domingo, 9 de junio de 2013

PEQUEÑOS HIJOS DE...



Hay por ahí algún pediatra o por el estilo que pueda darme una explicación científica al hecho perfecta y largamente contrastado por el que resulta imposible que los cabrones de mis hijos se levanten a su hora durante los días de labor, que servidor tenga que usar todo tipo de subterfugios para que lo hagan, desde encender la luz, subir persianas, acariciarles la espalda, zarandearles, levantar la voz, cantarles jotas navarras, recurrir a un silbo que tengo por ahí... y aún así, si lo hacen es entre lloros, gritos, insultos, amenazas de suicidio; y, sin embargo, los fines de semana, sobre todo cuando no hay que ir a ninguna parte, no hay compromisos familiares ni tareas domésticas que realizar, findes tristes y lluviosos como éste que lo único bueno que tienen es poder tirarte en la cama todo el tiempo que quieras, no falla, los muy hijos de... su madre, aparecen a las siete de la mañana en tu cama para despertarte a ti, anunciando que ya es de día, que quieren desayunar, ver dibujos. ¿Es o no es para tirarlos al contenedor?

1 comentario:

  1. Bueno... Son tannnnnn monos que no les va nada mezclarse con las cosas que se tiran a un contenedor. Deles una valeriana el viernes por la noche¿?

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