sábado, 1 de noviembre de 2014

JUSTICIA MILITAR



Que la justicia militar como la inteligencia militar son lo más parecido a un chiste, no me cabe duda alguna, de hecho son verdaderas "contradictio in terminis". Ahora bien, qué decir de una sociedad que alberga en su seno una justicia paralela, estamental, como la militar en la que unos jueces uniformados pueden absolver a unos soldados que aparecen en un vídeo dándole una somanta de hostias a un detenido con el pretexto de que, oye, no estaba muy claro que la víctima no fuera un terrorista. Porque claro, de haberlo sido no sólo habrían estado justificadas las patadas que se ven en el vídeo y todo lo demás, sino vete a saber qué otra cosa, qué otro procedimiento de "reducción" del sospechoso, y mejor no traer a colación aquí el caso de Lasa y Zabala y otros, mejor no. Y claro, tanta compresión, por parte de los jueces, el poder político y la sociedad que sólo parece poner el grito en el cielo si le tocan las perras que cree suyas, no puede sino hacernos reflexionar acerca de qué seria de nosotros si, por lo que fuera, pongamos que a Rajoy y compañía se les cruza el cable con lo de Cataluña o algo por el estilo, de repente se impone el estado de sitio y se establece la justicia militar para todo hijo de vecino. Sí, qué sería de todos nosotros en manos de una gente que ve a ETA detrás de toda disidencia a poco que ésta tenga acento vasco o vista un palestino al cuello. Pues eso, miedo de que tantos Galindos, vulgo, hijos de puta, anden sueltos.

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