miércoles, 6 de mayo de 2015

PORRAS EXTENSIBLES CONTRA TODOS



De paisano, sin identificación, con porras extensibles, no creo que haya artilugio más humillante para tratar al ciudadano, obligando a personas supuestamente libres a darse media vuelta para que no acudan a una concentración de protesta en Barcelona. Lo más normal del mundo, si esta imagen fuera de Venezuela ya estarían unos cuantos con lo de la dictadura bolivariana y bla, bla, bla. Y sí, claro que sí, la democracia venezolana es pura formalidad por los modos y los abusos de Maduro, un impresentable que ejerce su poder al más genuino estilo de un tirano con maracas y sin la gracia ni el carisma de su predecesor. Pero esta es una escena en plena calle de Barcelona, Cataluña, España, Europa, periferia de ese Occidente salvaguarda de la democracia y la libertad, que dicen. Mira al calvito de la porra de paisano y a su compi, míralos bien, están cumpliendo con su deber, que no es otro que obedecer órdenes a ciegas, "señora, yo hago mi trabajo, me pagan por ser un cabrón...", están representando toda una forma de concebir actualmente España, una forma con viejos modos, mucho, sólo habría que retrotraerse a los tiempos de sus abuelos. Y cómo son posible esta y todas las escenas del mismo calado represor y antidemocrático a las que estamos asistiendo en los últimos tiempos. ¿Hasta este punto ha llegado ya la famosa ley mordaza? Para eso era, ¿no? Ahora bien, si formas parte de esa mayoría silenciosa que ni sale a la calle a berrear su asco indecible o que lo hace a través de las redes sociales, si crees que los que lo hacen son todos unos radicales antisistema o unos comodones postureros desde sus sillones, si lo que te indigna no es tanto el calvito con su porra y su compi como las ganas de joder de los que todavía se empeñan en acudir a protestas por lo que sea, pero si España va bien, recuperándose y tal, ¿qué más quieren?, si lo que te pone de verdad es criticar o sacar los colores a aquellos como a los que el calvito amenaza con su porra porque detestas lo que hacen y desprecias sus motivos, si no soportas leer cosas como la que yo escribo porque estás convencido de que exagero y además soy jodidamente tendencioso e hipócrita porque lo hago desde el sillón de mi ordenata, está claro que ya has tomado postura, que tu sitio está entre los que unos minutos más tarde le darían una palmadita en la espalda al calvito junto a la barra de un bar a la vez que le dicen: "muy bien, pero que muy bien, ¿qué coño se han creído esos perroflautas, que tenemos que aguantar sus peroratas, sus berridos, todo el rato? Vosotros duro con ellos. ¡eh! ¿Qué tomas? Pago yo." Porque sí, para qué engañarnos, todas las épocas han tenido sus mayorías silenciosas, cuando no directamente cómplices, que son a la postre las que sostienen y hasta justifican determinados estados de las cosas, r`egimenes que luego la Historia pone en su sitio. Pregúntaselo si no a tu abuelo, que te cuente lo de las manifestaciones en la Plaza de Oriente de Madrid, que te cuente, que te cuente. Si tiene algo que contar, claro, que algunos, demasiados, de tanto mirar hacia otro lado es como si vivieran o hubieran vivido en mundos paralelos.

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