en Arkaute, en Erandio. Y sí, no iba a olerlo, claro que ha habido que esperar hasta hace unas semanas para que un vídeo destapara toda la mierda que el señor consejero había escondido. Pero nada, la policía siempre tiene la razón por principio, que no le vale con el monopolio de la fuerza, y si lo señalas, si les acusas, pues eso, ahí te va toda una ristra de improperios que van desde perroflauta a etarra. Será que tienen que venir siempre desde Europa a recordar lo fundamental: "no se puede ir por ahí hostiando a los ciudadanos sólo porque protestan y eso no le gusta a tus jefes, mosso, madero, zi...ertzaina.

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