"Eso no le interesa a la gente" dice el Feijoo, ni eso ni lo suyo con el narco o cualquier otra cosa de las que dan brillo y esplendor a la gestión de su partido. Ellos deciden lo que nos interesa o no, como hacían nuestros padres con nosotros de pequeños, eternos menores de edad. Y ahora resulta que lo que no nos interesa es que la Iglesia pague el IBI, que es cosa mala para ella, tan necesitada, la mayor ONG del país (si bien luego resulta que la organización de ayuda a los pobres de la que más presumen, y en realidad también la que más y mejor hace, o sea Caritas, no se financia a través de la Iglesia sino de las donaciones de particulares y subvenciones públicas). Pero resulta que la Iglesia es también uno de los mayores propietarios de inmuebles, por lo cuales, y a diferencia del resto de los mortales (con partidos y sindicatos como otras excepciones) no cotiza pero sí hace caja, cobra por visitar sus tesoros, aloja negocios de venta al público, a huéspedes en sus albergues, a... Ahora bien, a la Iglesia ni tocarla, porque tocarla es pedir que acoquinen como todos, eso ya te convierte de inmediato en cristianofobos, que es vocablo recién inventado para arremeter contra todo aquel que osa levantar la voz contra tan venerable institución, que osa inclusa plantear el debate. Y qué casualidad, oyes, que los muchos, demasiados, de los que defienden este privilegio fiscal, el Concordato en toda su extensión, sean luego furibundos liberales que despotrican contra las subvenciones a las ONG, contra cualquier atención institucional a un particular, siempre y cuando no sea aquella a la que acuden el domingo o entre semana a pedir perdón a su Dios por haber sido malos el resto del tiempo, vamos, insolidarios con su prójimo, prepotentes con los humildes, codiciosos con lo de todos, amiguitos de delincuentes... Pues eso, que pedir que también la Iglesia arrime el hombro en una época en la que todos los recortes y sacrificios recaen en el común de los mortales, no interesa a nadie, amén de ser propio de comecuras quemaconventos y por el estilo. No interesa aunque sea un pastón lo que deben, será que "semos" así de tontos y encima lo saben.
jueves, 6 de junio de 2013
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