lunes, 22 de agosto de 2011

CANCIÓN DE DESPEDIDA


Bueno, por fin se acaba lo que se daba, en Libia décadas de Gadafi, que además de haber sido un régimen dictatorial y criminal, también lo era teatral, tanto o más que la cosa esta del JMJ que también se acaba.

No se lo han pasado poco bien ni nada los millones de piadosos cachorros de su Santidad, con hostias se lo coman. Una semana de reafirmación en el lado más oscuro de la Iglesia católica, aquel en el que sigue imperando el dogmatismo (hay que volver a misa todos los domingos y comulgar cada semana, a obedecer a ciegas a tu párroco, creyente, si no hazte protestante o lo que sea...), la intolerancia hacia los homosexuales, que viene a ser como dar un visto bueno a todos aquellos que los marginan, desprecian, persiguen, y en especial al compadreo secular con el poder político, ya se ha visto por dónde los tienen cogidos, poco importa que sean los de Zapatero o los del meapilas de última hora de Rajoy. Es lo que hay, España vuelve a ser católica por decreto, siquiera ya sólo mediático; el resto gentuza, perroflautas y furibundos anticlericales dignos sucesores de aquellos que quemaban iglesias y conventos. Y si no quieres que te tachen de tal, de intolerante, sectario o demás epítetos del tipo le dijo la sartén al cazo..., ni regurgites, apúntate a lo políticamente correcto que es agachar la cerviz y dar todo por bueno. No toques los cojones al Papa y a sus obispos, no discutas su dogma, no critiques a los políticos por ponérselas como se las ponían a Felipe II, no ataques a sus perros cuando disuelven a hostias a los que se atreven a hacerlo. No es de buen tono, de gente educada, seria, cabal y tal, eso ya sólo lo hacen los rojos resentidos, la morralla antisistema del 15M y, en general, los eternos perdedores, gente que no sabe por dónde le pega el aire. Son los signos de la Nueva España que está por amanecer.

Pues vaya como despedida esta cancioncilla de la Polla Records sacada del rincón de los recuerdos, de nuestra alegre y "movida" juventud, no la coreamos poco ni nada en aquellos años mozos, junto a las txoznas como aquellas del Arenal de Bilbao donde estos días impera la fiesta, el exceso y la resaca.

Por cierto, en el vídeo aparece un valiente gilipollas que nos tachaba a los no católicos de todo lo veor; a ver si va a estar en lo cierto...

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