Sales a dar un garbeo un domingo por la mañana en el centro de Oviedo y es pisar la calle y llenársete el oído de música que no has pedido, no has elegido, ni siquiera te gusta, puede que hasta te moleste, hay mucha que lo hace, yo oígo a Alejandro Sanz o la Shakira y me entran ganas de meterme a asesino en serie... La calle es para pasear, charlar un rato, rumiar tus asuntos en silencio, siempre en silencio, de lo contrario al manicomio, no para someterte al gusto clasicorro, rancio, aquilosado, del Cuéntame cuanto menos, del funcionario o concejal de turno, ese que ha decidido animar el cotarro navideño por medio de altavoces, ese que cree que la música es charcutería, lo mismo te tomas un bollu preñau que bajas a comprar el pan a ritmo de Sibelius o Berlioz. Si fueran los villancicos de rigor a las horas de mayor ajetreo comercial puede que hasta tuviera un pase, entraría en la lógica desquiciada de estas fechas, consuman, consuman, gasten lo que no tienen, compren lo que no les hace falta, envuelvan todos sus estúpidos reagalos en bonitos papeles de colores, abrumen a sus allegados con todo tipo de artilugios de chichinabo, mira cómo te quiero, cuánto te estimo, otra corbata que añadir a las que no me pongo, el enésimo libro del caradura de moda que no pienso leer ni aunque me apliquen la dóctrina Guantánamo, ¿¿¿¿para qué cojones quiero yo un soplete de cocinaaaa??? :-). En definitiva, pasen y compren a ritmo de alegres villancicos; yo no tenía intención de comprar nada, pero empecé a escuchar por los altavoces "pero mira como beben los peces en el río/pero mira cómo beben por ver a Dios nacido/beben y beben...", y claro, dos cajas de crianza para mi cuñado y un Chivas de doce años para tu madre...
Nada que ver con esto otro, caminando bajo los gorgoritos de una soprano, mi mujer me da el coñazo a cuenta de los pañales del crío por un oído y por el otro me entra Pavarotti en el papel del moro Otelo presa de los celos por culpa de la pelandusca de Desdémona, y si no te gusta ahí te jodan, qué es eso de que el espacio público debe ser neutro, ¡y una mierda!, si no te gusta el gusto musical del encargado de los altavoces date por jodido, habrase visto qué tío más sieso, que estamos en epoca navideña, coña, y aquí no basta con que la ciudad se llene de lucecitas de colores, los escaparates de los adornos al uso y trepen los papas noeles por las fachadas, con que se te llene la calle de borrachos tras la correspondiente comida o cena de empresa. No, qué coño va a bastar, hay que animar el cotarro a toda costa, a todo volumen, que no se vea a nadie por la calle sin el espíritu navideño reflejado en la jeta, qué buenos son los señores concejales que nos animan a la fuerza, no vaya a ser que llegue la Nochebuena y no nos acordemos del "a Belem pastoooores, que ha nacido el niñooooo....yo me la remengaba, yo me la remengueeeeeé, chocholaaaaaaaaaaaaate...
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