lunes, 26 de agosto de 2013

PERPLEJIDADES


Hoy sí, hoy preparo una ensalada de tomates como Dios, Alá, Shiva o Amalur mandan, de tomates de la huerta de mi viejo, unos tomates bestiales, salvajes, supuran sabor hasta por lo agujeros por los que se les han metido los bichos indiferentes al veneno, si es que le ha echado mi padre, claro, unos tomates feos como deben ser, con su costrilla alrededor del rabillo, de formas sin geometría reconocible alguna, cada uno de su flor y no del ingeniero agrícola de turno, algunos incluso del tamaño de los cojones de Bárcenas, impresionantes. Así que con esto y unos filetes ya tenemos el menú del día, el cual preparo con tanto mimo como perplejidad por lo que oigo por la radio. ¿Observadores de la ONU en Siria? ¿Observadores de qué? ¿De lo obvio? Sigue la comedía de la vida, como que también asisto perplejo a la reacción que provoca entre cierto sector del rojerío patrio la amenaza del yesgüican de intervenir militarmente en Siria, poco más que se echan las manos a la cabeza con la excusa de que si otro Irak, y no es por eso por lo que me admiro, no, que entiendo los reparos al hecho de que con la excusa de proteger a la población civil se masacre todavía más a esa misma población, sino por el hecho de que a esa gente le despierte de repente simpatía el dictador sirio por el sólo hecho de que tiene a Israel en su contra, de que esto de la intervención parezca haberlo consensuado Obama con el Netayanhu. Y es que servidor confiesa que no entiende nada, sobre todo de las simpatías de la gente, de su necesidad de posicionarse a toda prisa en el negro o en blanco, y no digamos ya nada de establecer prioridades de acuerdo con el credo de cada cual, no con lo que el sentido común te dicta como persona de bien y que asume ciertos valores universales como principio, no, sino de acuerdo con el credo, la bandera, la trinchera de cada cual. Porque me digo yo, a mí también me revienta, me asquea, la política de Netanyahu y los suyos contra los palestinos y en especial la hipocresía de nuestro entorno occidental para con su drama; pero, ahora no es el tema, me digo que ahora la prioridad sería acabar con un tirano que masacra a su pueblo, que sí, intervención armada no, acaso como en Libia. Pero no, en seguida salta alguno con lo de que para ir de guatemala a guatepeor mejor quedarnos como estamos, lo que viene a ser un "que se jodan" en toda regla. Y eso si no te saltan también con el "¿por qué en Siria y no en...", pues también, también, en un mundo perfecto las tropas del mundo libre llevarían la libertad y la democracia a todos los confines del globo cual ejército libertador. Pero no, si es que van a meter la mano las americanos mejor que se queden como están, esto es, Al Asad, Gadaffi o Sadam en sus poltronas. Que sí, no lo han hecho poco mal ni nada en Irak, o quizás demasiado bien para sus intereses espurios y así; pero, ¿no se puede aprender de los errores o es que ya la opinión pública ha perdido todo su poder de indisponerse contra los gobernantes por muy en plan gran hermano que se pongan? Conste que esto lo escribo con la ingenuidad de aquel al que lo único que le motiva es que se ponga fin a las iniquidades de un criminal como el Asad, a todas a ser posible, faltaría, que ya sé, ya, que hay tipos muy sesudos por ahí que me dirán que las cosas no son así de fáciles, que si peco ya no de ingenuo sino incluso de alienado por el sistema y toda la hostia, y ya puestos hasta un defensor del Imperio y prosionista, que la verdadera tiranía está en casa y la democracia pura y genuina en Cuba, Venezuela e incluso en Siria. Pero ya digo, yo lo que tengo es un verdadero cacao encima, no como otros que lo tienen todo bien clarito, suertudos.

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