martes, 21 de diciembre de 2010

INFORME PISA DE LOS LADRONES ESPAÑOLES


Se diría que es la consecuencia directa del verdadero informe PISA, el que atestigua que aquí los alumnos, si llegan a serlo incluso, salen a la vida civil con lo justo en la sesera para desempeñar cualquier ocupación, remunerada o no, lícita o también puede que no. Y lo justo no parece ser precisamente un bagaje cultural como para tirar cohetes. Total para qué, se repite la mayoría casi que a voces, para qué tanto dato inútil, tanta fecha y nombres a veces hasta impronunciables. ¿Cultura? Para el que se la pueda permitir, para los de siempre, que piensen los ricos que si lo son será por listos o casi. Cómo no, si lo que urge al resto, lo verdaderamente necesario en este mundo de productores y consumidores antes que de ciudadanos, donde lo único que merece la pena, lo que hay que hacer a poco que uno tenga los tres dedos de frente famosos, solo puede ser ganar dinero a espuertas para comprar todo tipo de artilugios de esos que proporcionan una felicidad inmediata y a plazos, ya se sabe, casa, coche y crucero. Como que llegados a esta conclusión ya solo queda deducir que lo que se impone, lo verdaderamente necesario en la formación del individuo, déjate ya de ciudadanos y hostias, no puede ser otra cosa que estudiar inglés, comercial por supuesto, la informática y algo de números, todo lo demás una pérdida de tiempo. De ese modo no hay foro público o privado de ciudadanos autotitulados como "sencillos", "normales", que no abogue por convertir la enseñanza en todos sus grados en una FP desde la más tierna infancia, que es lo que tienes que deducir a la fuerza en cuanto oyes hablar en un corro de padres sobre lo que merece la pena o no que estudien sus querubines. Como que a la mayoría que sus hijos le den al bolo, que piensen por sí mismos, que tengan imaginación, capacidad de respuesta, criterio, qué cojones, todo esto se lo trae al pairo, lo que desean fervientemente es que estén lo mejor preparados que les permitan las tasas o becas para que cuando terminen de estudiar puedan colocarse de esclavos en cualquier sitio y a ser posible para toda la vida.


¿La consecuencia? Pues que van unos quinquis de toda la vida, dan un palo en un póligono a las afueras de Madrid, se llevan un camión cargado de obras de arte de autores tan conocidos, o al menos se supone a poco que uno haya frecuentado el antiguo Bachillerato o eso que llaman tal así, como Picasso, Tapies, Botero, Txillida, un verdadero botín que de haber sabido venderlo bien los hubiera convertido en multimillonarios. Pero, como no sabían lo que tenían entre manos, no les sonaba ni con la correspondiente etiqueta identificativa en el reverso o así, solo se les ocurre vender la mercancía robada como material industrial, por lo que fijaron el precio en función del peso. Así llegaron al acuerdo de 30 euros por la escultura, que fue, a la postre, la pista que condujo a los policías hasta las 28 obras de arte. Tal es así que fue ver una escultura de Txillida y no dudar un instante en ir a colocársela al chatarrero.

Pues eso, cómo estará el patio, qué nivel por debajo de cualquier informe Pisa que se precie, que por no tener ni siquiera tenemos unos ladrones medianamente espabilados.

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