domingo, 8 de mayo de 2011

NO ERES DE MI ESTILO...


Domingo por la mañana en Oviedo, toca salir a por la prensa en uno de esos cafetos de lo antiguo donde compras el periódico junto con el pan, unos bollos, bacón si lo necesitas, mantequilla o huevos y hasta el Hola o el Lecturas por si todavía quedan detalles que no sepas de la boda de la Cataline con el hijo de la Diana. Eso y que además aprovechas para hojear la prensa mientras desayunas al lado de la ventana que da a la calle, separado del personal por un mampara tipo pub inglés, intimidad sin familia y miradas indiscretas por un euro cuarenta.

Y estaba con lo de Bin Laden y sus herederos, las elecciones mirando embobado una fotico de Camps, Fabra y compañía, y de la que en seguida me saco una entrada más arriba, cuando de repente, que oígo una voz de moza al otro lado de la mampara, supongo que dirigiéndose al tipo de chupa de cuero, camiseta negra, patillas y piercing de unos treinta tacos delante del cual he pasado hace un rato en dirección a mi sitio junto a la ventana.

-Ya lo siento, no es que caigas mal ni nada parecido, simplemente que mi estilo es diferente al tuyo...

¡Hostia tú!, una fisna al otro lado de mi intimidad amamparada, sinceridad brutal y clasista en vena a las diez de la mañana de un domingo, y sigue.

-Yo es que creo que cada uno ha de estar con los que mejor conecta en cuanto a manera de vestir y tal...

Acabáramos, que no se va a tratar de una niña bien del Oviedín cortando con un macarra de la Cuenca que se ha ligado esa misma noche en plan ciega voy de chupitos, ay, ay, que me tiro al primero que se me ponga a tiro y que ahora no sabe cómo quitárselo de encima, que se lo ha traído de empalmada hasta el Yuppy por no llevarlo a casar a tomar café con churros, más bien harta ya de churros la nena.

-tú pareces un buen chaval, pero es que mi estilo es mucho más casual y tal...

Definitivo, no se trata de un caso descarado de clasismo, amor entre desiguales a lo versión carbayona de Romeo y Julieta en pleno XXI, mi papa es médico estomatólogo, vivo en la Fresneda y me esperan en el Centro Asturiano para el vermute. ¿A ti en qué chigre de Mieres te esperan tus colegas? Ni mucho menos, se trata simple y llanamente de un caso cada vez más frecuente entre nuestra alegre juventud de encefalograma plano a lo el estilismo es mi religión, la razón de mi mierda de existencia...

-nunca me enrollaría con un tío que no fuese de mi onda...

No sabe el chaval que suerte tiene ni nada, que una noche loca también la tiene cualquiera y cuando el hambre aprieta a medida que avanza la noche también baja el listón, si hay que tirarse a la más tonta del pueblo, pues se la tira uno y ya está, un polvo gratis es un polvo gratis, que dos no follan si uno no quiere y el otro cuanto menos va puesto hasta arriba de todo. Y mira que aún así no me cabe duda de que será caballero el tío y tal, que después del revolcón o lo que haya sido, también le podía haber dicho a la pava, ahí te quedas bonita, no tengo coche para acercarte hasta la Fresneda, te coges un taxi. Pero no, se ve que están los dos de gaupasa (¿empalmada?) y ha debido pensar él, qué menos que invitarle a desayunar, no vaya a pensar que soy uno de esos de si te he visto, mejor no te acuerdes que me rayo... En fin, que así en lo suyo el chaval también tiene estilo y tal. Puede que hasta haya acariciado la idea de pedirle el teléfono, confesarle su enamoramiento repentino y definitivo o simplemente de devolverle las bragas, yo qué sé.

Pero ellas, ay amigo, ellas cómo son. Ha sido obtener su orgasmo, pasársele la borrachera y arrepentirse al instante, uy, uy, uy, ¡lo qué he hecho, como se entere la Cuqui, la Jessica, la Piluca o su puta madre, qué vergüenza, me van a chulear hasta el próximo concierto del Melendi. ¿Y cómo me quito ahora yo de encima a este tío, a ver si va a querer repetir! No jodas, no jodas, ¡pero mira cómo viste, qué trash el hijo puta!

Que sí, bonita, que no es de tu estilo, ni él, ni yo, ni ninguno de los que estamos ahora en esta cafetería. Me digo, claro que me digo cuando me levanto y al pasar delante de la parejita me doy cuenta de que, en efesto, va a ser de su estilo el chaval, tan majo, tan sano, con esas pintas de no llevar encima ninguna toxicomanía o lo que sea el estilo ese de la pava, de estar todo el rato jurándose no volver a mezclar la sidra con el vodka con limón para los restos, yo diría que hasta de hacerse una vasectomía por si las moscas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario