El Delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, se presenta de esta guisa para convencer a los vascos de las bondades de la Constitución del 78, sí, la del trágala, trágala... la monarquía, oh, oh, Gatopardo por un tubo, y ya de paso apelar a la indisoluble unidad de España y recordar a los pérfidos nacionalistas (se entiende "perifericos", los otros ya se sabe que no existen...) que cuidadín, cuidadín. Bien, juro que a mí cada día me la traen más floja los unos y los otros, que de elegir me hacía noruego hoy mismo; pero, coño, la fotico tiene su miga, como mínimo uno se pregunta: ¿quién cojones asesora a esta gente para sus puestas en escena, Inestrillas? ¿Es así como pretenden convencer, engatusar incluso, a los vascos y catalanes de las bondades divinas de ser buenos españoles y que salgan a la calle a berrear vivas a España?
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